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En Morelos el gasto público en educación aumenta año tras año, igual crecen la inseguridad y la violencia

 

En días pasados se celebró la feria de posgrados en Morelos bajo la eficaz coordinación del Dr. Jaime Arau, titular del Consejo de Ciencia y Tecnología del estado. Allí se reunieron rectores, directores y otros funcionarios. No menosprecio las buenas intenciones que subyacen en declarar el papel que juega la educación en la transformación social en curso. Lo que sí deploro son los tristes resultados obtenidos. Desafortunadamente se sigue confundiendo educación con escolarización. El resultado es evidente, mientras más se invierte en educación, más crece también la inseguridad y la violencia. Se gasta en Morelos la tercera parte del dinero público no para educar, sino para responder a los intereses del mercado y formar así buenos consumidores y obedientes caballitos de circo.

A casi cien años del nacimiento de Iván Illich se siguen olvidando, o peor aún, sin entender sus propuestas. Escolarizar es lo contrario de educar. Por otra parte, educar no es sinónimo de: formar, capacitar, guiar o instruir. Se forma mediante el aprendizaje práctico de saberes. Se capacita para un mejor desempeño en el trabajo. Se guía al otro poniendo el ejemplo. Finalmente se instruye a los demás cuando se sabe mandar obedeciendo.

El presupuesto de gasto del gobierno de Morelos para el año 2025 es de 38,196,379,407 pesos, que son 38.1 millardos (miles de millones). De este total, se han asignado 12.8 millardos de pesos al sector educativo, lo que representa la tercera parte del presupuesto total. En cuanto a la distribución específica dentro del sector educativo, no se encontraron datos en las fuentes consultadas, sobre cuánto se destina específicamente a salarios de maestros, construcción, operación y mantenimiento de escuelas, ni al porcentaje destinado a la burocracia administrativa y política del sector. Pero no cabe duda de que es bastante cuantiosa la tajada de esos dos agentes lastres que son el SNTE y la CNTE.

En relación con la percepción de inseguridad, datos de 2024 indican que el 87% de los morelenses se sienten inseguros. Además, durante la administración del exgobernador Cuauhtémoc Blanco (2018-2024), se registraron 5,513 homicidios dolosos, superando las cifras de administraciones anteriores.

En términos de salud, aunque no se encontraron estadísticas específicas en las fuentes consultadas, se menciona que el sector salud ejercerá 3.7 millardos de pesos en 2025. Esto significa cerca de la cuarta parte de lo destinado al sector educativo.

Puesto que no es un resultado automático, puedo aceptar sin conceder, que la inversión pública en educación es fundamental para el bienestar social y económico de una región. Un sistema educativo sólido puede contribuir a la reducción de la violencia y la inseguridad al ofrecer oportunidades de desarrollo personal y profesional, pero lo más importante es lograr inculcar valores morales y políticos y no solamente conseguir un empleo bien remunerado como suele creer la inmensa mayoría de la población. Además, una educación de calidad está estrechamente relacionada con mejoras en la salud individual y colectiva, ya que las personas educadas tienden a adoptar hábitos de vida más saludables y a lograr usar de forma más efectiva a los servicios de salud pública.

En Morelos, aunque se destina una proporción alta del presupuesto al sector educativo 33.6%, los altos índices de percepción de inseguridad y violencia sugieren que la inversión en educación no ha sido eficaz para contrarrestar estos problemas. Esto se debe en buena medida a confundir la educación, con la escolarización compulsiva y obligatoria. La educación no se puede imponer ni volverla obligatoria en nuestros días, a diferencia a las condiciones que imperaban hace un siglo en México. Por el contrario, el reto hoy estriba en lograr involucrar a cada uno en su propio proceso educativo, para que responda y coadyuve a solucionar la problemática de su entorno social y natural.

Por lo anterior, es crucial no solo mantener, sino también optimizar la inversión en educación, asegurando que los recursos se utilicen de manera eficiente y equitativa. Para que las políticas educativas estén sustentadas con estrategias integrales de bienestar social y seguridad. Solamente a través de un enfoque crítico y proactivo se podrán abordar de manera efectiva los desafíos que enfrenta en materia educativa la sociedad morelense.

La escuela pública se ha convertido en un involuntario reclutador de empleados para los intereses privados, descuidando así el papel emancipador para los oprimidos y liberador de los esclavos, del yugo del capital imperial en esta nueva fase del colonialismo. Ya no sólo enfocado en los recursos y territorios sino fundamentalmente en la eficaz colonización de nuestras mentes por la adicción a las redes socio digitales. Que aturden nuestro entendimiento y controlan nuestras acciones al manipularnos para responder como buenos consumidores a los mandatos de la metrópoli cibernética GAMMAX: Google, Apple, Meta, Microsoft, Amazon y X. Desescolarizar significa sacudirnos el colonialismo mental que nos atonta y domina.

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Braulio Hornedo Rocha