

La Academia Benning de Música abrió en Cuernavaca en el 2016 como un proyecto del músico Tito Quiroz que se integraba al que el gobierno estatal entonces tenía para la prevención del delito mediante la recuperación de los espacios públicos. Uno de los más complicados terrenos era justamente los Patios de la Estación, cuya antigua terminal en Cuernavaca le fue concesionada a la academia para un proyecto de educación musical.
El proyecto buscaba usar la enseñanza musical como punto integrador de la comunidad y con ello recuperar el espacio y favorecer la prevención del delito. El objetivo fue solo parcialmente logrado, si bien la Benning se consolidó como una academia de excelencia en el ámbito de la formación e impulso de talentos musicales, al grado que pudo abrir dos sedes más y proyectar otra en poco menos de nueve años; su contribución a la prevención del delito fue por lo menos muy discreta, aunque es difícil medirla dada la falta de indicadores del proyecto en esa materia.

Lo que es innegable es que la apertura y funcionamiento de la academia no contuvo el crecimiento de la violencia e índices delictivos en la que se supone era su zona de influencia. Tampoco podía apostarse a que solo con la formación de talentos musicales se habrían de frenar las conductas generadoras de crímenes y violencia; la falla no fue del proyecto, sino del Estado.
La administración de la gobernadora, Margarita González Saravia, planteó desde antes de iniciar un proyecto integral para el rescate de la colonia Patios de la Estación, que fundada hace poco más de un siglo, lleva décadas siendo una de las zonas más peligrosas de Cuernavaca y del estado. El proyecto incluye inversión social, mejora de infraestructura, y la instalación de un centro cultural en la antigua estación de ferrocarril para atender a las infancias en diversas disciplinas, que incluyen la formación musical.
En estas circunstancias, la Academia Benning tendrá que dejar la antigua estación del ferrocarril, pese al amor que ha despertado en cientos de morelenses que admiran el extraordinario trabajo que ha realizado en menos de una década.
Lo que podría haberse visto como una muy mala noticia dejó de serlo, sin embargo, cuando la gobernadora acordó con la comunidad de la academia que pedía evitar el cierre, el apoyo de su administración en la búsqueda de una nueva sede de forma tal que la escuela que estaba en Patios de la Estación pueda seguir funcionando.
Así que el Centro Cultural de la Estación, que administrará la Secretaría de Cultura, no será una instancia que supla, sino una que enriquezca la enorme oferta cultural y artística de Morelos. El que la Academia Benning permanezca abierta y entonces el estado contaría con cuatro instituciones de formación musical de primer nivel: el Centro Morelense de las Artes (que se proyecta en el futuro como una universidad); la Escuela de Teatro, Danza y Música de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos; la Academia de Música Benning, y el Centro Cultural de La Estación; dos de estas instituciones orientadas primordialmente a las infancias.
De concretarse los dos proyectos anunciados, tanto la Academia Benning como el Centro Cultural La Estación podrían funcionar en muy poco tiempo para beneficio de la niñez del estado, y en Morelos, cuando se habla de cultura y arte, a nadie le queda duda que cuanto más, mejor.
Vale decir que el centro que el gobierno estatal plantea para Patios de la Estación no es el único edificio que se plantea recuperar, otro es el que aloja la otra estación ferroviaria, en Cuautla que alojará pronto una librería del Fondo de Cultura Económica.
