

I. SENSIBILIDAD. Solidaridad, protección y cuidado, asistencia interinstitucional, acompañamiento efectivo y colaboración inmediata; principios elementales con que se debe tratar el tema de la desaparición de personas, entendido esto en sus modalidades diversas; así tenemos que la parte oficial ésta obligada a otorgar los lineamientos, normativa, instrumentos legales, creación de los organismos especializados y el apoyo con recursos suficientes debidamente etiquetados para que sean invertidos en tareas de búsquedas bajo el principio de presunción de vida; los familiares en calidad de víctimas indirectas y los Colectivos experimentados en labores de campo para las búsquedas, tienen que encontrar eco en sus demandas, y a la vez, la socialización del tema involucra a una sociedad necesariamente empática con quienes sufren afectaciones en sus núcleos familiares.
Es un asunto mayor el mencionado, el fenómeno por sí mismo implica complejidades cuando se han diversificado las conductas o formas para cometerse, nadie queda exento de tan deleznable ilícito que, cometido por particulares o por autoridades, finaliza en un viacrucis para las víctimas; esto lo debemos entender a la par de sumarnos a las potenciales posibilidades de encontrar con vida a quienes hoy no han regresado a sus hogares. El resultado desde las estrategias de seguridad pública, imponen saber que las cuarenta y ocho horas posteriores a la ausencia de una persona, son vitales, cruciales para lograr su localización y esenciales para alcanzar justicia en contra de los responsables.

II. SECUELAS. Daños colaterales y complicaciones en el devenir de los connacionales que están regresando por propio píe o que se encuentran en situación de calle ahora mismo en territorio norteamericano; ya lucen cerrados los espacios llamados santuarios para migrantes de otras latitudes entre ellos los mexicanos, ya se han extinguido las políticas de protección a un mínimo de derechos humanitarios en pro de las comunidades de migrantes; ya coexisten más medidas de contención violentas y agresivas en las fronteras de EUA con México y, se continúa vulnerando a la fuerza de trabajo o mano de obra con la que durante décadas ese país se ha enriquecido.
La explotación del hombre por el hombre tiene plena vigencia desde siempre en el paraíso de quienes han cambiado su lugar de origen por el sueño americano; la realidad los ubica en este instante en una verdadera pesadilla, miles dejaron sus bienes, otros más, tuvieron que abandonar a sus familias, los que padecen aún éste episodio apocalíptico, se encuentran recluidos en los centros penitenciarios sin un defensor, alimentos ni atenciones básicas, con riesgo muchos, de llegar a los confinamientos de Guantánamo en Cuba, al lado de terroristas y otros criminales de elevado rango. Esta es la peor crisis que hemos vivido por las políticas migratorias que seguramente, afectarán no sólo con la imposición de aranceles, sino también, con la disminución de remesas.
III. ACCIONES. Programas, proyectos, planes, espacios y oportunidades de sostenimiento digno, es lo que se requiere en corto, mediano y largo plazo, para enfrentar la crisis de una política internacional como la que enfrenta nuestra patria. La unidad nacional debe pasar del discurso a la práctica sin resistencia de intereses que solo abonan a mayor riesgo y desgaste en el entorno socio político y económico. El conglomerado de las mayorías, está atento, expectante, proactivo y participativo de lo que se determine desde las instituciones garantes de la tranquilidad, paz social, desarrollo y crecimiento.
Llevar la contraria, atacar con el hígado, conciliar con las posturas extranjeras, apoyar las aberraciones esgrimidas por el Hitler del momento, acompañar o aplaudir las ocurrencias que a diario emite ese individuo con el afán de asumirse como el titular de la única verdad, líder mundial o el representante de la raza imperial, es muestra palpable de que en México existen dos bandos, uno patriota y otro traidor a la nación. Sin duda que, la dinámica social nos debe concitar a la reconciliación y el acompañamiento solidario como uno sólo, para los próximos días en que seguirán dándose los fragores de ésta batalla que sólo abona agravios en contra de quienes menos tienen.
IV. ESTIAJE. Falta de agua potable, manantiales, ríos y otros afluentes secos o contaminados, explotación del recurso sin planificación, sustentabilidad inexistente en la disposición del vital líquido, etcétera, etcétera, el fin primario y último de las políticas públicas para alcanzar niveles de respuesta a los reclamos ciudadanos relacionados con el tópico, entraña un acompañamiento social indispensable; es un segundo de reflexión a cambio de la vida misma de quienes requerimos del elemento referido para existir.
Sin agua, aire respirable en condición del vital oxígeno, tierra cultivable y fuego controlable, la permanencia en el globo terráqueo se hace imposible; las generaciones presentes y futuras, tenemos la obligación de cuidar al planeta, quien le deja todo a la autoridad, le apuesta a la justificación fácil sin posibilidad de que la cultura de prevención, rescate y remediación del medio ambiente, tenga efectivos e inmediatos resultados positivos para atemperar los daños que le hemos producido consiente e inconscientemente, a los cuatro elementos indispensables para todos y todo.
1000 PALABRAS: Cuando el dolor humano se manipula, utiliza y politiza, la realidad es torcida para beneficio de quienes atentan contra la gobernabilidad de un pueblo democrático; las circunstancias y consecuencias lamentables, que se tienen desde hace décadas por la encarnizada lucha de poder entre carteles criminales, no debe interpretarse con posturas de subjetivas culpas y sí de reflexiones, que nos lleven a reconocer en qué momento perdimos desde la familia, los valores y principios que en otros ayeres nos daban la paz, tranquilidad y fraternidad en el seno de esa base de la sociedad.
