

Esta semana que inicia tendrán lugar dos hechos relevantes en la historia de nuestro box y nuestra lucha libre: Se despide de la CDMX “El Hijo del Santo” después de 43 años de bregar en las doce cuerdas de todo el país y muchos encordados internacionales. El luchador viene de presentarse exitosamente en Londres, Inglaterra donde tiene un gran cartel. También cerró presentaciones en una decena de ciudades en México en la llamada gira Todo x el Todo. Presentará en esa función del próximo domingo a su hijo Santo Jr. Es la tercera generación de la familia Guzmán oriunda del Estado de Hidalgo, de Tulancingo, capital mundial de la barbacoa de borrego.
El otro acontecimiento, el mismo día muy de mañana se celebrará la Clase Nacional de Box Contra las Adicciones en todas las plazas públicas de las principales ciudades del país. Existe el compromiso de gobernadoras y gobernadores, alcaldes y alcaldesas que celebrarán puntualmente esa clase. Se suman incluso algunos penales que invitarán a sus reclusos a ejercitarse en pro de una causa por la paz y el deporte. La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo invitó a la conferencia mañanera al máximo directivo del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán Saldívar, heredero de la estirpe y la bonohomía de don José su padre, figura estelar de los líderes históricos de este deporte en todo el orbe. También fue invitado el capitán de esa clase de box Julio César Chávez, máximo referente mexicano libra por libra. Julio tomó la palabra para reiterar su compromiso decidido de apoyo a la lucha contra las adicciones. (En este mismo espacio nos hemos referido a Julio César como “El Campeón con Corona”, febrero 2/2025 en La Jornada Morelos). Saúl “Canelo” Álvarez había hecho lo propio semanas atrás en otra conferencia mañanera. La Presidenta Sheinbaum recibió de Jotacecé un reloj conmemorativo y firmó el cinturón de la Paz que llevaron sus invitados. Será el próximo domingo seis de abril, Día Internacional del deporte para el Desarrollo y la Paz decretado por las Naciones Unidas (ONU).

Este próximo domingo se romperá por tercera vez el récord Guinness instaurado en el 2022 de una clase presencial de box. Se espera la participación de un millón de atletas. El evento forma parte de la lucha por la paz y el deporte que promueve el gobierno federal a través de Miguel Torruco Garza responsable de esa tarea. Asisten también los otrora monarcas mundiales: el panameño Roberto “Manos de Piedra” Durán, y el “Golden Boy” Oscar de la Hoya, ambos campeones y esforzados vencedores de las adicciones que adquirieron acompañadas de su fama y su éxito.
Tanto el arte del pancracio como el deporte de las trompadas, este bajo las reglas del Barón de Quensberry, son muy populares en México. Se disputan alternadamente la segunda preferencia nacional después del soccer popularmente llamado panbol, -deporte de panaderos- según algunos exquisitos detractores que no gustan del deporte de las patadas. Las luchas y el box tienen un origen mucho más popular que la herencia británica del Foot Ball Soccer; siendo casi todos nuestros campeones mundiales productos genuinos de los barrios.
La Arena CDMX del rumbo de Azcapotzalco será la sede de una función que incluye luchas de mujeres y de promesas -como el nuevo Santo- además de un espectáculo musical del grupo madrileño La Unión (famoso por su canción “Lobo Hombre en París, basado en un cuento del escritor francés Boris Vian. Exitazo del año 83 producido por Nacho Cano) El grupo presentará una sorpresa musical dedicada a la lucha libre mexicana. Imposible no recordar la famosa canción “Los Luchadores” de autoría Pedro Ocadiz y Raúl Zapata con la Sonora Santanera. La letra está tan a la mano como el aeiou. Y dice: “la arena estaba de bote en bote, la gente loca de la emoción… Métele la Wilson, métele la Nelson, haz la quebradora y el tirabuzón… El Santo, El Cavernario, Blue Demon y el Bulldog… ídolos de la afición”. ¡Seguro recordó la tonada y se paró a bailar! (la expresión de bote en bote nada tiene que ver con cubetas como asientos como es la creencia popular. Se refiere a la expresión francesa bout a bout que significa llena de extremo a extremo. Completo sin espacio, sería la reflexión correcta).
El principal atractivo del programa es el reto aceptado por todos de “jugarse” la máscara en una especie de torneo pequeño en donde los luchadores estelares se la juegan al Todo X el Todo. Si El Hijo del Santo pierde la lucha, se olvida de cerrar su gira de despedida en San Luis Potosí, y la mas relevante, en el país del sol naciente con larga tradición donde los mexicanos son el manjar de los combates internacionales, Japón. “Nunca lucharía desenmascarado y menos en el tramo final de cientos de encuentros de los que siempre salí cubierto” – ha dicho el hijo de Rodolfo Guzmán Huerta cuya carrera está cumpliendo exactos 43 años, trece más que su padre. El Enmascarado de Plata jamás perdió su máscara, por cierto.

