Con el paso del tiempo, nuestras queridas mascotas envejecen, y al igual que los humanos, requieren cuidados especiales para mantener su calidad de vida. Los perros y gatos mayores —generalmente a partir de los 7 u 8 años dependiendo la raza — pueden presentar cambios físicos y emocionales que necesitan nuestra atención y adaptación de su rutina diaria.
1. Visitas veterinarias más frecuentes
A medida que envejecen, es recomendable llevar a nuestras mascotas al veterinario al menos dos veces al año. Estas visitas permiten detectar a tiempo problemas comunes como artritis, enfermedades cardíacas, renales o dentales, y ajustar tratamientos o alimentación si es necesario. Estas visitas deben de incluir análisis de sangre ya que hay enfermedades que no muestran síntomas hasta que son muy avanzadas.
2. Alimentación adaptada
Los animales mayores necesitan una dieta especial que apoye la salud de sus órganos, su peso y su energía. Existen alimentos formulados específicamente para mascotas senior, con menor contenido calórico, más fibra y suplementos como glucosamina para las articulaciones.
3. Ejercicio moderado y constante
El ejercicio sigue siendo clave, pero debe adaptarse al nivel de energía y condición física de la mascota. Paseos más cortos pero frecuentes, juegos suaves y momentos de estimulación mental ayudarán a mantenerlos activos sin forzarlos.
4. Mayor comodidad en casa
Coloca su cama en un lugar cálido, de fácil acceso y lejos de corrientes de aire. Si tiene dificultad para subir escaleras o al sofá, considera rampas o escalones. Los suelos resbalosos pueden representar un riesgo, así que una alfombra antideslizante también es una buena inversión.
5. Atención al comportamiento
Cambios de comportamiento como irritabilidad, desorientación o menor interacción pueden ser señales de dolor o deterioro cognitivo. No los ignores: es importante comentarlos con el veterinario y brindar paciencia, comprensión y cariño.
6. Rutina estable y amor constante
Los animales mayores valoran mucho la estabilidad. Trata de mantener horarios fijos para sus comidas, paseos y descanso. Esto les da seguridad y disminuye el estrés. Pero, sobre todo, no olvides que el amor, la compañía y la atención diaria son el mejor remedio contra el paso del tiempo.
Cuidar a una mascota en su vejez es un acto de amor que refleja todo lo que ellos nos han dado. Con pequeños cambios y mucha empatía, podemos hacer que sus años dorados sean verdaderamente felices.
No descuides su alimentación, su higiene ni su salud
*MVZ. Tu veterinaria preferida
