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Reiteradamente he estado señalando que vivimos tiempos duros y complejos, que el mundo se mueve a una velocidad increíble, en términos de los avances de la ciencia y tecnología, ahora con la inteligencia artificial (IA) que están modificando nuestra manera de relacionarnos y percibir el mundo y de pensar. Este vértigo hace que nuestra ignorancia se ahonde y el vacío existencial y la soledad se acrecienten. Y este maremágnum, en el sentido de confusión, no se va detener. En mayor o menor grado, generando una crisis de liderazgos, especialmente, los políticos.

Citare al respecto un par de ejemplos, no sin antes enfatizar que la clase política nos gobierna sin una moral-política, por eso mienten, engañan, ocultan y traicionan, a ese pueblo bueno que tanto defienden en el discurso. El primero, Donald Trump y, uno se pregunta ¿cómo es posible que el país más poderoso sobre la Tierra haya permitido que un cuasi-delincuente sea su Presidente? Y, tenga en vilo, al mundo y al Estado mexicano. Un tipo sin moral ni ética política, que esta sobrado de poder.

El segundo ejemplo, llevamos más de cuarenta años que se ha instalado en la clase política mexicana, lo que dijera Michelangelo Bovero, el gobierno de una “Caquistrocracia” el gobierno de los peores o mediocres, que han privilegiado la cultura del patrimonialismo con un acendrado nepotismo. El poder no es para servir sino para servirse de él.

Pocos hemos entendido que nos ha tocado vivir el cambio de una nueva época. Muchos de nosotros, de la generación de los 40’s en adelante hasta los 70’s, hemos tenido el privilegio de haber nacido en una época histórica, la de la segunda guerra mundial, y moriremos en otra época histórica, de la inteligencia artificial, de las redes sociales, de los celulares inteligentes y de los robots etc.

Concluyo esta reflexión señalando que la crisis de liderazgos que estamos observando no estábamos preparados para enfrentar los tiempos que estamos viviendo. Una confusión profunda que obnubila nuestros sentidos y no logramos entender lo que está sucediendo en la humanidad. Me parece que, si no queremos sucumbir bajo esta terrible confusión, tenemos que revisar referentes en la historia de grandes líderes o bien encontrar en la filosofía un rescoldo de esperanza.

P.D Es un horror y crimines de lesa humanidad, los crematorios clandestinos en Teuchitlán, Jalisco. Y ¡la autoridad apa!

* Ex universitario de la UAEM y analista político

Antonio Ponciano Díaz