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Eugenio Marín, director ejecutivo de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), tiene claro que lo más difícil para potenciar empresas y emprendimientos, hacer que trasciendan de un nicho primario, no son las cuestiones políticas o económicas, ni las coyunturas y discursos, sino cambiar la mentalidad de los productores, primero para que visualicen la verdadera importancia de su empresa en un contexto cada vez más globalizado e interdependiente y, después, que asuman a la ciencia y tecnología como sus aliadas y que el apoyo para hacerlos crecer no necesariamente tiene que venir, incluso, de su país ni de su gobierno.

En la actual realidad mundial la interdependencia va a la par de la necesidad no solo de insumos y materias primas, sino incluso de generar conocimiento y posibilidades regionales que ayuden a satisfacer necesidades del otro lado del mundo, en un horizonte que generalmente se escapa de la visión localista de productores, empresas y gobiernos, aunque estos formen parte esencial de la “ecología productiva”, regional, nacional y global.

Eugenio Marín, mexicano egresado de la UNAM, especializado en Mecatrónica, cuya pasión como emprendedor lo ha llevado a desarrollar más de 800 empresas mexicanas de base tecnológica en su escalamiento internacional que, a su vez, lo llevó a ser el director ejecutivo de TechBA (Aerospace, Madrid y Montreal), asegura que lo más difícil para proyectar un emprendimiento o una empresa “es el cambio de mentalidad, eso es lo más complejo; los mecanismos, las tecnologías ya existen, el tema es cómo impulsarlos y que la gente se crea campeona, que se creen casos de éxito que jalen”.

Una fundación neutral

La Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia puede tener un nombre engañoso, pues no es una asociación académica ni puramente científica, sino una organización que busca “que la innovación y la tecnología sirvan a la sociedad para resolver problemáticas que atañen a los dos países, tanto a México como los Estados Unidos; lo que estamos buscando es convertir a México y Estados Unidos en la región más inclusiva y competitiva del mundo”, pero no de una manera excluyente ni intervencionista pues igual reciben fondos de otros países, y se declaran políticamente neutrales.

“La fundación siempre se ha manejado con una organización muy neutral políticamente hablando, nosotros trabajamos con el gobierno que sea y del color que sea. La verdad es que no nos importa mucho mientras las cosas se logren para el beneficio de la sociedad. Trabajamos con las empresas y con la gente, que son los emprendedores y que son los que realmente hacen que sucedan las cosas”.

Por lo mismo, para la FUMEC prefiere trabajar en la triple hélice -administración pública, empresas y universidades- mediante la cual se logra articular un ecosistema de intereses mutuos de beneficios, inicialmente locales pero que se perfilan hacia una proyección internacional, que es hacia donde se proyectan los resultados y en donde radican los mayores beneficios.

FUMEC es un caso de éxito en sí

En sus más de tres década de operación, la Fundación ha atendido a más de 5 mil empresarios a través de programas de aceleración nacional e internacional, a más de mil 300 a través de programas de la propia Fundación que también ha acompañado a otros mil emprendedores. En total, a través de sus programas, ha canalizado más de 3 mil 500 millones de pesos entre recursos públicos y privados.

Su labor le ha valido diversos reconocimientos internacionales (de la Stanfor University y de la Univerity Business Incubator, por ejemplo) y del gobierno mexicano, con galardones PyME en dos años consecutivos.

“En estos 33 años, la fundación ha hecho muchísimos proyectos de diversa índole, muchos vinculados a temas de desarrollo de talento e iniciativas de colaboración entre ambos países a nivel de investigación, de intercambio de investigadores en su momento trabajamos proyectos con la National Science Foundation, del lado de Estados Unidos, y con el CONACyT del lado de México.

“Fuimos pioneros en desarrollo de las aceleradoras de empresas de bases tecnológica en México hemos acelerado más de 6 mil PyMES mexicanas en este periodo en diferentes rubros, desde frase de tecnologías de información, software. Hasta empresas del sector aeroespacial automotriz, de salud, farmacéutico, tecnologías limpias, electrónica avanzada, en fin, son muchísimos sectores en los que hemos participado.

“Además ayudamos a proyectos regionales, es decir, por ejemplo en su momento hicimos todas las agendas estatales de innovación: junto con el CONCyT fuimos la entidad que desarrolló con una metodología ese trabajo y son agendas que siguen vigentes al día de hoy en muchas entidades y todavía algunos muchos estados las han tomado como guía para el desarrollo de sus planes estatales de innovación en materia de ciencia y tecnología.

“Hemos desarrollado roadmaps en sectores tecnológicos, el más reciente que acabamos de hacer es en el sector de semiconductores. No para poder tener una base de trabajo en diferentes Estados que tienen una oportunidad de concertar oportunidades en el sector y colocar a México en el en esta oportunidad de oro que se tiene hoy para para consolidar el sector de semiconductores en todo Norteamérica.

