De la misma forma en que los problemas se comienzan a solucionar aceptando que se tiene, las historias de éxito también requieren de visualizar que éste se puede alcanzar, en materia de negocios, que no basta con hacer subsistir los emprendimientos, sino que se tiene la posibilidad de escalarlos incluso a escala internacional. El secreto radica, primero, en cambiar la mentalidad y, segundo, saberse allegar de las herramientas necesarias.
Hoy publicamos una entrevista con Eugenio Marín, director ejecutivo de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), quien destaca que el principal desafío para lograr el crecimiento y la internacionalización de empresas no radica en los obstáculos políticos o económicos, sino en cambiar la mentalidad de los empresarios. Enfatiza que, más allá del financiamiento, lo fundamental es la alineación de voluntades y estrategias, una tarea compleja que requiere visión y pragmatismo en la implementación de proyectos.
FUMEC es una organización binacional que se enfoca en utilizar la innovación y tecnología para enfrentar problemas que afectan tanto a México como a Estados Unidos, sin un enfoque político, sino más bien con una perspectiva colaborativa. En sus 33 años de operación, la Fundación ha apoyado a miles de empresas en sectores diversos como tecnologías de la información, salud y energías limpias, destacándose como pionera en el desarrollo de aceleradoras de negocios en México.
Pero no se trata solo de rescatar el optimismo y superar ópticas localistas basadas en el asistencialismo, Marín resalta que es vital que los productores reconozcan la importancia de la ciencia y la tecnología, visualizando sus negocios en un contexto global e interdependiente, y no solo eso: la clave del éxito radica en la colaboración entre academia, empresas, gobierno y ciudadanía, en lo que se conoce como la «cuádruple hélice», en la que todos los actores se involucran y asumen sus respectivas responsabilidades en la generación de bienestar.
El concepto de la «cuádruple hélice» representa un enfoque colaborativo y multidimensional para el desarrollo económico y social, integrando al gobierno, las empresas, la academia y la ciudadanía en una nueva forma de concebir el avance de la comunidad, del estado y de las naciones. Es un enfoque que se ha difundido ampliamente a nivel mundial, encontrando aplicación en regiones y países que buscan fortalecer sus bases económicas y fomentar la innovación. Países como Finlandia, por ejemplo, han llevado a cabo con éxito estrategias basadas en la cuádruple hélice para impulsar sectores clave como la industria, la tecnología y la educación, promoviendo alianzas estratégicas entre los sectores que conforman un estado económico, con lo que la responsabilidad no recae en uno solo, ya sea el gobierno o los emprendedores. Esta forma de trabajar, además, facilita la adaptación a cambios rápidos en el entorno económico global, promoviendo la resiliencia y la sostenibilidad a largo plazo.
Es una alternativa de desarrollo real que parte de la concepción misma del papel que juegan dichos sectores y de la aplicación de sus posibilidades y atribuciones; se requiere mirar las posibilidades desde una óptica colaborativa y pensar en grande, justo lo que le hace falta a nuestro estado.