LA CORRECCIÓN AL ERROR DE HABER CONSTRUIDO PRESAS Y LOS IMPACTOS SOBRE LOS MENOS CULPABLES DEL CALENTAMIENTO GLOBAL
Antonio Sarmiento Galán
Después de años de acalorados debates y retrasos, actualmente se está llevando a cabo la remoción de la presa en el río Klamath, en la frontera entre California y Oregon y mientras continúan los efectos secundarios de tal acción, los funcionarios enfatizan que las molestias a corto plazo producirán ganancias a largo plazo. Establecidas entre principios y mediados del siglo XX por la empresa de energía PacifiCorp, cuatro represas almacenaron agua y obtuvieron electricidad para la región; pero también impidieron que el salmón en peligro de extinción llegase a hábitats y zonas de reproducción críticos, contribuyendo a una disminución del 90 % en algunas poblaciones durante el último siglo. Sabemos que quitar estas represas ayudará a que las poblaciones de salmón se recuperen y se revitalice el ecosistema fluvial. Sin embargo, eliminar estructuras de este tamaño tiene efectos secundarios, desde multitudes de peces muertos hasta aguas turbias y los críticos se han pronunciado en contra del proyecto, considerándolo un desastre ambiental.
Aunque los científicos saben desde antes que estos impactos son a corto plazo y que pronto desaparecen, hay que profundizar en la ciencia detrás de la eliminación de la presa y en cómo el proyecto del río Klamath generará un sistema fluvial más saludable.
Reinicio del flujo: cuando se instala una presa, se interrumpe el flujo natural de un río y se cambian las dinámicas del ecosistema, incluyendo su temperatura, biodiversidad y composición química. Es muy parecido a lo que sucede cuando te ponen un torniquete en una parte de tu cuerpo, indica Ann Willis, directora en California de la organización American Rivers, quién apoya la remoción de la presa. No se puede bloquear el flujo de un río y creer que no habrá impactos en alguno de los otros sistemas vivos que responden e interactúan con ese flujo.
En el río Klamath, las floraciones de algas nocivas y los parásitos prosperaban en los embalses estancados detrás de las represas debido a sus temperaturas cálidas y a la falta de flujo, informó Scientific American en 2020. Además, los sedimentos que el río habría arrastrado se acumularon en los embalses de estas cuatro represas durante los últimos 60 a 100 años. El sedimento se acumula en el embalse y río abajo el espacio queda libre de sedimento, asevera Leroy Poff, ecólogo ribereño de la Universidad de Colorado y añade que cuando hay demasiado sedimento acumulado en un embalse, se reduce la cantidad de agua que el sistema puede retener antes de que haya desbordamientos e inundaciones. Todo eso cambió este invierno, cuando se vaciaron varios embalses artificiales en Klamath y se bajó el nivel de la presa Iron Gate, la más pequeña de las cuatro presas cuya remoción está prevista.
Remoción de la presa: Además de restaurar parte del flujo del río, el esfuerzo arrojó aproximadamente 2.3 millones de toneladas de sedimentos al sistema, convirtiendo el agua clara en lodo de color café, informa Los Angeles Times. El 27 de marzo, el condado de Siskiyou en el norte de California proclamó una emergencia local debido a preocupaciones sobre la mala calidad del agua relacionadas con el sedimento, y un aumento de peces o animales muertos como ciervos y castores atrapados en el barro de las orillas. Quienes saben, dicen que este es un paso necesario para que el río se deshaga del impacto secular de estas represas, y eso puede parecer inicialmente complicado, como un comunicado de Shari Witmore, bióloga pesquera de la oficina Klamath de Pesca en NOAA: el sedimento se está moviendo más rápido y más eficientemente de lo que jamás podríamos hacerlo, por ello, lo que ocurre es algo muy bueno.
Los impactos iniciales de la remoción de represas no son del todo esperados. El 26 de febrero, el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California liberó 830,000 crías de salmón Chinook río arriba de la presa para continuar reestableciendo sus poblaciones; unos días después, muchos de estos peces aparecieron muertos río abajo tras pasar por el túnel de 2.7 metros de ancho en el sitio de remoción de la presa, informa Cal Matters. Las autoridades piensan que el salmón padeció el mal de “las burbujas de gas”, similar a la descompresión en los buzos, debido a la alta presión del agua que ahora fluye en el área. Se podría argumentar que la liberación fue inoportuna, deberían haber pensado en lo que iba a pasar, dijo Poff y los funcionarios no liberarán más crías antes de que se complete la remoción.
Aprender haciendo: Se observaron efectos secundarios similares en la remoción de dos grandes presas en el río Elwha en Washington entre 2011 y 2014, que liberaron en total 20 millones de toneladas de sedimentos río abajo. Más de una década después, este río se ha transformado radicalmente, con un aumento en las poblaciones de salmón, trucha arcoíris y lamprea del Pacífico, suficiente para que se abriera una pesquería tribal, informa KNKX, una estación de la radio pública nacional (NPR) en Washington. Sin embargo, el Elwha está más cerca del océano que el Klamath, el cuál ha tenido un tramo más largo de río afectado por las represas. Si bien estudios anteriores han encontrado que los ríos comienzan a regresar a las condiciones anteriores a la represa dentro de los dos años posteriores a su remoción, el proyecto Klamath es la remoción más grande hasta la fecha, por lo que es difícil decir cuándo disminuirán por completo los impactos, dijo Poff. Hay que adoptar un punto de vista a más largo plazo cuando se piensa en la recuperación del río; sabemos que éste sanará y proliferarán las poblaciones de salmón que se reproducen de forma natural.