Una oportunidad dorada

De acuerdo a Eugenio Marín, México está en el umbral de una oportunidad dorada gracias a la globalización y a la necesidad, en prácticamente todos los rubros de la vida moderna, de los semiconductores, que forman parte de implementos tan necesarios como los teléfonos celulares, los automóviles y hasta de los hornos de microondas.

“Justo por el reacomodo de las cadenas de suministro globales, la guerra comercial de China a nivel mundial, pues se han reacomodado también las inversiones en este sector porque pues al final existe una muy clara dependencia con el China y Taiwán, pero con Taiwán, por ejemplo, pues ellos mismos están diversificando su capacidad en otros países, y hasta han invirtiendo en los Estados Unidos, en nuevas plantas y en otras naciones asiáticas para poder diversificar esa capacidad y que no haya un riesgo potencial. Y es una invasión de China, Taiwán o de donde fuera, pues que esas cadenas queden quedar ‘coaguladas’ en un momento dado, como ya se vio en la pandemia, lo que puede ser un impedimento para que lleguen productos de los que dependen otros cientos de miles de manufacturas.

Los semiconductores prácticamente están en todos los productos manufacturados que existen, esa es la realidad: electrodomésticos, vehículos, transporte, electricidad, agua, , todo lo que tenga un control electrónico generalmente utiliza semiconductores. Y ya no llamemos entretenimiento, computadoras, smartphones, absolutamente todo, entonces es una tecnología clave y crucial para el mundo, para la humanidad”.

Y es una ventana de oportunidad para México y para sus empresas.

Empecemos en casa

La FUMEC nació con el Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México y se conforma por dos organizaciones, una norteamericana y otra mexicana, que comparten una misma Junta de Gobierno, lo que le da su característica de binacional; se fundó primero en Estados Unidos en 1992 y, al año siguiente, en México.

En estos 33 años, la Fundación ha realizado diversos proyectos de múltiples naturalezas, muchos vinculados a temas de desarrollo de talento e iniciativas de colaboración entre ambos países a nivel de investigación, de intercambio de investigadores “en su momento trabajamos proyectos con la National Science Foundation, lado de Estados Unidos, con el CONACyT del lado de México”.

“Fuimos pioneros en el desarrollo de las aceleradoras de empresas de bases tecnológica en México; hemos acelerado más de 6 mil PYMES mexicanas en este periodo en diferentes rubros, desde frase de tecnologías de información y software, hasta empresas del sector aeroespacial, automotriz, salud y farmacéutico, tecnologías limpias y hasta electrónica avanzada”.

“Además, ayudamos a proyectos regionales, en su momento hicimos todas las agendas estatales de innovación. Junto con el CONACyT fuimos la entidad que desarrolló con una metodología ese trabajo y son agendas que siguen vigentes al día de hoy en muchos de los estados, las han tomado como guía para el desarrollo de sus planes estatales de innovación en materia de ciencia y tecnología”.

“Trabajamos en el contexto de los programas regionales también del sector de alimentos: hemos hecho varios proyectos muy interesantes en diferentes regiones de México. en cadenas de valor específicas, como con el coco, el mango, el chile habanero, alimentos procesados, alimentos frescos con tecnología y empaque. De hecho, somos un ente certificador de programas de global food marketGlobal Market Food– para empresas y productores que buscan llevar sus productos al anaquel y que tengan menos intermediarios procesos, para programas de convertir a los productores en microempresarios en zonas rurales”.

“En el estado de Morelos hemos colaborado muchos años; hemos trabajado con empresas de diferentes sectores del sector agro, del sector automotriz, del sector farmacéutico, biotecnología, que es un tema fuerte en el estado. Hemos ayudado a integrar capacidades a los centros de investigación de algunas universidades con las que hemos colaborado”.

Implementación sustentable en Morelos

No solo por ser un requerimiento internacional, la ecología es una directriz de la fundación y la FUEC ya tiene historia en nuestro estado “hemos apoyado empresas del sector ecoturismo, por ejemplo, con el tema de sustentabilidad. Me viene a la mente una empresa que apoyamos en su momento de energía solar de calentadores solares que fue muy exitoso y que ha ayudado mucho en toda la transición energética, no solo para el uso eficiente de energía dentro de los hogares y las industrias. No puedes pensar en un desarrollo de infraestructura para turismo sin pensar en la eco sustentabilidad. Nosotros trabajamos con empresas midiendo huellas de carbono y huella hídrica”.

