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¡Hasta siempre, compañero presidente!

 

El sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) ha sido uno de los más atacados por el gran capital en la historia de México, en los pasados trece sexenios, desde el presidente Lázaro Cárdenas. Abordaré de manera crítica algunos de los resultados de su gestión, a partir de mi discutible opinión.

Educación. En el ámbito educativo, el gobierno de López Obrador hizo esfuerzos por contrarrestar la Reforma Educativa aprobada por su predecesor, Enrique Peña Nieto. Uno de los principales logros laborales, que no educativos, fue la eliminación de la evaluación docente vinculada al empleo, que muchos profesores consideraban punitiva. La creación de programas como “Jóvenes Construyendo el Futuro” para la capacitación laboral y el establecimiento de becas en todos los niveles, mostró un compromiso con las nuevas generaciones. Sin embargo, la falta de visión crítica para entender que la desescolarización de la sociedad mexicana significa descolonizar las mentes de los estudiantes ha sido una limitante en la formulación de una educación efectivamente transformadora. La pandemia de COVID-19 expuso también la falta de comprensión del significado de la revolución cibernética en la educación, punto que sigue siendo asignatura pendiente en las políticas educativas.

Salud. El mayor desafío fue la crisis sanitaria derivada del COVID-19. El gobierno estableció una política para garantizar la vacunación gratuita y universal contra el virus, lo que permitió que México mantuviera un relativo control del mal mediante la campaña de vacunación. Se impulsó la creación del IMSS Bienestar para reemplazar al Seguro Popular, a fin de garantizar acceso gratuito y universal a servicios de salud. Sin embargo, el desabasto de medicamentos y la falta de personal médico adecuado heredados de administraciones anteriores dejaron dudas sobre la viabilidad del nuevo sistema de salud. Fue un logro el poner a descubierto la “Farmafia“ que controla, como un negocio privado de algunos políticos, la adquisición de medicinas por el gobierno.

Seguridad. La seguridad ha sido el talón de Aquiles del sexenio de AMLO pues la violencia heredada del periodo de Felipe Calderón constituye un pesado lastre. Gracias a la creación de la Guardia Nacional, los índices de homicidios y violencia han empezado a disminuir. El lema de “abrazos, no balazos” que el presidente usó como figura retórica para combatir el crimen organizado, ha sido criticado por ser insuficiente frente a la influencia de la delincuencia aliada con el PJF. La supuesta militarización de la seguridad pública es una cantaleta promovida por la oposición para confundir la opinión de la población manipulable.

Vivienda. AMLO impulsó el programa “Sembrando Vida” y “Tandas para el Bienestar” con el objetivo de ofrecer microcréditos y apoyar la autoconstrucción de viviendas para sectores desposeídos que representan dos tercios del total de viviendas. Estos programas han tenido éxito en el apoyo a comunidades rurales y urbanas marginales. Sin embargo, la falta de comprensión del papel del capital inmobiliario en la especulación urbana y el urbanismo del coche en las grandes ciudades ha dejado saldos negativos.

Cultura. El área de la cultura es un reflejo de los ideales de AMLO. Se promovió la revalorización de las culturas indígenas, con un enfoque en la preservación de las lenguas originarias y la historia prehispánica. Iniciativas como la creación de museos y programas de difusión cultural a nivel comunitario también pueden considerarse logros importantes en este rubro.

Medio Ambiente. En términos de medio ambiente, uno de los logros del gobierno fue el programa “Sembrando Vida”, que busca la reforestación de vastas áreas del territorio nacional mediante incentivos a campesinos. Sin embargo, este esfuerzo, se vio opacado por proyectos como la Refinería Dos Bocas que fue objeto de controversia por sus impactos negativos en los ecosistemas locales. El énfasis en proyectos de infraestructura de gran escala fue visto por algunos pregoneros del viejo régimen como contradictorio a las promesas de cuidado ambiental.

Energía. López Obrador apostó por la “soberanía energética”, promoviendo la inversión en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex). La construcción de la Refinería Dos Bocas fue un emblema de esta política, destinada a lograr la autosuficiencia en gasolinas.

López Obrador ha enmarcado su gobierno en el “Humanismo Mexicano”, una tradición del pensamiento político que prioriza el bienestar de los más pobres con los principios de justicia social. El énfasis en los programas sociales, la lucha contra la corrupción, y la revalorización de los sectores más olvidados de la sociedad pueden considerarse componentes positivos de este enfoque.

En el sexenio de AMLO se lograron dos avances clave:

  1. El combate a la corrupción.
  2. La redistribución del ingreso como una expresión de la justicia social.

Para la Historia de México este sexenio significa tanto el impulso de la justicia popular, como un punto de inflexión en la relación entre el poder político y el poder económico.