loader image

 

Una red para la defensa de la riqueza cultural de Morelos

 

Hace diez años, en 2014, nació el grupo Conservación de Patrimonio Cultural de Yautepec, con la idea de difundir su historia. Su inicio fue exitoso, pues por entonces, no solo en Morelos sino en México, pocas eran las páginas de Facebook dedicadas a la puesta en valor de la riqueza cultural de las comunidades. Poco antes y durante la pandemia, fueron innumerables las páginas que surgieron en nuestra entidad, muchas de ellas creadas por cronistas, historiadores, gestoras culturales, mayordomías, comparsas, y agrupaciones artísticas y culturales de diversa índole y objetivos bien diferenciados.

Para la creación del grupo, me inspiré en El Caballito Conservación, grupo fundado un año antes, el 21 de Septiembre de 2013, por Guillermo Tovar de Teresa y por Lucía Ruanova Abedrop para denunciar las afectaciones del gobierno del entonces Distrito Federal a la escultura conocida popularmente como “El Caballito”, realizada por Manuel Tolsá en 1803. Se trataba de un esfuerzo singular y pionero en México, por medio de una red social, en defensa del patrimonio cultural, ejemplo de movilización ciudadana, cuyos resultados fueron positivos para ese monumento emblemático de la ciudad capital.

Durante poco más de tres años, el grupo suscitó debates y felices encuentros. Y ha sido así como se fueron sumando coadministradores, entre los que destacan: Fernando Hidalgo Domínguez, Nora Brie Gowland, Jesús Zavaleta Castro, Bárbara Martínez, Fernando Soto vidal, Miguel Ángel Alarcón Urbán, Armando Josué López Benítez, Maria del Rosio García, Víctor Hugo Sánchez Resendiz, Isadora Escobedo, José Miguel Rueda, Moisés Cruz, Miguel Ángel Alarcón, Jesús Guerra Sánchez, Pablo Hernández, Abdi R. Vazquez, Miguel Izquierdo, Marisol Lara, Fernando Ruíz Vázquez, Alejandra Rangel, Miguel Arenas, Anahí García Valadez, Óscar Cortés Palma, Patricia Tello, Carlos Lara G, Carlos Villaseñor, Héctor Zetina, Armín Jesús López Parra, y los muy extrañados siempre Adalberto Ríos Szalay y Juan Antonio Siller.

Esos fueron los antecedentes directos del grupo que, luego del sismo del 19 de septiembre de 2017, los administradores del grupo determinamos cambiar su nombre. Decidimos ampliarlo en su cobertura, pues al ser una ventana estatal de difusión no oficiial, se volviá un instrumento de comunicación, de crítica y de acción política para denunciar irregularidades de las autoridades ante la destrucción y severas afectaciones al patrimonio edificado y la irrupción de muchos de los procesos culturales comunitarios de la entidad.

Actualmente el grupo está conformado por más de cinco mil personas originarias, migrantes o residentes de Morelos, México, y de países extranjeros como Estados Unidos, funciona como un espacio que interactúa con los contenidos de otras páginas, y con hermanamientos notables con la Sociedad para el Patrimonio Cultural A.C, Artistas de Morelos Magazine y Artes por todas Partes de Morelos.

En aquellos momentos consideramos que después de atender de manera prioritaria las necesidades de ayuda humanitaria a la población, se imponía en la agenda pública una mirada más amplia por la defensa, investigación, restauración, difusión, protección y salvaguardia del patrimonio cultural natural, material e inmaterial de nuestro estado en su contexto regional y nacional, contribuyendo al fortalecimiento de las identidades y las memorias colectivas.

Por supuesto que ya lo veníamos haciendo, pero en el contexto del desastre ocasionado por el sismo se trataba de evitar la barbarie de la demolición que sin dictámenes resultó a una amenaza latente y consumada.

Después de la valoración de las instituciones y sus expertos, específicamente del INAH, aunque no se puede desestimar la participación de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, la gradual restauración y conservación es un hito en la historia del patrimonio cultural morelenses, porque sí, de otra manera muchos inmuebles difícilmente hubieran visto su redignificación de manera integral, como el caso de los exconventos o el exhospital de la Santa Cruz en Oaxtepec.

Entonces advertimos de manera pública que Morelos no puede reducirse a un lugar para el turismo de albercas, que Morelos, en principio debe conservarse y gestionarse para el bienestar y la calidad de vida de los morelenses. Hicimos un llamado para que las y los morelenses trabajáramos en la reconstrucción de nuestro patrimonio histórico.

Sabíamos que era un reto físico y económico, pero sobretodo se trató de una tarea ética para restaurar la dignidad moral de nuestra identidad, su legado histórico y cultural. Muchos de quienes conformamos la agrupación nos dedicamos a gestionar recursos, impartir talleres, crear centros de acopio, documentar el proceso y las afectaciones en nuestras comunidades, con el apoyo de especialistas provenientes de instituciones como la Facultad de Arquitectura de la UNAM, o de periodistas que se volvieron aliades para denunciar a nivel local y nacional diversos casos y contextos de corrupción.

Este grupo sostiene su compromiso de contribuir a la reflexión y acciones colectivas para gestionar recursos y vigilar el trabajo de las diferentes instituciones en el tema del desarrollo cultural y del patrimonio, en el marco de la legislación nacional vigente y en los acuerdos y convenciones internacionales suscritos por México.

En ése sentido, creemos que ante la amenaza de afectación de los bienes patrimoniales, por negligencia, irresponsabilidad u omisión de las autoridades, este espacio nos seguirá permitiendo generar procesos de interlocución con las diversas instituciones, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través de su representación en Morelos, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la UAEM, la UNAM, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la República, la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Morelos, los ayuntamientos, los ejidos, medios de difusión, mayordomías, centros culturales, guías de turiasta, organismos de la sociedad civil, promotores y grupos artísticos y culturales, así como expertos y especialistas en la materia.

Han pasado 10 años, y todo ha sido posible gracias al trabajo colectivo. Y hemos difundido cientos de miles de actividades, eventos y actividades culturales, notas periodísticas, libros digitales, transmisiones de eventos, y lo más importante, hemos contribuido, modestamente, a evitar ciertas atrocidades contra los patrimonios locales, sobre todo aquellos que no poseen declaratorias. De las derrotas hemos hablado en otros momentos. Hoy celebramos el encuentro. Por todo ello, larga vida al grupo Conservación del Patrimonio Cultural del estado de Morelos.

Si no es cultural, colectiva, participativa, no es transformación.

Gustavo Yitzaac Garibay