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Davo Valdés de la Campa

El año pasado (2022) después de siete años, la banda mexicana Ampersan anunció el estreno de su nuevo disco de estudio: 6 Conejo: un proyecto volcado a celebrar la poesía y su vínculo indisociable con la música. No es la primera vez que Zindu Cano y Kevin García utilizan y reimaginan textos poéticos. El camino se remonta a hace poco más de 14 años cuando ambos participaron en un taller de musicalización de poemas que Ricardo Yáñez (quien de hecho los bautizó como Ampersan) impartía en Guadalajara, Jalisco. En este taller nació una tendencia irrevocable de mirar a la enorme tradición lírica y desde su sonido único, recuperar gran parte del legado poético de escritores, cantores y versadores de la palabra que se extiende por toda Latinoamérica. Por ejemplo, en su primer disco Flor de Biznaga a través de la mezcla de jaranas, violines, samples y guitarras eléctricas fusionaron su música con poemas de Nezahualcóyotl, Orlando Guillén y Leonel Rugama.

En Conejo 6 la poesía se vuelve un elemento central que viaja a través de la propuesta sonora que fusiona música electrónica y elementos de la música tradicional de América. El álbum contó con la participación de productores como Pedro Canale de Chancha Vía Circuito, músico, compositor y DJ argentino que fusiona el folclore, la cumbia colombiana y la música electrónica; Jerónimo González de Last Jerónimo y Sonex; Marcol, Nirl Cano y Juan Pablo Villa. Además, cuenta con la colaboración de diversos músicos como Manu Quintans, Ernesto Cano Lomelí, Rubén Albarrán y el maravilloso arpista Celso Duarte. Además de incluir poemas de Miguel León Portilla, Nicolás Guillén, Luis Palés Matos, Ricardo Yáñez, Natalio Hernández y la profeta María Sabina.

Por múltiples razones la presentación del disco no había podido realizarse de manera formal, ya fuera por rezagos de la pandemia o por giras que Ampersan emprendió a Europa y Estados Unidos. Pero la cita por fin se concretó el pasado 5 de mayo en el Teatro de la Ciudad de México “Esperanza Iris” y debo decir que la espera valió la pena.

El concierto no sólo fue el parto oficial de 6 Conejo sino que sirvió para celebrar casi 16 años de trayectoria de la banda. Y como todo gran festejo mexicano Kevin y Zindu tiraron la casa por la ventana.

Para empezar el concierto contó con la full band que incluye a músicos maravillosos como Sergio Medrano, Nirl Cano y Sauleme Otonowa. El concierto inició pasadas las 8:30 y arrancó con un popurrí de algunos de sus temas más emblemáticos como “Colores”, “Tres pesos” y “Noche de fuego”, estos dos últimos de su disco Autorreverse.

Es difícil elegir los mejores momentos de este memorable concierto. Los invitados no dejaron de aparecer en el escenario, desde la finísima colaboración en vivo de Pio Cineamano, pasando por las rimas de Lengualerta, la imponente presencia de Leika Mochán, el zapateado de Lucía Torres, el talento de Diego Franco, el poderío de Celso Duarte, la inigualable voz de Juan Pablo Villa, hasta la enorme voz de Rubén Albarrán de Café Tacvba en “Cuando muere una lengua”. Cada uno de los invitados en sí mismos encarnan una constelación sonora única y en vivo lograron una noche de clímax constantes. No obstante uno de los momentos más altos surgió en colaboración de Alejandro Méndez del grupo Tribu, con quien interpretaron dos temas inéditos de lo que será su siguiente producción, un álbum inspirado en la cultura wixárika, que conjunta experimentación de instrumentos de pueblos originarios y tecnologías musicales tales como sintetizadores, secuenciadores, samplers y procesadores de efectos.

Más de dos horas duró la presentación de 6 Conejo, una noche inolvidable que reunió en el público a escritores como Mónica Nepote, el mismo Ricardo Yáñez y músicos como David Aguilar o Ismael Peña de Neoplen, quienes en conjunto acudieron a rendir tributo a una de las bandas más importantes de México, una banda que se ha caracterizado por su horizontalidad, su espíritu colaborativo, por su amor a la experimentación y su enorme aporte al rescate y difusión de la poesía. ¡Larga vida a Ampersan!

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