Algo deben saber en la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización y en la Secretaría de Hacienda, que quieren pintar su raya cuanto antes de la gestión de Blanco Bravo.
Ayer se dieron a conocer algunos de los resultados de las auditorías que la ESAF practicó a la Comisión Estatal del Agua y a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario en donde encontró diversos indicios de falta de transparencia que, en total, suman mas de 130 millones de pesos de los ejercicios del 2021 al 2023.
Por su parte, el gobierno estatal se ha apresurado a deslindarse del famoso helicóptero de la Fiscalía General del Estado, un tema que nunca fue superado en el debate público y que fue fuertemente criticado desde que el Poder Legislativo autorizó su compra y dotó a la Fiscalía de los recursos necesarios, dinero que el órgano autónomo nunca ejerció ni reincorporó al erario.
La ESAF ya advirtió que dará parte a la Fiscalía Anticorrupción y la Tribunal de Justicia Administrativa, y adelantó que ahí no acabará la historia pues presume que se encontrarán más anomalías en la CEAGUA.
La herencia de la administración estatal saliente, ya notable por los pasivos que dejará pendientes y que limitarán las acciones del gobierno entrante, parece ser una caja de pandora y eso que aún no se sabe de otras sorpresas que podría dejar, por ejemplo en Educación Básica que, desde los tiempos de la pandemia se le señalaban gastos discrecionales.
Si bien es de reconocerse que la ESAF cumpla con su trabajo, sería bueno, desde luego, que lo realizara en todas las dependencias de la administración.
Por otro lado, las denuncias se radicarán en la Fiscalía Anticorrupción, que se ha negado a proceder con las múltiples denuncias que ha interpuesto el actual Ayuntamiento de Cuernavaca contra Villalobos Adán a quien solo se le persigue por manejos irregulares en el fondo de ahorro de los trabajadores de sistema de aguas de la capital cuando, dicen los enterados, lo más complicado se encuentra en los expedientes que obran en alguna papelera de la FA.
Algunos de los asuntos descubiertos por la ESAF también se harán del conocimiento del Tribunal de Justicia Administrativa, en donde, desde hace algunos meses, despachan como magistradas las cónyuges de Jorge Gamboa, cuya fama lo precede, y de Uriel Carmona, quien precisamente es señalado por el asunto del helicóptero imaginario.
Sin adelantar opiniones sobre el desempeño de ambas instituciones, se puede prever que no pase gran cosa, o quizá eso es precisamente lo que saben la ESAF y la Secretaria de Hacienda, que además, podrían tener confianza de que todos estos asuntos se consideren como asuntos juzgados y estén blindados de nuevas investigaciones y más pesquisas.