Se cumplen cien años que El Santo ve por primera vez una lucha a sus ocho años de edad siendo estudiante del cuarto año de primaria. Después de clases de judo a sus 16 años emprende una carrera que ya no va abandonar a pesar de la obligación familiar de tener un empleo como obrero maquinista en una fábrica de medias femeninas. El reto heredado con la máscara más famosa del mundo entero pasa ahora a un jovencito que hará lo propio en honor a su abuelo y su papá. Concedo que la máscara de Batman, “El Caballero de la Noche” puede ser mas conocida gracias al mercadeo internacional; pero se trata de un personaje y no de un gladiador de carne y hueso. Hoy por hoy se sabe que somos mexicanos cuando portamos un sombrero de charro; bebemos un Tequila; portamos una imagen de la Guadalupana o nos cubrimos con una máscara de luchador, preferentemente de color plata en cualquier situación fuera de nuestra patria.
Rudo de origen y con los primeros nombres del “El Hombre Rojo” y el “Murciélago” Rodolfo Guzmán labró una carrera que derivó en el personaje más popular de todas las generaciones futuras que reconocen en El Santo al ídolo mas venerado de México, sin competencia cercana, aunque los seguidores de Pedro Infante combatan esta afirmación. Santo cambió a técnico cuando observó que muchísimos pequeños le seguían y decidió pasar al lado amable del combate y derrotar a los malosos rudos. Quería ser un ejemplo para los chiquitines.
El deseo popular es que El Hijo del Santo conserve el próximo domingo su máscara para cerrar con todos los honores su carrera como luchador. El licenciado detrás de esa máscara ha hecho ya carrera en los medios de comunicación como entrevistador exitoso en la radio y la televisión comerciales; y como escritor por varios años en los periódicos Gráfico y Récord. Se formó en la Universidad Iberoamericana. Siempre alternó estudios con entrenamientos. Hoy gracias a su esposa Gabriela Obregón es un exitoso empresario de la marca Santo. Ella ha sido fiel promotora de la carrera de su suegro: editó con el Consejo de Cultura un libro-homenaje, y convenció a su marido de erigirle una estatua en el barrio bravo de Tepito al ídolo de la afición. Ha impulsado los registros comerciales de las marcas entre otras promociones empresariales. El Hijo del Santo le reconoce ese decidido apoyo a su señora esposa. El Santo tiene otra estatua monumental en Tulancingo su tierra natal, y está presente también con una escultura en el Museo de Cera de la Ciudad de México.
Papá Santo tuvo una larga carrera cinematográfica como actor al principio y después como socio productor de Guillermo Calderón aun siendo luchador en activo. Protagonizó por décadas la popular revista “El Enmascarado de Plata” editada en grandes tirajes por su amigo José G. Cruz que al final tuvo que ser demandado por abusos mercantiles.

Había un anuncio en la tercera o cuarta de forros de las historietas de los años sesenta que decía: “10 mil pesos si compruebas que no es sangre”. La ilustración era de un musculoso luchador con la cabeza bañada en “sangre” que mostraba lo ruda y auténtica que era la lucha libre. El Hijo del Santo pudo certificarlo cuando se lanzó temerariamente de cabeza hacia su rival japonés y se fracturó dos vertebras que le obligaron a retirarse de 2013 a 2015. Martinete le llaman a esa llave. (El rival debe aceptar recibir el golpe protegiendo caballerosamente la integridad de su contrincante respetando la teatralidad del deporte). La fuerza y las llaves seguro que son reales por eso lo corto de las carreras de los profesionales de ese deporte-espectáculo. No fue así con El Santo con sus 30 años y El Hijo del Santo con 43 largos años de carrera.
Su padre salió casi ileso de los rines de lucha excepto un golpe abdominal que le provocó guardar cama por un dolor que suponía hepático a pesar de observar una vida de deportista abstemio. Derivó ese malestar un 3 de febrero fecha en que se despidieron Don Rodolfo Guzmán Huerta El Santo y su hijo que viajaba a pelear en Acapulco, en un adiós definitivo. El cinco de febrero de 1984 un infarto retiró al ídolo para siempre de todo y de todos. Murió ese mismo día aunque la leyenda había nacido años antes gracias al misterio de su máscara plateada.
México es tierra de ídolos. De fajadores y estilistas del box; y de rudos y técnicos que forman parte del deporte y la teatralidad de los cuadriláteros. Los niveles de audiencia de la televisión que han marcado historia ocurren cuando pelea un mexicano por un campeonato mundial. (exceptuando El Mundial, Los Olímpicos y los finales de novelas y realities con alta inversión publicitaria). Hoy aún se llenan las arenas, los gimnasios y los estadios pero ya sólo vemos las emisiones televisivas de los eventos gringos de la WWE y la UFC cuya mayor violencia es aceptada por adolescentes despistados que consumen ese producto más agresivo que nuestro bax y nuestra lucha libre.
El humor popular sostiene que Pedro Infante “no ha muerto”. Pepe El Toro “no ha muerto”. Como él El Santo no ha muerto vive en el corazón de los mexicanos. Hoy por tercera generación sabremos si Santo Jr. puede con el paquete. Sólo lo dirán los años. Suerte al Hijo del Santo en su batalla por las máscaras.

Ojalá que en la clase de box Y el recuerdo de los Olivares, Santo`s, Saldívar, Demon`s, Carmonas, Mil Máscaras, los Macías, los Pipinos, los Cavernarios y Místicos; los Medeles, y las Chiquitas ,y decenas más de verdaderos ídolos abonen a una causa y logren transmitir lo esencial: el deporte ayuda, aleja a los jóvenes e incluso niñas y niños de los vicios. La situación actual amerita todo el poder del Estado y la participación de la sociedad para heredarle a los hijos e hijas un mundo mejor alejándolos de cualquier adicción. “Respetable público: Lucharán a dos de tres caídas sin límite de tiempo. Peleaaarán diez rounds. En esta esquina… El Santo, el Cavernario, Blue Demon y el Bulldog…y así”
*Director General de Factor D Consultores
Fotos: El Hijo del Santo FB
Foto: Especial
En 2022 se rompió el Récord Guinness en la Ciudad de México al reunir a más de 14 mil participantes en la clase de box más grande del mundo. Foto: Especial