“Para el estado de Morelos, por ejemplo, en insumos como la caña de azúcar, ya hemos trabajado muy fuertemente con el Grupo Cañero del sur de Tamaulipas, ayudando ahí a estructurar un modelo de gobernanza y de transformación de la producción de caña de azúcar para que tuviera un nivel internacional que cumpliera con las certificaciones necesarias con las que los clientes no solo se beneficiaran, sino que los productores tuvieran más oportunidades de vender su producto no solo al Ingenio sino también desarrollar pequeñas empresas de transformación de bagazo y de los productos derivados para poder tener un mercado de acceso distinto. Para que no solo tengan esta visión de del productor ‘de la tierra al ingenio’, sino de la tierra a diferentes clientes”.

La gente, más allá de la política

Aunque aquella “triple hélice” virtuosa -academia, empresa, gobierno- es un moderno paradigma, Gabriel Marín prefiere la “cuarta hélice”, en donde se suma el factor humano pues solo así es posible para hacer proyectos y programas, “porque es además es como potenciamos mejor los resultados”.

Pero la gente, los productores, los emprendedores están muy lejos de la alta política, aquella que establece tratados internacionales de comercio y requisitos para el comercio internacional, pero Marín prefiere ser pragmático, sobre todo tratándose de una institución internacional como la FUMEC: “hay que diferenciar lo que es discurso político de realidad actual, en Estados Unidos se entiende la parte de económica y el potencial y la relevancia de México como un aliado importante, sobre todo siendo el aliado comercial número uno de los Estados Unidos”.

“Lo que va a suceder es reforzar que utilizamos bien las reglas. El Tratado Libre -que es nuestro vehículo- un TEMEC en el que se cumplan las regulaciones para así poder fortalecer las industrias en México para que se pueda realmente hacerse un trading comercial, yo diría sano y, sobre todo, justo. Esa es la clave.”

En cuanto a la política mexicana, “hay cosas muy valiosas de lo que se está haciendo. Y yo creo que la nueva presidencia de México va a lograr consolidar cosas que el presidente López Obrador no pudo. Hay cosas importantes y positivas, hay gente con mucha capacidad. En el nuevo gabinete de la presidenta Sheinbaum hay personas clave que entienden perfectamente estos temas, entonces yo creo que va a haber oportunidades de lograr mejores cosas en este próximo ciclo”.

Y, en el caso de Morelos, como en el resto de las entidades federativas, también hay una ventana de oportunidad: “los gobiernos subnacionales juegan un rol primordial también; tienen un rol importantísimo para ayudar a que sus ciudades y empresas locales, sus instituciones, funcionen correctamente y que haya transparencia, que los temas regulatorios se ejecuten, se cumplan, que haya un mayor nivel de integración en correspondencia con el nivel federal”.

“No es tema de intervencionismo. Más bien yo diría, es un tema de colaboración. Lo que buscamos nosotros es trazar puentes de colaboración con el ecosistema de los Estados Unidos de ciencia, tecnología, innovación y comercial, entonces generalmente lo que hacemos es vincular estos grupos de México, Estados Unidos para que tenga beneficiarios útiles a las empresas mismas. Lo que se busca es acceso a mercados, tracción comercial; se busca acelerar el crecimiento de las empresas, internacionalizar sus ofertas. Buscamos que haya una mayor consolidación regional para que las cadenas de valor se puedan fortalecer de una forma más regional”.

Sin fines de lucro, pero sin ganas de perder

Marín asegura que el dinero no es problema, no lo tiene que aportar el municipio, el estado o la federación cuando un emprendimiento es viable, “somos una organización sin fines de lucro, pero también sin ánimo de perdida, porque nuestros programas se financian: siempre buscamos financiamiento a los proyectos. Los recursos los encontramos en o fuera de México, eso no importa, lo que importa es que las voluntades y la mentalidad se alineen. Con y sin recursos, la verdad es que a veces uno piensa que todo es dinero, pero eso no es cierto. Es voluntad, a veces voluntad política; la pura voluntad política ayuda a destrabar cosas más importantes de forma que el dinero no podría hacerlo. No todos son recursos líquidos, pecuniarios, a veces también son las infraestructuras existentes, pero las voluntades de colaboración y el poner las mentes en una misma estrategia eso es lo más difícil. Ese es el riesgo más difícil en México: que haya un sesgo en este ese intento de colaboración”.

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Eugenio Marín, director ejecutivo de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC). Foto: Cortesía

Los semiconductores son una “oportunidad de oro” para México. Imagen: Periferia.ar

Los calentadores solares, un caso de éxito en Morelos. Foto: mundosolargdt.com

Como parte de la “cuarta hélice”, la academia es un factor esencial para lograr éxito en los programas que impulsa la FUMEC. Foto: FB Facultad de Contaduría, Administración e Informática-UAEM.