Probablemente por la época veraniega que le viene tan a gusto a la capital de Morelos o por la cantidad de actividades que el Festival Cultural de Verano 2024 ha traído a los espacios públicos de la ciudad, pero aquella sensación de extravío y desasosiego que acompañó a muchos de los habitantes de Cuernavaca los últimos años se ha ido diluyendo.
Y aunque el Ayuntamiento de la ciudad sea en parte responsable de mucho de lo que está pasando en la ciudad, habría que destacar también los esfuerzos de la sociedad civil y de la representación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Morelos, que han sido motores importantes de la reconquista que los ciudadanos han hecho de su ciudad a través de los espacios públicos en los que la cultura local se crea, vive, evoluciona y poco a poco nos va haciendo mejores.
El Festival Cultural de Verano pudo convocar a artistas y creadores de varias partes del país y el mundo, pero sobre todo incluyó a gente de Cuernavaca dedicada a la música, danza, teatro, literatura, de trascendencia internacional cuyos talentos, probablemente por la cercanía que los vuelve cotidianos, a veces damos por hecho o subestimamos. El enorme respaldo que han tenido los artistas locales en la difusión de su obra evidencia que la tradición creadora de la ciudad está más viva y sana que nunca.
El arte sigue siendo uno de los distintivos fundamentales de Cuernavaca y nunca está de más que se recuerde a todo el mundo el orgullo que significan todos los creadores, jóvenes y ya maduros, que mantienen viva esa, nuestra principal tradición, una que renueva las más antiguas costumbres y las combina con las prácticas sociales más novedosas.
Cuernavaca y Morelos son un enorme centro de pensamiento científico, cultural, artístico con el que se puede superar cualquiera de los problemas que atravesamos. Las crisis que vive el estado son temporales, igual que sus gobiernos, buenos o malos. Lo permanente es esa sociedad civil que decidió retomar sus calles, sus plazas para gritar como Pierre Corneille “los muertos que vos matáis gozan de cabal salud”, porque la ciencia, la cultura, el arte en Morelos salen de laboratorios y talleres para mostrar la misma vitalidad que siempre.
Algo refresca a Cuernavaca, y no es la brisa.