

Hablemos del ozono: un contaminante del aire que puede dañar nuestra salud
Albino Barraza Villarreal y Leticia Hernández Cadena*

La contaminación atmosférica se ha incrementado tanto a nivel mundial como en países de América Latina. En México, como en otras regiones, la calidad del aire se ha visto afectada por la presencia cada vez mayor de múltiples contaminantes, lo que afecta la calidad de vida de las personas y lo convierte en un serio problema de salud pública. Dentro de los contaminantes del aire, uno de los que destaca en la actualidad es el ozono (O3), el cual es un contaminante secundario que se forma por una reacción fotoquímica entre emisiones primarias en presencia de la radiación solar.
La contaminación por ozono se presenta en la atmósfera de manera importante por la presencia de óxidos de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles (COV), o hidrocarburos (HC), aunada a las condiciones geográficas, climatológicas y meteorológicas del medio ambiente. El tiempo de vida del O3 en el aire depende de la presencia y la cantidad de sus precursores, y las concentraciones más elevadas se registran durante las horas del día en que hay mayor temperatura.
El O3 y sus precursores son contaminantes que se derivan de emisiones industriales y fuentes móviles, principalmente. De acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones de México (INEM), la emisión total de precursores de ozono está representada por un 24.08% de fuentes móviles, 3.73% por fuentes fijas, 16.36% por fuentes de área y 55.82% por fuentes naturales.
La exposición al ozono se asocia con diferentes daños a la salud, la magnitud de los cuales dependerá de la concentración que se encuentre en el aire, de la dosis que se inhala, del tiempo y la frecuencia de exposición, así como de las características de la población expuesta.

Diversos estudios han señalado claramente que la exposición al ozono está asociada con una amplia gama de efectos adversos, tanto agudos como crónicos. Siendo el O3 un gas potencialmente irritante y altamente oxidante, el daño que se produce derivado de la exposición impacta principalmente en las mucosas, a través de procesos de oxidación, como consecuencia del incremento de radicales libres y la peroxidación lipídica, propiciando reacciones en cadena, lo que amplifica el daño biomolecular y, por ende, la afectación de otros órganos o sistemas.
Si bien el sistema respiratorio y cardiovascular son los mayormente afectados, los efectos negativos van desde la afectación en la calidad de vida de personas con enfermedades preexistentes y el incremento en las tasas de morbilidad hasta el incremento en las tasas de mortalidad prematura por otras enfermedades.
El ozono es un contaminante normado; sin embargo, en los últimos años se han identificado efectos a la salud aún con concentraciones que actualmente son consideradas como seguras y se encuentran muy por debajo de los niveles establecidos por la normatividad, tanto la internacional como la mexicana. Asimismo, es importante considerar que la exposición ambiental al O3 no se presenta de manera aislada, sino que interactúa con otros contaminantes en el aire, por lo cual, al aumentar la permeabilidad de la membrana del epitelio respiratorio, se favorece la penetración de otros contaminantes, como partículas y compuestos aromáticos policíclicos, entre otros.
Las primeras investigaciones epidemiológicas sobre la exposición a contaminantes atmosféricos en nuestro país datan de finales de los años ochenta y principios de los noventa, cuando se comenzó a evaluar la asociación entre la exposición a este tipo de contaminantes y algunos efectos, incluyendo el ausentismo escolar, las repercusiones en la calidad de vida de poblaciones susceptibles o la sintomatología respiratoria. Sin embargo, actualmente el umbral de efectos estudiados abarca desde los subclínicos, a nivel molecular, hasta el incremento en el número de muertes derivadas de la exposición, por lo que es necesario aumentar las medidas de prevención y evitar en la medida de lo posible la exposición al sol, sobre todo en horas donde sus rayos son más potentes.

* Especialistas en salud pública. Invitados por el Dr. Eduardo C. Lazcano Ponce.
