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Recientemente todo el país, y ahora Morelos, ha recibido una de las noticias que hemos esperado durante años: que la violencia da muestra de empezar a perder terreno.

Después de que un largo periodo de crecimiento continuo de la violencia y la inseguridad que genera -tan largo que resulta un eufemismo llamarlo “temporada”- a nivel nacional, por lo menos desde el inicio de la administración de la presidenta Sheinbaum, y en Morelos, por lo menos en el primer bimestre del año en curso, comienza a notarse una tendencia negativa en las estadísticas.

Desde luego, la inseguridad generada por todo el abanico de criminalidad y de impunidad ha llegado a tales alturas que resulta prematuro dar por ganada la batalla , pero hay indicadores de que, por lo menos, algo se está haciendo y, mejor, que se ha apuntado a la dirección correcta.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y febrero de 2025, en Morelos se registraron 171 homicidios, (93 en enero y 78 en febrero), contra 247 que se cometieron en los dos primeros meses del año anterior (117 en enero y 130 en febrero), lo que representa una reducción del de 30 por ciento en el número de asesinatos.

Otro flagelo permanente en Morelos, el robo, en lo general también se redujo durante el primer bimestre en 7 por ciento. La cifra se compone básicamente por la reducción de 506 a 463 reportes de vehículo de cuatro ruedas (una baja del 8.5%), y de 400 a 355 en las denuncias de robo de motocicletas (11.3% menos).

Son datos que llaman al optimismo y son muestras de que se ha actuado correctamente. Como se recordará, la baja en el robo de automotores es una de las líneas de trabajo principales para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que cuenta ya con un sistema de cámaras para identificar las placas vehiculares, y ha reforzado los operativos de revisión y detección de automotores con reporte de robo.

Otra buena noticia es el repliegue en el delito de extorsión –“cobro de piso” incluido- que en febrero del 2025 registró su más bajo nivel con solo 16 carpetas abiertas; en total, durante el primer bimestre del 2025, Morelos registró 41 casos de extorsión, contra 71 del mismo periodo en el 2024, lo que significa una reducción de poco más del 33 por ciento.

Incluso la violencia familiar mostró una disminución del 8 por ciento.

Como decíamos, es muy temprano para festejar, pero no para tener confianza. Parte de estos resultados muy probablemente se debe a que el cambio de administración y mandos policiacos hayan hecho contenerse a los delincuentes, pero ahora hay que mantener esta tendencia de manera permanente o, por lo menos, las cifras contenidas.

Pero, más allá de lo que digan los números, los resultados se van a ver cuando podamos salir a la calle sin miedo y se reactive la vida nocturna en las ciudades, cuando se abran nuevos negocios y dejemos tener noticias alarmantes de las situaciones que viven familiares y vecinos. Ahí, a terreno del piso y en la vida cotidiana, es en donde se van a constatar los resultados de la nueva estrategia de seguridad. Por lo pronto, las estadísticas solo son indicadores.

La Jornada Morelos