

Un incremento del 300 por ciento en la instalación de puestos de artesanía y comercio registra “La Tradicional Feria de La Candelaria de Tlaquiltenango”, donde además se cuenta con la expectativa de superar la visita de más de 25 mil personas diarias; así lo dio a conocer el presidente municipal, Enrique Alonso Plascencia, quien además confió en que se espera una derrama económica importante.
Además, se recuperaron espacios para promocionar espectáculos para diversos gustos y que contemplan el ámbito familiar, cultural y popular, con tres lugares para el desarrollo de estos, el centro, el “Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán” y el Lienzo Charro.

Alrededor de las 11:30 horas del domingo pasado, el edil, Enrique Alonso, cabildo e invitados, realizaron el corte de listón de la tradicional feria del popularmente llamado “municipio grande”, donde se desarrolló una cabalgada que, de acuerdo con cifras oficiales reunió a por lo menos mil 500 jinetes a caballo y hasta un burrito, para realizar por la noche la presentación estelar de la feria en un baile popular amenizado por “Los Dos Carnales”.
Por la tarde, también se dio apertura del citado exconvento, mismo que permaneció en remodelación más de siete años, derivado de que resultó afectado por el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
“Colocamos también juegos que no se habían instalado en el “municipio grande”, pueden corroborarlo, son de calidad y todo a mitad de precio”, en comparación con el costo que se ha cobrado en los municipios aledaños de Zacatepec y Jojutla, comentó.
Enrique Alonso, aceptó que no habían realizado el cálculo de la “derrama económica”, pero se dijo confiado que será una feria “muy benéfica” para todo el centro y rancherías de Tlaquiltenango, ya que hay artesanos y productores de miel y diversos productos que llegan de las rancherías a exponer y fueron colocados en las calles de tradición, Morelos, la frontal, de acceso y lateral del exconvento, aunado al atrio del mismo.

La feria tiene participación de artesanos de lugares como Oaxaca, Guerrero, Tlaxcala y diversos lugares del país, algunos con 35 años participando, el caso del expositor de trastes de barro verde proveniente de Oaxaca. De hecho, al respecto, el edil lamentó que hubo una “demanda exagerada” para instalarse en la feria, pues por tradición se llegaban a instalar un promedio de 50 puestos y ahora fueron alrededor de 150, es decir, se incrementó en un 300 por ciento y hubo “más de 100 que se quedaron sin espacio, pero vamos a lograr algo diferente para el próximo año —prometió— para que haya más espacio”.
En cuanto a la seguridad, afirmó que hay “plena coordinación con el estado y la federación, muy dignificada…”, por lo que agradeció a los responsables, principalmente, a la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia Calderón, “por su calidad y calidez que siempre ha mostrado con nosotros, ha dado esa confianza para seguir trabajando”. Se cuenta con presencia de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional, la policía estatal y la local, “para que esta feria sea 100 por ciento familiar”, concluyó.
