

Según todos los pronósticos, la tarde de hoy se fortalecerá el flujo de vacacionistas a diferentes puntos de Morelos, una llegada que podría alcanzar su punto más alto entre el jueves y el viernes y que, sumado a quienes ya están aquí y otros que vendrán en la segunda semana del periodo vacacional, alcanzaría los 800 mil visitantes, equivalentes al 40% de la población del estado.
Las proyecciones parecen mucho más sólidas que optimistas. La habilitación de un Observatorio Turístico que empezó a trabajar en diciembre pasado, permite alejarse de las “cuentas alegres” y establecer números bastante más reales sobre la afluencia y el comportamiento de los visitantes. Esta información es útil para identificar las fortalezas y áreas de oportunidad y mejorar los servicios y las campañas de atracción de visitantes.

Las expectativas muestran también que la confianza en Morelos como destino turístico se recupera poco a poco, aunque aún está lejos de la registrada por otros conteos oficiales (como el de los visitantes a museos y zonas arqueológicas del INAH, o los particulares de las industrias restaurantera y hotelera).
El mejor año para el turismo morelense en este siglo fue el 2015, cuando las visitas a espacios históricos, balnearios, restaurantes y hoteles se ubicaron alrededor del 40% arriba de las expectativas actuales. Pero los datos presentan un aumento relevante respecto de años pasados. Por ejemplo, los 800 mil que se espera lleguen en la Semana Santa, superan en un 20% la afluencia reportada en el 2023.
Las razones del incremento en la afluencia a Morelos se deben a factores externos como la reducción del turismo hacia las playas de Guerrero y el aumento en la preferencia por destinos de costo mediano. Pero también radica en esfuerzos de hoteleros, restauranteros, balnearistas, y otros empresarios del sector turístico que han invertido en la mejora de servicios y pequeñas campañas de promoción de atractivos; esfuerzos modestos a los que se han sumado el gobierno de Morelos y las administraciones de algunos municipios, como Cuernavaca, Tepoztlán, Xochitepec y Tlaltizapán, que han permitido un mayor orden en la integración de una oferta que permita a los visitantes permanecer en el estrado y crear experiencias integrales que suman cultura, arte, diversión, gastronomía, salud y placer en un tándem que puede competir con otros destinos del país.
Otro componente fundamental para la recuperación de la confianza de los turistas es la seguridad. Aunque los indicadores muestran aún alta la comisión de delitos de alto impacto, hay una sensible baja en la violencia respecto de los años anteriores. Es más evidente la presencia de las fuerzas de seguridad en patrullajes por zonas turísticas y en otras áreas de las ciudades y carreteras del estado. La policía turística parece dar resultados.

Es decir, hay motivos para que los visitantes recuperen la confianza de volver a Morelos. Aunque algunas zonas siguen padeciendo baja asistencia por cuestiones de seguridad, como la región oriente; en la zona metropolitana de Cuernavaca y en los Pueblos Mágicos, las cosas parecen haber cambiado aceleradamente para el turismo en el último año.
Habrá que esperar las cifras finales de esta Semana Santa, y en general del periodo vacacional de primavera. Mientras tanto queda divertirse y tratar bien a los visitantes. No hay que olvidar que el turismo es una industria que se construye a través del tiempo y depende de la experiencia de cada uno de los visitantes. Ayudemos a que sea la mejor.
