Si hay algo que debe concederse a los funcionarios que se han ido incorporando al gabinete legal y ampliado de la gobernadora, Margarita González Saravia es que todos son morelenses con arraigo en el estado y con reconocimiento en las funciones que han de desempeñar.
El nombramiento en el DIF, para Mirsa Berenice Suárez Maldonado, es un reconocimiento a toda una trayectoria en labores altruistas y de beneficio social. En el Fideicomiso de Turismo, Miguel Ángel Moreno Madariaga puede apoyar mucho el proyecto del actual gobierno que busca potenciar el turismo comunitario y las diversas vocaciones que Morelos tiene para esa actividad.
Ana Samantha Davis Sánchez es una abogada especialista en derecho social que conoce a fondo las reformas laborales y las estructuras sindicales, lo que deberá facilitar su función en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Ubaldo González Carretes, ha demostrado capacidad como director de Protección y Asistencia de la UAEM y ahora ocupa la Coordinación Estatal de Protección Civil.
Verónica Morales Hernández tiene la experiencia para dirigir el Instituto de Capacitación para el Trabajo de Morelos; José Hugo Mariaca Torres ya ha sido funcionario y cuenta con la formación para dirigir el Fideicomiso Fondo Morelos con solvencia; y Raúl Tadeo Nava, en paralelo a su actividad como político, ha sido maestro y directivo en instituciones educativas y tiene maestría en Educación Superior, lo que sin duda le ayudará en la dirección del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyte).
Con José Luis Saavedra Vega, quien queda a cargo del Fideicomiso Centro de Congresos y Convenciones Morelos, y Luis Giovani Soriano López excandidato a diputado y luchador social, a quien se le ha encargado el Fideicomiso Balneario Agua Hedionda hay el voto de confianza al ser conocidos por su compromiso con la mejora del estado.
Un dato adicional para tranquilidad de los analistas y la ciudadanía es que los recién nombrados titulares de los organismos públicos descentralizados representan a cada una de las regiones del estado, y algunos son jóvenes con experiencia y otros veteranos en el servicio público y los sectores a los que han sido asignados.
Algunos tienen retos mucho más grandes que otros. Mientras, por ejemplo, Raúl Tadeo Nava llega a una institución bastante sólida y sin mayores sospechas de manejos turbios; los directores de los fideicomisos de Turismo y el Fondo Morelos tienen la desventaja de recibir organismos en que las enormes sospechas de corrupción y discrecionalidad minaron la confianza, por lo que la transparencia y la máxima publicidad de sus acciones y decisiones se vuelve un imperativo.
Quizá quien tendrá la labor más difícil será la nueva directora del DIF, Mirsa Berenice Suárez, quien tendrá que resolver problemas sumamente sensibles para la sociedad y las familias, y lo hará sobre una institución que no hace mucho fue denunciada profusa y justificadamente, por el maltrato de personas en sus centros de atención.
De cada uno de los nuevos funcionarios la sociedad espera mucho, y los evaluará, sin duda, por sus resultados.