Los últimos treinta y tres de su vida Adolfo Mexiac y su esposa Patricia Salas vivieron en Cuernavaca, ambos realizaron proyectos de murales, grabados, litografías, esculturas y pintura en caballete.
La de Mexiac es la vida de un hombre sencillo, trabajador rebelde y comprometido. Con entusiasmo compartía con estudiantes sus conocimientos artísticos, formando talleres en que enseñaba a sus alumnos. Creador de colectivos, lo recordó Alberto Híjar el crítico de arte, en su intervención en Programa Académico Mexiac, que tiene lugar en el MUNAL y que acompaña la generosa donación de obra del maestro Mexiac, de la cual más adelante daremos información. Un trabajador plástico que revolucionó las técnicas con las que realizó su extensa obra, -Tal como lo hizo Siqueiros- afirmó Híjar -relacionó ciencia y arte.
Recorrer el estudio del pintor, es hoy una aventura por la cantidad de trabajo que aún mantiene su presencia. Un bello mural engalana una de las paredes bañadas de luz con la excelente luminosidad de Cuernavaca. En el estudio también encontramos obras de su compañera Patricia Salas, ambos compartieron la pasión de la creatividad. Ella perteneció al Grupo SUMA de los años 70, egresada de la Academia de San Carlos ENAP-UNAM.
Su esposa y cómplice de vida mandó construir una casa para guardar la prolífera obra de su compañero; acomodados en estantes se encuentran óleos de gran formato, bocetos de murales, litografías, grabados, esculturas, carteles, documentos y libros.
En los últimos años de vida, el maestro fue perdiendo la vista debido a una macula, Patricia le compró una tablet en la cual -gracias a su luminosidad- podía dibujar, los nietos le enseñaron a usar programas de internet y Adolfo emprendió con empeño la creación de varios dibujos que le dieron la dicha de la creación. Sus grandes y dolorosas perdidas como la muerte de su segundo hijo (2002) -afirmó Patricia Salas en su participación en el Programa Académico-, la encaró trabajando el mural “Las montañas de Michoacán” en el Palacio Clavijero, en Morelia, Michoacán. La ocupación laboral -sostiene– siempre fue la forma en que pudo transformar el dolor. Patricia Salas recordó anécdotas de su compañero, la manera en que ambos trabajaron en murales; en compañía siempre viva de su relación amorosa y de trabajo. Recordó que su abuela le enseñó a amar la naturaleza, lo que se expresa en sus cuadros.
Muralista, grabador, litografista, con diversas técnicas expresó su posición de denuncia: crítica social y política con sentido comprometido y rebelde. Paisajes y personajes del campo y la ciudad manifiestan su formación en el Taller de Gráfica Popular TGP, en la Escuela de Artes del Libro y su trabajo en el Instituto Nacional Indigenista, en Chiapas.
Entre sus obras emblemáticas se encuentra “Libertad de expresión” (1954), la cara de un tsotsil con un candado y cadena amordazándole la boca, el grabado fue retomado por el movimiento estudiantil popular del 68 y dio vuelta al mundo. Patricia Salas cuenta la visita de un chino a Mexiac quien al ver “Libertad de expresión” la reconoció, pues en China se le conocía. Actualmente se encuentra, también donada al Museo Reina Sofía de Madrid.
El 24 de agosto Patricia Salas donó al MUNAL y al Museo de la Estampa 126 obras, 84 grabados y 44 dibujos inaugurando la exposición “Mexiac: Legado de libertad”. Patricia explica que tiene obra muy valiosa de su marido, lo que es una gran responsabilidad, de allí la donación. También quiere dar al CEMIDIAP: documentos, cartas, programas de exposiciones, libros. Un acervo que desea sea para el pueblo de México.
En tres años se cumplen cien del nacimiento del pintor -1927-2019, nació en Cuto de la Esperanza, municipio de Morelia, Michoacán-, ella espera que Claudia Curiel de Icaza, próxima titular de Cultura Federal realice una magna exposición en Bellas Artes que contenga murales, grabados, gráfica, pintura de caballete, incluyendo trabajo artesanal de tapetes y cerámica. Hasta ahora Mexiac no ha tenido una exposición en Bellas Artes, sostiene Patricia Salas, quien afirma que se cuenta con tres años para organizarla con la calidad del pintor y de Bellas Artes.
Acompañando la donación se llevan a cabo ponencias en el MUNAL, participan, el curador David Caliz, el maestro Alberto Híjar, Patricia Salas, Eduardo Espinoza y Alma Barbosa quienes analizan distintos aspectos del homenajeado.
En Cuernavaca en el Museo Juan Soriano se inauguró la exposición “Entre los árboles” con la participación de obras de Guillermo Monroy, Cazares Campo, Mexiac y Patricia Salas entre otros exponentes.
Es un gusto que la obra de Mexiac esté expuesta en tres museos simultáneamente; MUNAL, MUNAE y Soriano un merecido reconocimiento a la obra de un hombre que legó una obra riquísima a México y que forma parte de los artistas orgullo de Cuernavaca.
¡Justicia para Mafer!
¡Alto el genocidio en Gaza!
Adolfo Mexiac y su esposa, Patricia Salas. Foto cortesía de la autora