En las manos del maestro alfarero, la arcilla toma vida, se expresa, respira y nos dice.
Fotos: Especial
La Jornada Morelos (Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin permiso expreso de los editores)
En las manos del maestro alfarero, la arcilla toma vida, se expresa, respira y nos dice.
Fotos: Especial