loader image

 

Cuando a principios de 2022 el entonces gobernador Cuauhtémoc Blanco “explicó” la naturaleza de la fotografía en donde se le ve posando abrazado de “El Profe”, Irving Eduardo Solano Vera, de Guerreros Unidos y del Cártel Jalisco Nueva Generación; “La Tripa”, Homero Figueroa Meza, del Comando Tlahuica y con “El Ray”, Raymundo Isidro Castro, también del CJNG, simplemente atinó a decir que “soy tan buena gente y me saco fotos con todo mundo”, como si la foto la hubieran tomado en un parque cuando, paseando, se hubieran encontrado todos esos personajes por pura casualidad.

No solo es difícil comprobar la naturaleza de aquella imagen, que inundó las redes sociales días antes de las declaraciones de Blanco, sino el contexto y su origen, así, aunque pocos le creyeron, no había forma de demostrar otra cosa y Blanco Bravo todavía pudo valerse del ya -incluso para entonces- muy sobado argumento de que todo era parte de una campaña de desprestigio orquestada por de sus adversarios en su contra.

“En el proceso electoral también me sacaron una fotografía con el hijo de El Chapo. Yo no sabía ni quién era, pero como soy tan buena gente y me saco fotos con todo mundo, no le voy a negar la foto a nadie porque soy una persona que viene de abajo”, se atrevió a afirmar en la mismísima 24 zona militar, en donde organizó una conferencia de prensa aprovechando que había ido para atestiguar el cambio de mando.

Recientemente, se dio a conocer, también por redes sociales, un video en el que se ve a actuales figuras públicas y políticos morelenses mantener una especie de mesa de negociación con miembros del crimen organizado. La divulgación de este material, en un complicado contexto político internacional como por el que atravesamos, llevó a que la Secretaría de Seguridad Pública federal atrajera el caso de manera inmediata.

Es difícil que los ahí presentes aleguen que “como son muy buenas gentes, se toman videos con todo el mundo”, en cambio ellos sí conocen lo que se platicó, quiénes estaban presentes, qué motivó la reunión y qué compromisos hubo y, si no hay nada qué ocultar podrían hacer pública esa información sin necesidad de órdenes judiciales o declaraciones juradas.

El caso trasciende la esfera local, el gobierno de Estados Unidos ha usado el argumento de la supuesta colusión entre los políticos mexicanos con las bandas criminales para desacreditar a todo el gobierno mexicano empezando por el rostro más visible a nivel internacional: la presidenta de la República.

Este tipo de situaciones deberían aclararse lo más pronto posible tanto para evitar mayores daños a la imagen del gobierno y, si procede, demostrar que se le puede poner un “hasta aquí” a los tratos en lo oscurito, aunque sean a nivel municipal.

Por lo pronto, ayer se cateó el supuesto lugar en donde transcurrió la entrevista y se grabó el video -cuyo origen resulta pueril preguntar-, sitio que hace tan solo unos meses ya habían sido detenidas varias personas en posesión de armas largas, como las que encontraron ayer en la nueva revisión. Lugares y compañías peligrosas las que frecuentan algunos políticos locales.

La Jornada Morelos