loader image

 

Bajo el abrigo del Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno, Migración y Exilio (SUDIMER) se llevó a cabo el encuentro de dos grupos de investigación en las Américas: Caminar e (In)movilidad. Durante el 24 y 25 de abril en el Aula Centenario del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM diversas expertas conversaron sobre las reconfiguraciones y continuidades de los corredores migratorios en América Latina a cinco años de la pandemia por COVID-19. El evento permitió el diálogo de diversas expertas de todo el mundo con la presencia de Alethia Fernández de la Reguera Ahedo, Luciana Gandini, Soledad Álvarez Velasco, Ulla Berg Rutgers, Victoria Prieto Rosas, Amárela Varela Huerta, entra otras personas de distintas latitudes. Aquí algunas notas, críticas y reflexiones.

El primer círculo de diálogo se presentaron Cristina Gómez Johnson, Yerko Castro Neira, Nanette Liberona, David Concha, Marioly Corona, Amarela Varela Huerta, Samantha Mino y Guillermo Castillo Ramírez. Se compartieron diversos trabajos auditivos como «Caminando hacia el sur» y «El país de la Voz», ambos como productos que divergen de la simple publicación y divulgación de textos escritos pues se cuestionan el investigar de manera individual y las metodologías y epistemologías colectivas. Además, se presentó el trabajo de NODA México como un espacio de una comunidad afectiva que acuerpa y narra las migraciones en tiempos pandémicos. Mi pregunta para las personas aquí presentes es ¿Existen expresiones para fabular una ética de la migración?

El segundo espacio de reflexión colectiva se conversó la internalización y externalización del control de las movilidades en la región con la participación de Ulla D. Berg, Soledad Álvarez Velasco, Gustavo Dias, D´Angelo Davies, Bruno Miranda y Caio Fernandes. Los cuestionamientos giran en torno a las fronteras en la región Andino-Centroamericana-Mesoamericana que analiza las «zonas grises» del control a los tránsitos irregularizados. Además, se abordó el papel de los aeropuertos como espacios/actores que participan en la política migratoria de control fronterizo. Mis preguntas son ¿Cómo matizar la denuncia para desmontar las estrategias, mecanismos y dispositivos? ¿Es plausible pensar en otros actores en estos contextos?

Durante un momento de foro comunitario como intermedio se presentó el libro «Luchas migrantes en tiempos pandémicos y de crisis» amparado bajo la Editorial Emergente. Fue una invitación desmigrantizar y descolonizar la agenda de lo que entendemos en la academia como migración a través del uso de otras palabras como «nómadas proletarios», «intinerantes» o «diásporas en movimiento. En general, es un tomo dedica a las luchas de las personas en proceso de movilidad y a las formas de ocupar el espacio público.

En el tercer espacio de reflexión se habló de luchas migrantes y resistencias en la (in)movilidad, se presentó Tanya Basok, Guillermo Cadiz, Luisa Giannini, Joao Carlos Jarochinski Silva, Rickson Rios Figueroa, Martha Cecilia Ruiz, Ximena Alba Villalever, Mónica Salóm Gómez y Mariana Zaragoza Aquí se conversaron imaginarios de la amazonia brasileña, experiencias en México y Ecuador, maternidades en movimiento y prácticas de fronterización en Costa Rica. Mi pregunta para esta mesa fue si ¿Podemos hablar de una economía política de la migración? sobre todo cuando muchos de los procesos que giran en torno a la movilidad humana se monetizan, crean nuevos actores, reproducen prácticas violentas que priorizan la creación de mercados.

La cuarta mesa de intercambios, del día 25 de abril, presentaron Marcia Vera Espinoza, Vanira Reyes Muñoz, Gislene Santos, Irériri Ceja, Diana Fenández Alvarado, Sergio Salazar Araya, Sara Hoyos, Rosa Gomez, Jason Goetz McLeman, Beatriz Zepeda y Ana Triandafyllidou. Los temas fueron, la gobernanza encarnada en Chile, la gestión de las migraciones en Brasil en contexto de Covid-19, la institucionalización de la excepcionalidad de la gestión migratoria en Costa Rica y la gestión espacial en Centroamérica de corredores migratorios.

En el quinto encuentro se presentó Natalia Debandi, Julieta Nicolao, Ana Paula Penchaszadeh, Camilia Montiel, Julieta Bengochea, Victoria Prieto Rosas y Gisela P. Zapata. En dicho espacio se presentaron los derechos sociales de la población venezolana en Argentina, un análisis de los itinerarios migratorios desde la perspectiva familiar y de género y, la presentación del grupo CAMINAR. Para este grupo mi pregunta es ¿Cuáles son las recomendaciones para el desarrollo conceptual de la lo que ocurre en torno a lo que hoy denominamos «migración» o «(in)moviliad»?

Quienes estudian temas en torno a la movilidad y las fronteras conocen que las mesas postulan un evento lleno de expertas y expertos en el tema de última generación en las Américas. La sobrerrepresentación de mujeres que he leído por años me conmueve, la investigación social en sociedad me anima, aprendo y observo sobre dos grupos como CAMINAR e (In)movilidad que están al borde del desborde teórico y técnico. La cuestión ya no es sólo de datos, la gestión y análisis de estos. La duda mayéutica es para comprender, pero el sentimiento y la revisión ético-moral queda siempre pendiente para quienes escribimos, leemos y aprendemos de la (in)movilidad caminada. Las palabras nos faltan, los conceptos ni se diga, toca revisar, hacia dónde vamos.

*Momoxca, internacionalista, escritor y migrantólogo.

Víctor Villarreal Cabello