El feminicidio es la máxima expresión de la violencia de género y constituye una violación grave a los derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres, en virtud de sus efectos lacerantes que reflejan su especial magnitud. Debido a su complejidad, además de los aspectos técnico-jurídicos que son esenciales, se deben retomar diversos elementos que nos proporcionan los estudios de género, necesarios para el análisis integral de tal fenómeno social, el cual representa un enorme reto en materia de diseño e implementación de políticas públicas con perspectiva de derechos humanos y enfoque de género, en las que se debe abordar las causas y los efectos de la desigualdad y la violencia, con el fin de desarrollar acciones concretas para su eliminación.
En la lucha por la erradicación de la violencia contra las niñas, las adolescentes y las mujeres, los grandes enemigos son la indiferencia, el silencio y la impunidad, por lo que debemos seguir trabajando para visibilizarla, denunciarla y sancionarla, para que vivir libres de violencia sea para las mujeres de todas las edades, un derecho y no una aspiración.
Ismael Eslava