

Marx, la inteligencia artificial y los premios Nobel 2024 de Física y Química
En el prólogo a la: Contribución a la crítica de la economía política, 1859, Marx afirma: “En una fase determinada de su desarrollo, las fuerzas productivas de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo cual no es más que su expresión jurídica, con las relaciones de propiedad en cuyo interior se habían movido hasta entonces.” Las fuerzas productivas derivadas de la revolución cibernética ponen de manifiesto el papel creciente que la inteligencia artificial ha logrado en este año de 2024 con el otorgamiento de los premios Nobel de Física y Química. El desarrollo de las fuerzas productivas entró en contradicción con las viejas maneras de producir conocimiento científico.

El Nobel de Física 2024 y la IA
John McCarthy, Marvin Misnky, Claude Shannon y otros acuñaron el término inteligencia artificial durante la legendaria Conferencia del Darmouth College en 1956. En 1958 Frank Rosenblatt postuló un modelo matemático que recreaba el funcionamiento de una neurona lo que culminó en la construcción del hardware del Perceptron Mark I en 1960.
Pasaron 52 años para que en 2012 la Universidad de Toronto presentara Alexnet como el primer sistema de redes neuronales artificiales ya no sólo basada en algoritmos y datos, sino en propósitos específicos. Como escribir un ensayo, un soneto o una sonata ¡sin intervención humana!
El Premio Nobel de Física 2024 fue otorgado a los investigadores John Hopfield y Geoffrey Hinton por su trabajo pionero con redes neuronales artificiales. Ambos usaron inteligencia artificial para resolver problemas hasta ahora considerados irresolubles en física teórica y experimental. La IA ha sido fundamental en procesar vastas cantidades de datos provenientes de experimentos a gran escala y en la simulación de fenómenos físicos complejos.

Uno de los campos donde la IA ha mostrado su potencial es en la física cuántica, un área que enfrenta grandes desafíos por la enorme cantidad de variables y la complejidad matemática que requiere su modelado. En este caso, los ganadores del Nobel lograron emplear redes neuronales avanzadas para analizar las interacciones entre partículas subatómicas, un proceso que habría sido prácticamente imposible con métodos tradicionales. Al aplicar IA, estos científicos pudieron identificar patrones emergentes y comportamientos en sistemas cuánticos que antes no podían observarse de manera directa.
Además, la IA se ha empleado para optimizar las simulaciones cuánticas, utilizando algoritmos de aprendizaje profundo que ajustan y mejoran continuamente las predicciones basadas en datos experimentales. La capacidad de la IA para mejorar la precisión y eficiencia de estas simulaciones ha permitido a los investigadores avanzar significativamente en el conocimiento de la física fundamental, desde la estructura interna de la materia hasta los misterios del cosmos.
El Nobel de Química 2024 y la IA
Por otro lado, en el campo de la química, los avances facilitados por la IA también han sido notables. Los ganadores del Nobel de Química 2024 aprovecharon la inteligencia artificial para realizar descubrimientos cruciales en la catálisis y en el diseño de nuevos materiales con propiedades específicas.
La IA se ha convertido en una herramienta indispensable en la química computacional, donde las reacciones químicas y las propiedades moleculares pueden ser simuladas con gran precisión. En el caso de los galardonados, la IA permitió modelar reacciones catalíticas complejas, optimizando la eficiencia de procesos industriales y reduciendo significativamente los costos y tiempos de desarrollo de nuevos catalizadores. Gracias a esto, fue posible descubrir catalizadores más sustentables, esenciales para la producción de energía limpia y la reducción de emisiones contaminantes.
Además, el uso de inteligencia artificial en el diseño de materiales ha abierto nuevas fronteras en la creación de compuestos con características hechas a medida. Mediante sistemas de aprendizaje automático, los químicos han podido predecir con precisión las propiedades de nuevos materiales, basados en datos experimentales previos. Este enfoque ha acelerado de manera drástica el proceso de descubrimiento, ya que antes dependía de largas pruebas experimentales.
En ambos premios, la IA ha demostrado ser una herramienta de inmenso valor. En lugar de reemplazar el proceso científico, ha sido una aliada clave, que permite a los científicos abordar problemas cada vez más complejos y procesar datos masivos a una escala sin precedentes. La IA no solo mejora la eficiencia de los experimentos y las simulaciones, sino que también ayuda a revelar patrones y conexiones que antes eran invisibles para los investigadores.
Es evidente que, a medida que la inteligencia artificial sigue avanzando, su papel en los descubrimientos científicos será aún más prominente. En 2024, tanto en la física como en la química, la IA ha sido fundamental para alcanzar nuevos niveles de comprensión y precisión, permitiendo a los investigadores ir más allá de los límites tradicionales de sus campos.

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