Mientras continúa la remoción de represas, las tribus indígenas están liderando en las orillas del río la plantación de millones de semillas para recuperar la vegetación nativa, como las bellotas de roble blanco, y los expertos esperan décadas de trabajo de restauración por delante. Es una sensación intensa que ese proceso de curación haya comenzado, dijo Leaf Hillman, miembro de la tribu Karuk que pasó más de dos décadas haciendo campaña para la eliminación de represas. Recordemos que el no haber previsto la recuperación de la vegetación ribereña, llevó a la posposición y cancelación de varios eventos en el río Sena programados para los juegos olímpicos de París 2024.
Los errores de la colonización occidental: Antes de que el ‘desarrollo’ occidental se convenciera de su error, el problema se exportó junto con la colonización e invasión de tierras en otros continentes. A finales de abril del 2024, una presa estalló en medio de lluvias torrenciales en Kenia causando decenas de muertos. Las casas fueron arrasadas y las carreteras cortadas cuando el embalse colapsó en medio de fuertes lluvias e inundaciones en todo el país.
Al menos 45 personas murieron cuando una presa improvisada se desbordó cerca de una ciudad en el Valle del Rift en Kenia en las primeras horas del día mientras lluvias torrenciales e inundaciones azotaban el país. El desastre eleva a más de 120 el número total de muertos durante la temporada de lluvias de marzo a mayo en Kenia, mientras lluvias más intensas de lo habitual azotan el este de África, agravadas por el fenómeno climático de El Niño.
Los residentes indican que la presa estalló en plena noche, enviando agua a borbotones colina abajo y envolviendo todo a su paso. El diluvio cortó una carretera, arrancó árboles, arrasó casas y vehículos. Escuchamos lo que parecía un terremoto y rugidos como los de un tren en movimiento, dijo Margaret Wangechi, profesora de 52 años. Un alto funcionario de la jefatura de policía del condado de Nakuru dijo que hasta el momento se habían recuperado 45 cadáveres, mientras que la gobernadora de Nakuru, Susan Kihika, afirmó que 110 personas estaban siendo atendidas en el hospital.
Los rescatistas cavaban entre los escombros utilizando azadas y, en algunos casos, sus propias manos en una búsqueda desesperada de supervivientes. Recogimos algunos de los cuerpos sostenidos por los árboles y no sabemos cuántos están bajo el barro, dijo Stephen Njihia Njoroge, que participó en las tareas de emergencia.
Los culpables: El desastre ocurrió en la presa Old Kijabe, una barrera en la ladera que se formó naturalmente décadas después de los trabajos de construcción del ferrocarril por parte de los antiguos gobernantes coloniales británicos de Kenia.
La Cruz Roja ha instalado un mostrador en una escuela local para ayudar a las familias a encontrar a sus familiares perdidos. El ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, dijo que el gobierno había ordenado a los funcionarios de seguridad e inteligencia que inspeccionaran todas las presas y depósitos de agua públicos y privados en sus jurisdicciones dentro de las 24 horas… y recomendaran casos para la evacuación obligatoria y el reasentamiento temporal. Aseguró que las autoridades arrestarían a las personas que tuvieran comportamientos riesgosos, incluidos los automovilistas que intentaran cruzar peligrosamente y cualquiera que intentara transportar pasajeros a través de ríos inundados o aguas pluviales en canoas o embarcaciones inseguras.
Sus comentarios se produjeron después de que un barco lleno de personas volcara el fin de semana en el condado inundado del río Tana, en el este de Kenia. La Cruz Roja de Kenia dijo que había recuperado dos cadáveres y rescatado a 23 personas. El gobierno dijo que los esfuerzos de búsqueda y rescate estaban en curso. Imágenes de video compartidas en línea y en televisión mostraron el barco lleno de gente hundiéndose, con la gente gritando mientras los espectadores sufrían con horror. El sábado, las autoridades dijeron que 76 personas habían perdido la vida en Kenia desde marzo y más de 130,000 habían sido desplazadas.
Las escuelas han tenido que permanecer cerradas después de las vacaciones de mitad de semestre, después de que el Ministerio de Educación anunciara el lunes que pospondría su reapertura hasta el 6 de mayo debido a las lluvias.
Más errores por falta de vigilancia y acentuados por el calentamiento global: Los monzones también han causado estragos en la vecina Tanzania, donde al menos 155 personas han muerto en inundaciones y deslizamientos de tierra.
En la capital de Etiopía, Addis Abeba, las inundaciones cobraron la vida de cuatro personas el lunes, según la Comisión de Gestión de Riesgos de Incendios y Desastres.
Una mujer y su bebé murieron el domingo en la capital de Ruanda, Kigali, cuando las fuertes lluvias provocaron el derrumbe de su casa.
En el vecino Burundi, uno de los países más pobres del mundo, unas 96,000 personas han sido desplazadas por meses de lluvias incesantes, según las Naciones Unidas y el gobierno.
Uganda también ha sufrido fuertes tormentas que han provocado el desbordamiento de las riberas de los ríos, con dos muertes confirmadas y varios cientos de aldeanos desplazados.
La tragedia de la presa del lunes se produce seis años después de que un incidente similar en Solai, en el condado de Nakuru, matara a 48 personas. El desastre de mayo de 2018 que involucró un embalse privado en una finca cafetera también se produjo tras semanas de lluvias torrenciales.
A fines del 2023, más de 300 personas murieron a causa de las lluvias e inundaciones en Kenia, Somalia y Etiopía, justo cuando la región intentaba recuperarse de su peor sequía en cuatro décadas que dejó a millones de personas hambrientas.
El Niño es un patrón climático natural típicamente asociado con un aumento de calor en todo el mundo, lo que provoca sequías en algunas partes del mundo y fuertes lluvias en otros lugares; la Organización Meteorológica Mundial de la ONU dijo en marzo que el último de estos eventos fue uno de los cinco más fuertes jamás registrados.