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Una medida contundente para prevenir la obesidad.

 

El lunes pasado fue un «lunes negro» para las empresas productoras de bebidas azucaradas y alimentos procesados, según especialistas en epidemiología de la obesidad. Ese día entró en vigor el acuerdo del gobierno de México para regular la venta de alimentos y bebidas ultraprocesadas y fomentar un estilo de vida saludable en las escuelas del país. Sin duda, muchos estudiantes extrañaron sus habituales dosis calóricas de alimentos chatarra.

Bajo el nombre «Vive Saludable, Vive Feliz», la iniciativa integra estrategias para fomentar hábitos alimenticios saludables en niños y adolescentes, en el contexto de una lucha global contra la obesidad, un problema de salud pública de dimensiones alarmantes. Aunque el programa contempla jornadas médicas en escuelas y guías de alimentación balanceada, el debate público se ha centrado en la prohibición de la venta de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas dentro de los planteles.

La obesidad es uno de los grandes desafíos de salud de nuestro tiempo, afectando a millones de personas en el mundo. En el pasado, se atribuía exclusivamente a malos hábitos alimenticios y falta de voluntad, pero hoy se sabe que resulta de una combinación compleja de factores ambientales, hereditarios, sociales y económicos. Su impacto en la salud es devastador, ya que aumenta el riesgo de diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y falla renal. Además, durante la pandemia de COVID-19, la alta mortalidad en ciertos grupos poblacionales se asoció a condiciones de salud derivadas de la obesidad, lo que justifica la necesidad de implementar políticas públicas más eficaces.

Diversas investigaciones científicas han señalado que el consumo de alimentos ultraprocesados está asociado a un mayor riesgo de obesidad. La oferta en el mercado de productos con altas concentraciones de grasas saturadas, azúcares, sal y conservadores es abrumadora. En México, se estima que hasta un 30% de la ingesta calórica diaria proviene de estos alimentos, incluyendo botanas, galletas, embutidos y sopas instantáneas.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, la prevalencia de obesidad en México es del 36% en niños y 40% en adolescentes. Si bien el índice de masa corporal (IMC) es una medida general, los datos revelan una tendencia preocupante en el consumo de azúcar entre los menores, independientemente del IMC de sus padres.

En la última década, se han implementado estrategias para reducir el consumo de bebidas azucaradas mediante el aumento de impuestos, pero su efectividad se ha visto limitada por agresivas campañas publicitarias de la industria refresquera y la falta de regulación estricta en el etiquetado de productos ultraprocesados. Como resultado, el impacto inicial en la reducción del consumo se diluyó con el tiempo. La poca penetración pública de estas iniciativas muestra también la dificultad de cambiar los comportamientos sociales de recompensa inmediata, como es la satisfacción de comer un alimento rápido y de sabor especial.

La nueva iniciativa es más ambiciosa que sus predecesoras, ya que se enfoca en un sector específico de la población y contempla sanciones más severas por incumplimiento. No obstante, eliminar estos productos de las escuelas no garantiza que los estudiantes no los adquieran fuera de los planteles. En este sentido, la educación en el hogar juega un papel crucial en la adopción de hábitos saludables. El programa considera este aspecto, pero aún podría reforzarse su difusión y alcance.

No obstante, la obesidad no se reduce simplemente a una cuestión de ingesta excesiva de alimentos ultraprocesados, o falta de disciplina personal. La prohibición de estos alimentos por sí misma es insuficiente sin un enfoque integral, que combine políticas públicas de atención a la salud física y sicológica, educación nutricional y acceso económico a alimentos saludables para los grupos socialmente vulnerables. Solo así será factible reducir la obesidad y sus consecuencias en los próximos años.

*vgonzal@live.com

Víctor Manuel González