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El maíz olotón, entre el conocimiento tradicional y la empresa transnacional

 

En la Sierra Mixe de Oaxaca se cultiva una variedad de maíz llamada olotón. Es una planta que llega a medir más tres metros y a menudo produce mazorcas con granos de color. Sus hojas tienen un verde demasiado verde, y sus raíces aéreas están cubiertas de mucílago transparente. Estas características sorprendieron al botánico norteamericano Thomas Hallberg, cuando vio la planta en su primera visita a Totontepec en 1948. Intrigado por esta planta de maíz notablemente diferente a otras variedades de maíz originarias de México, Hallberg regresó a la región en 1990 y 1992, acompañado por el microbiólogo mexicano Ronald Ferrera Cerrato del Colegio de Posgraduados y por el investigador Gabor Bethlenfalvay del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Ferrera Cerrato logró identificar bacterias fijadoras de nitrógeno en el mucílago del maíz olotón. El hallazgo sugería porqué esta variedad de maíz podía desarrollarse en suelos pobres de nutrientes, deficientes en nitrógeno.

Todos los seres vivos necesitan del nitrógeno para subsistir. Este elemento químico forma parte de las proteínas y del material hereditario de cada célula. Sin nitrógeno la vida tal como la conocemos sería imposible. El nitrógeno se incorpora a la cadena de la vida a través de bacterias que convierten el nitrógeno atmosférico en amonio, y de esta forma es asimilado por las plantas. A lo largo de la evolución, plantas leguminosas como el frijol, han desarrollado asociaciones simbióticas con bacterias fijadoras de nitrógeno alojadas en nódulos en la raíces. Pero en el maíz se desconocía una relación tan íntima con bacterias fijadoras de nitrógeno. Por ello, la observación de Ferrera Cerrato fue absolutamente extraordinaria y abría grandes interrogantes científicas e incluso comerciales. Con mayor conocimiento, el proceso de adquisición de nitrógeno y los microorganismos del maíz olotón podrían transferirse a otras variedades de maíz que no tienen esta propiedad y que dependen de fertilizantes químicos para su cultivo. Esta posibilidad no fue ignorada por científicos extranjeros y empresas trasnacionales.

En 2005, investigadores de la Universidad de California y de la Universidad de Wisconsin de Estados Unidos, patrocinados por la empresa chocolatera Mars, firmaron un convenio con la comunidad de Totontepec para investigar el maíz olotón. Este convenio, permitía el uso del maíz olotón solo para investigación y excluía las actividades comerciales. La situación cambio años después cuando la empresa Mars, a través de su filial BioN2, obtuvo un nuevo convenio donde hacía explicito su interés comercial y de patentes sobre los componentes del sistema microbiano del maíz olotón. El convenio, favorable a la Universidad de California y a BioN2, incluyó acceso al conocimiento tradicional de la comunidad de Totontepec, a la cual se le otorgaban beneficios de solo 1% de las posibles tecnologías comerciales a desarrollarse. El convenio ignoraba el protocolo de Nagoya al no tomar en cuenta que la domesticación del maíz olotón es un bien común que los habitantes de la Sierra Mixe heredaron de sus ancestros, y no solo pertenece a la comunidad de Totontepec. El Protocolo de Nagoya, un acuerdo internacional que México ratificó en 2012, busca que los beneficios de la investigación y comercialización de la biodiversidad sea justa y equitativa entre las naciones. Ante ello, es al menos dudosa la naturaleza del convenio Mars-Totontepec, cuyos detalles son parcialmente conocidos.

El estudio patrocinado por Mars, publicado en 2018, confirmó que ciertas bacterias del mucílago ayudan a la nutrición del maíz olotón mediante la fijación de nitrógeno. Académicos mexicanos y organizaciones sociales protestaron, alegando biopiratería debido a la apropiación de un bien del pueblo Mixe, llevando la polémica a nivel internacional. Hoy diversas universidades y empresas del mundo estudian esta relación única entre la planta del maíz y los microorganismos fijadores de nitrógeno. Se desconoce si estas investigaciones tendrán algún beneficio para los campesinos Mixes. En México, los investigadores Antonio Turrent del Colegio de Posgraduados y Esperanza Martínez del Centro de Ciencias Genómicas, dirigen estudios para conocer profundamente al maíz olotón, un legado de nuestros antepasados necesario de preservar para la sustentabilidad futura del campo mexicano y para la economía del pueblo Mixe.

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Sierra Mixe corn - Wikipedia

Víctor Manuel González