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Aún con la permanente amenaza de violencia y la constante actividad del crimen organizado en forma de bandas de talamontes, robaautos y secuestradores exprés que son combatidos en la zona norte de Morelos, las cosas para Huitzilac pintaban mejor.

El municipio está proyectado para convertirse en el primero con la denominación de ecológico, lo que se traducirá en diversos apoyos gubernamentales y la reconversión de actividades productivas para beneficio de una población empobrecida por décadas de marginación y el yugo criminal en el área.

El asesinato del secretario municipal, Alejandro Mancilla Cueto, a las puertas de las oficinas del Ayuntamiento al mediodía de este martes es un baño de realidad que podría ensombrecer el optimismo que reinaba en todo Morelos por el futuro de su frontera más transitada con la Ciudad de México.

El homicidio tiene características de político por el cargo que Mancilla ocupaba, por sus presuntas diferencias con otros grupos de poder en el municipio y por haber sido abatido a unos metros de la entrada del Ayuntamiento. También puede inscribirse en la triste tradición de violencia entre familias del municipio y especialmente en las actividades criminales de algunas de ellas.

Más allá de una claudicación del Estado a los proyectos para transformar a Huitzilac, el crimen evidencia la necesidad de acelerar esa conversión del municipio, una de la que depende el presente de todas las familias de la zona y el futuro de miles de jóvenes y niños en el municipio. La apuesta por un mejor futuro es vital para generar la confianza necesaria para el éxito de cualquier proyecto.

En paralelo, la Fiscalía General del estado de Morelos deberá agotar todas las líneas de investigación hasta dar con todos los responsables para que sean castigados con todo el peso de la ley. Para ello, el Ayuntamiento también está obligado a brindar toda la información para contribuir a esclarecer el caso, así cueste revelar probables fallas y vicios en la gestión municipal.

El esclarecimiento de los hechos sin duda puede también contribuir en buena medida a retomar la confianza que hace mucho se perdió en el municipio y que resulta indispensable para emprender cualquier política pública.

Mientras tanto, el respaldo de todos los órdenes de gobierno y grupos sociales involucrados en el proyecto de rescate de Huitzilac deberá reforzarse y apurarse, para convertirlo en un ejemplo de que sí se pueden hacer las cosas de manera diferente.

La Jornada Morelos