

La lectura es fundamental para el desarrollo de nuestra niñez: el reconocimiento desde el hogar y las barreras para realizarla
Sandra Treviño Siller, Xóchitl Guzmán Delgado, Argelia Vázquez Salas, Carolina Ortega Olvera, Aremis Villalobos, Celia Hubert*

Los primeros cinco años de vida son fundamentales en el desarrollo físico, emocional y cognitivo de niñas y niños. Se sabe que contar con un ambiente seguro y estable, una adecuada nutrición y acceso a oportunidades de estimulación y aprendizaje puede tener un impacto positivo en su desarrollo. Las actividades que se llevan a cabo con niñas y niños contribuyen al bienestar individual, de las familias y de las comunidades, generando diversos beneficios presentes y futuros.
Leer en voz alta a niñas y niños pequeños les ayuda a ampliar el vocabulario y mejorar la comprensión del lenguaje, favorece la creatividad e imaginación, fomenta la capacidad de concentración, la memoria, las habilidades de pensamiento crítico y ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia la lectura. Además, la lectura en voz alta fortalece el lazo afectivo entre las madres y padres con sus hijas e hijos, contribuyendo a desarrollen un mejor reconocimiento y manejo de sus emociones. Por esto, se debe promover la práctica de la lectura en voz alta a niñas y niños durante los primeros años de vida, pues es cuando se lleva a cabo el desarrollo del lenguaje y la imaginación.
En México, esta práctica no es muy común, como lo revelan los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021-2023. Dicha encuesta arrojó que solamente 35.0% de las niñas y niños menores de cinco años cuentan con al menos tres libros infantiles en el hogar y 39.0% de ellos no cuenta con este tipo de libros en su hogar, cifra que resulta alarmante. Por otro lado, sólo 82.7% de las niñas y niños menores de cinco años contaron con alguna persona adulta en el hogar que llevó a cabo cuatro o más de las siguientes actividades: leer libros o ver los dibujos de un libro con la niña o niño; contar cuentos o historias; cantar canciones a la niña o niño o con él o ella; llevar a la niña o niño a pasear fuera del hogar (más allá del jardín, patio o solar); jugar con la niña o niño; jugar a nombrar objetos o colores, a contar objetos o a decir los números.
Un estudio llevado a cabo por investigadoras del Instituto Nacional de Salud Pública exploró los factores que dificultan o facilitan la lectura con niñas y niños de 12 a 36 meses que asistían a centros de atención infantil en la Ciudad de México. Esta investigación se llevó a cabo a partir de entrevistas con madres de familia, por ser ellas las que principalmente acuden a los centros de atención y porque son las cuidadoras principales y, a la vez, son las personas más cercanas a las infancias en esta etapa de la vida. Estas entrevistas mostraron que la mayoría de las madres reconocieron que es importante leer con frecuencia a las niñas y niños, pero también señalaron que existen varias barreras que dificultan leerle a sus hijas e hijos. Entre las barreras que mencionaron se encuentran: no saber leer o tener pocas habilidades para leer en voz alta, no contar con un hábito de lectura, falta de tiempo, y cansancio debido a otras actividades. Asimismo, señalaron no contar con condiciones adecuadas para leer, por ejemplo, espacios y ambientes que favorezcan la lectura y el poco o nulo acceso a los libros infantiles, los cuales pueden llegar a ser muy costosos. Además, las madres identificaron que no leerle a niñas y niños desde temprana edad puede tener consecuencias como: menor aprendizaje o aprendizaje más lento, falta de estímulos para el desarrollo de la imaginación y de la creatividad, dificultad para aprender a leer y escribir, menor vocabulario, problemas de comprensión lectora, faltas de ortografía y no desarrollar el gusto por la lectura.

Entre las sugerencias para fomentar la lectura con niñas y niños que las madres entrevistadas proporcionaron, destacan el poder organizarse mejor para contar con más tiempo, cultivar el hábito de la lectura, acondicionar espacios en casa y organizar intercambios y préstamos con otras madres en los centros de atención infantil y en las escuelas para tener mayor acceso a libros infantiles, así como iniciar la lectura desde el embarazo. No obstante, las madres reconocieron la falta de una red de apoyo de otros cuidadores dentro del hogar para leer a las niñas o niños.
Los resultados de este estudio muestran que las madres están conscientes de la importancia de leer en voz alta a sus hijas e hijos y reconocen las barreras que les impiden realizar esta actividad. Las madres entrevistadas mostraron disposición a leer a sus hijas e hijos si se les facilitan los materiales para hacerlo. Por este motivo, es importante promover políticas públicas que faciliten espacios y libros para realizar esta actividad, que ha mostrado ser de gran ayuda para las infancias, sus madres, padres y comunidades. Como un avance en este sentido, ponemos a su disposición los siguientes sitios de internet que facilitan el acceso a libros infantiles para diferentes edades:
“Cuentos que cuidan” (https://www.unicef.org/argentina/informes/serie-cuentos-que-cuidan), con títulos como Cuando se van al jardín; El lunes conocí a Emi; Los guardasecretos; ¿Qué vas a llevar? y La familia Michini y Cichipo y Astrulina.
“Chile para niños” (https://www.chileparaninos.gob.cl/639/w3-propertyvalue-737902.html), con libros por rango de edad: 3 a 5 años, 6 a 8 años y 9 a 12 años.

Asimismo, recomendamos visitar los sitios electrónicos de asociaciones civiles con recomendaciones sobre lectura y libros de acuerdo con la edad; por ejemplo, IBBY México (https://www.ibbymexico.org.mx/, https://www.instagram.com/ibbymexico/?hl=es-la), que es una asociación sin fines de lucro que promueve la lectura y los libros como herramientas básicas desde la infancia para contribuir al desarrollo personal.
*Especialistas en salud pública. Invitadas por el Dr. Eduardo C. Lazcano Ponce
