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Davo Valdés de la Campa

“¿Qué es la mirada? Ninguna palabra puede aproximarse a su extraña esencia. Y, sin embargo, la mirada existe. Incluso podría decirse que pocas realidades existen hasta tal punto. ¿Cuál es la diferencia entre los ojos que poseen una mirada y los ojos que no la poseen? Esta diferencia tiene un nombre: la vida. La vida comienza donde empieza la mirada”

Amelie Nothomb

“Primero fue la pérdida de un gran amor. Después la anestesia emocional que lo alejaba del dolor, el bloqueo de las emociones para evitar el dolor. Y más tarde, el descubrimiento de que ya no había vuelta atrás: con el suicidio de los sentimientos, la muerte de los sentidos era total”. Así comienza Diario de golondrina, novela de la autora belga, Amelie Nothomb, que por vez primera recurre a la voz masculina de un narrador y se aleja de su estilo autobiográfico tan particular. En una búsqueda para recuperar el placer un hombre se enfrenta a dos experiencias que lo transforman por completo: la primera la música de Radiohead y después, el asesinato al convertirse en un sicario, un asesino a sueldo profesional. La música lo detona toda. El narrador protagonista de esta novela lo describe de la siguiente forma: Lo que activó el mecanismo fue un disco de Radiohead. Se llamaba Amnesiac. El título le iba bien a mi destino, que resultaba ser una forma de amnesia sensorial. Lo compré. Lo escuché y no experimenté nada. Aquél era el efecto que, en adelante, me producía cualquier música. Ya empezaba a encogerme de hombros ante la idea de haberme procurado sesenta minutos suplementarios de nada cuando llegó la tercera canción, cuyo título hacía referencia a una puerta giratoria. Consistía en una sucesión de sonidos desconocidos, distribuidos con una sospechosa parsimonia. El título de la melodía le venía como anillo al dedo, ya que reconstruía la absurda atracción que siente el niño por las puertas giratorias, incapaz, si se había aventurado, de salirse de su ciclo. A priori, no había nada conmovedor en ello, pero descubrí, situada en la comisura del ojo, una lágrima.

La canción a la que hace referencia el personaje de Diario de golondrina es”Pulk/Pull Revolving Doors”. Como pasa comúnmente con las letras y la música de Radiohead, existen muchas teorías sobre el origen que la inspiró. Lo más probable es que la letra esté basada en un libro de las enciclopedias infantiles Childcraft de 1973 titulado How Things Work en la que un niño entiende cómo funcionan las puertas giratorias. En la letra también se hace alusión a diferentes tipos de puertas: There are doors that open by themselves/ There are sliding doors/ And there are secret doors.

“Pulk/Pull Revolving Doors” comenzó como un intento de grabar otra canción de nombre “True Love Waits”. Para esta canción incluyeron bucles de teclado grabados durante las sesiones de OK Computer. Para crear un bucle de cinta fantasmal se valieron de una técnica de grabación en la que desactivaron los cabezales de borrado de las grabadoras para que la cinta se grabara repetidamente sobre sí misma, para construir la base utilizaron una Roland MC-505. Más tarde manipularon el resultado en Pro Tools. Al escuchar decidieron que dicho arreglo no encajaba con “True Love Waits”, por lo que decidieron hacer una pista completamente nueva. Thom Yorke agregó una voz hablada y usó el software de corrección de tono Auto-Tune para procesarla en melodía. Según el mismo cantante, Auto-Tune “intenta desesperadamente buscar la música en su discurso y produce notas al azar. Si le ha asignado una clave, tiene música”. Así nació “Pulk/Pull Revolving Doors”, la tercera pista de Amnesiac, un disco que explora desde la figura de los laberintos en múltiples formas los sonidos de la música electrónica, la música clásica del siglo XX, el jazz y el krautrock. Por cierto, “True Love Waits” finalmente se lanzó en la compilación de 2021 Kid A Mnesia.

Esta canción provoca algo en el personaje de Diario de golondrina que cambiará el curso de su existencia. Se volverá para él una especie de detonador emocional que lo ancla a la vida.

Cada canción de Radiohead tiene una historia fascinante. La relación de todos los integrantes con el arte desemboca en melodías rebosantes de enigma. Muchas de sus canciones han sido inspiradas por novelas clásicas, como “Banana Co.” que toma su nombre de una compañía que explota a Macondo en Cien años de soledad o “2+2=5”, el tercer y último single de su sexto álbum de estudio, Hail to the Thief, cuyo título se refiere al símbolo de la irrealidad de la novela de George Orwell, 1984.