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Un mundo tres

 

En la colaboración anterior, Una experiencia posible, planteamos la pregunta acerca de, si la posibilidad es experimentable, sobre todo, como indicamos en la colaboración, Una posible posibilidad, en nuestra vida diaria, cotidianamente y a través de las actividades usuales; este cuestionamiento atañe al aspecto epistemológico de la posibilidad, a su función o cómo la posibilidad práctica se produce.

Así, en dichas colaboraciones, señalamos también, como ejemplo de posibilidad práctica, la metáfora; mas como transferencia inter, entre lenguaje y mundo, y no inter, entre palabras o significados.

Hoy trataremos el aspecto ontológico de la posibilidad, su naturaleza o lo que es, a través de la pregunta: ¿qué tipo de posibilidad es la posibilidad práctica?

Considérese la siguiente clasificación. No es posible, de ninguna manera, que algo sea rojo y no rojo; es posible, lógicamente, pero no metafísicamente, que algo sea rojo y no extenso; es posible, metafísicamente, pero no físicamente, que algo viaje más rápido que la luz; y, es posible, para las tres maneras antes dichas, que algo viaje más rápido que una nave espacial.

Tomando en cuenta los principios anteriores, la posibilidad práctica no es lógica porque no se restringe a la demostración o al principio de no contradicción; tampoco es física porque no se restringe a las leyes científicas (en el caso del párrafo anterior: la física).

Y, si la metafísica se restringe a lo extenso, esto es, a lo que ocupa o puede ocupar un lugar en el espacio, sin tomar en cuenta lo que ocupa o puede ocupar un lugar en el tiempo; como los llamados estados mentales del sujeto (creencias, intenciones, percepción); entonces, la posibilidad práctica no se restringe a la posibilidad metafísica en este sentido.

En El yo y su cerebro, Karl Popper señala que la objetividad es un estado mental, pues, como estos, también resulta de la interacción Sujeto-Mundo.

Popper lo ejemplifica así: Sujeto es mundo uno, Mundo es mundo dos y el resultado de ambos, su Interacción, es mundo tres.

No obstante, aunque la objetividad es mundo tres, como Popper señala, se asume mundo uno, pues considera al estado mental que produce, rasgo del Sujeto solo.

De ahí que el tipo de posibilidad procedente de dicho rasgo se restrinja a la demostración, a la no contradicción y a las proposiciones científicas que el mundo hace verdaderas. Pero su fundamento es la Interacción.

Y si la objetividad se asume mundo uno, la metafísica suele asumirse exclusiva del mundo dos: independiente al sujeto, ajena a estados mentales u orientada sólo al espacio.

La posibilidad práctica no es ni del mundo ni del sujeto, sino de la interacción entre ambos, del mundo tres. Y, como Popper señala, tanto la objetividad como nuestra teorización del mundo, tiene por fundamento un mundo tres.

* Profesor de Tiempo Completo de El Colegio de Morelos.