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La discusión sobre si México puede ser considerado un tercer país seguro para los solicitantes de asilo/refugio es compleja y presenta argumentos a favor y en contra que serán revisados. Aunado a ello, parece prudente hacer un balance de los hechos y mirar hacia el futuro. ¿México puede materializar algún tipo de influencia respecto a sus condiciones asimétricas, geopolíticas y estructurales? Aquí algunas notas.

Los debates académicos no van en contraposición, la perspectiva negacionista argumenta que México no es un lugar seguro para los migrantes, basta con ver los periódicos. Aceptan, por una parte, que México ha militarizado sus fronteras. La posición a favor de que México es un “Tercer País Seguro”, lo es, pero de facto: colocan otros nombres: “frontera vertical”, Buffer Zone, país externalizado por el asilo o extraterritorializado por la espera. Sin embargo, vale la pena retomar algunas notas sobre argumentos a favor y en contra para después pasar a un balance de lo aprendido para el Estado mexicano.

Argumentos a favor de que México es tercer país seguro: 1) Programas de protección a migrantes: México ha implementado programas como el Programa de Protección a Migrantes (PPM) y el Programa de Refugio y Protección a Migrantes (PRPM), que buscan garantizar la protección y asistencia a los migrantes y solicitantes de asilo en su territorio. 2) Aunque México no ha firmado ningún documento con Estados Unidos. Es signatario de acuerdos internacionales: México ha firmado y ratificado diversos acuerdos internacionales, incluyendo la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967, lo que establece su compromiso con la protección de los derechos de los refugiados y solicitantes de asilo. 3) Experiencia en el manejo de solicitudes de asilo: México ha procesado un gran número de solicitudes de asilo en los últimos años debido al incremento de flujos migratorios en la región, lo que ha llevado a una mayor capacitación y experiencia en el manejo de los procedimientos de asilo y protección. 4)México ha decidió externalizar sus políticas migratorias a través del despliegue de fuerzas militares en la frontera, así como la implementación de retenes. México cuenta con importantes casos de represión en su territorio hacia personas migrantes. 5) Estados Unidos ha extraterritorializado el proceso de espera en México. La construcción de tiempo/espacios de espera es vista como moneda de cambio por parte de México.

Argumentos en contra de que México es un tercer país seguro: 1) Violencia y falta de seguridad: México enfrenta altos niveles de violencia, incluyendo violaciones a los derechos humanos, crimen organizado y violencia de género, lo que podría representar un riesgo para la seguridad y bienestar de los solicitantes de asilo. 2) Falta de infraestructura y recursos: Existen preocupaciones sobre la capacidad de México para gestionar un mayor flujo de solicitantes de asilo, incluyendo la disponibilidad de infraestructura adecuada y recursos suficientes para procesar y atender de manera efectiva las solicitudes de asilo. 3) Vulnerabilidad de poblaciones específicas: Existen preocupaciones sobre la vulnerabilidad de ciertas poblaciones, como mujeres, niños, personas LGBTQ+ y personas con discapacidades, quienes podrían enfrentar mayores riesgos y desafíos en el contexto de México como tercer país seguro. 4) Ausencia de un sistema de asilo plenamente desarrollado: Algunos críticos argumentan que México aún enfrenta desafíos en el desarrollo de un sistema de asilo plenamente funcional y en la garantía de un debido proceso y acceso a una protección efectiva para los solicitantes de asilo.

El debate de si México es un tercer país seguro se revuelca en la política nacional, lo que convierte el debate en si “México es -seguro- o no”, aquello se presenta como balance laxo de los esfuerzos que podrían hacer la academia, el periodismo, el Estado y la ONG´s. Un efecto casi disuasorio de las fuerzas analíticas reflejadas hacia la política internacional.

Sería de utilidad para el Estado mexicano estudiar los siguientes tópicos respecto al tercer país. Los migrantes en su paso por México han visto el refugio como un mecanismo de cruce: la oportunidad de tener un papel para cruzar el país. La estancia permanente de migrantes en el territorio no es voluminosa y muchos proceden a realizar “estancias transitorias”. México utilizó los flujos migratorios y su contención como moneda de cambio para obtener beneficios y financiamiento estadounidense para el desarrollo de proyectos gubernamentales. La no consideración de un poder estructural ha provocado una mayor vulnerabilidad respecto a las fuerzas de negociación con su país vecino. El poder estructural de México se basa en la posición geográfica del país, su interdependencia con Estados Unidos, su tratado comercial (TMEC), nacionales a favor del Estado mexicano y el aprovechamiento de su influencia por medios formales e informales.

*Momoxca, internacionalista, escritor y migrantólogo.