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Una metáfora imperfecta

 

El día de hoy se celebra el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. Para mayor detalle sobre el origen de dicha conmemoración, sugiero consultar la colaboración: Una paz deportista publicada hace un año con el mismo motivo. En esta ocasión, 2025, me gustaría llamar su atención sobre la relación entre deporte y paz, pero, a través de un concepto en particular, a saber, “paz imperfecta”, el cual fue acuñado por Francisco A. Muñoz.

Para ello, llamo primero su atención sobre la dichosa y cargada expresión metafórica habida en el deporte. En fútbol escuchamos, por ejemplo: “peinar la pelota”, “hacer un túnel”, “un sombrerito” o “una pared”; en básquetbol: “hacer una bandeja”, “un gancho”; mientras que el béisbol arroja nombres como: “taponero” o “apagafuegos”, para el pitcher de relevo, “antesala” para quien ocupa la tercera base, “chocolate” para el ponche, “almohadillas” para las bases y “doña blanca” para la pelota… Por mencionar sólo algunos.

Y si el deporte es dador de metáforas, como las ya referidas, es, precisamente, por su cercanía a nuestra vida, no sólo en cuanto a las formas, esto es, no sólo porque en básquetbol una bandeja simule el gesto de un mesero con una bandeja en su mano, o porque en el fútbol la pared simule la respuesta de pase de una pared, o porque en el béisbol las bases simulan almohadas; sino, también, por la cercanía de fondo entre deporte y vida.

Visto así, la bandeja en el básquetbol no sólo simula sino que denota un jugador que, tras la exigencia del propio juego, logra el objetivo de encestar con la gracia del servicio en un banquete; del mismo modo con la pared en el fútbol, la cual, además de simular lo ya dicho, denota un jugador que, a pesar de lo importante que su acción es en el juego, decide responder al pase de su compañero con la omisión o privación de toda acción suya, más un objeto que sujeto; mientras que la almohadilla en el béisbol, en este sentido, además de simular, denota el descanso del jugador que, tras su acción en el partido: un hit o un robo de base, se merece.

El fondo, entonces, podemos decir, denota acciones; las formas de las metáforas deportivas, muy acertadas por lo que simulan con la vida, se complementan con las acciones a las que están asociadas: el descanso de las almohadillas, el servicio de la bandeja, la inacción de la pared.

La paz imperfecta de Francisco Muñoz no está exenta de dichosa y cargada expresión metafórica, con relación al deporte.

Llamo su atención sobre dos conceptos en los denominados Estudios de Cultura de Paz. Paz positiva y paz negativa. La primera dice que la paz es el estado o la condición en el que todo lo que debe hacerse para vivirla, está hecho: instituciones justas, personas equilibradas que ante el conflicto reaccionan con mesura y razonabilidad, en pro del diálogo y el libre pensamiento. La segunda, por su parte, dice que la paz es el estado o la condición en el que no existe violencia alguna.

Importante tomar en cuenta que la ausencia de violencia, la paz negativa, no garantiza la presencia de aquello que, como condición o estado, propone la paz positiva.

Francisco Muñoz entiende a dichos conceptos como extremos, pues, la paz positiva resulta utópica y la paz negativa, insuficiente. En su lugar, propone entender la paz haciendo frente al conflicto, en presencia incluso de violencia y/o sin haber obtenido una justicia social total. La paz es imperfecta por esta razón y, por lo tanto, más realista y práctica.

En el deporte tenemos algunos casos que permiten metaforizar lo antes dicho. La paz positiva es la persona que, con vestirse bien: traer las mejores marcas, el calzado más cotizado, asume ya, sin vivir el conflicto que su deporte exige, ser deportista. La paz negativa es la persona que, con pararse en la cancha de juego: siendo pasivo ante el conflicto, asume ya ser deportista.

Incluso, muchas veces en el deporte ganas, no porque hayas hecho bien las cosas, sino porque el rival hizo mal las cosas; tu victoria se define, no en sentido positivo, sino en sentido negativo: por lo que el otro hizo y tú no hiciste; por ejemplo, en el basquetbol, si tu rival falló más canastas que tú.

Mientras que la paz imperfecta es la persona que vive de manera activa y hace frente el conflicto que su deporte exige. Celebremos el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, mediante esta metáfora imperfecta.

* Profesor de Tiempo Completo de El Colegio de Morelos.

Aristeo Castro Rascón