

El 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha que invita a reflexionar sobre el impacto de esta enfermedad, más allá de los actos simbólicos. El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo y en México, donde se ve agravado por desigualdades estructurales y fallas en el sistema de salud que dificultan el acceso al tratamiento, especialmente para las poblaciones más vulnerables.
El cáncer es una enfermedad compleja causada por la proliferación descontrolada de células anormales, favorecida por factores como el tabaco, alcohol, contaminación, virus y bacterias. Aunque afecta a personas de todas las clases sociales, el acceso al tratamiento oncológico está marcado por profundas desigualdades, convirtiéndolo en un problema no solo biológico, sino también económico y social.

En México, el sistema de salud enfrenta deficiencias graves debido a la falta de recursos, corrupción y mala gestión. Un caso alarmante ocurrió en Veracruz en 2017, donde se descubrió la distribución de quimioterapias falsas, generando desconfianza en las instituciones. Además, la mala planificación en la compra y distribución de medicamentos incrementa los costos y dificulta el acceso a tratamientos adecuados (Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, Postura ante el desabasto de medicamentos oncológicos)
A nivel mundial, la OPS señala que el cáncer causó 1.4 millones de muertes en América en 2022, con proyecciones en aumento, con un margen de 4.2 millones de casos confirmados, y con una proyección al alza de 6.7 millones de afectados directamente para el año 2045, siendo el cáncer de próstata, pulmón, colorrectal y vejiga los que se encuentran con mayor frecuencia en los hombres, mientras que el cáncer de mama, pulmón, cuerpo uterino, colorrectal aflige a las mujeres.
En México, de acuerdo con las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR), es la tercera causa de muerte, con 91,562 defunciones registradas en 2023. Estados como Morelos presentan tasas de mortalidad oncológica alarmantes: 1,150 personas fallecieron por cáncer en 2022.
El acceso a tratamientos en el país depende de factores económicos y geográficos. Más del 50% de la población total carece de seguridad social, según CONEVAL y el 54.6% de las personas trabajadoras, lo hace en la informalidad, limitando su acceso a servicios médicos de calidad. Quienes viven en zonas rurales enfrentan dificultades adicionales para trasladarse a centros especializados, lo que en muchos casos provoca el abandono del tratamiento. La falta de infraestructura agrava la detección tardía del cáncer de mama, con un 60% de los casos diagnosticados en etapas avanzadas, reduciendo las posibilidades de supervivencia.

El cáncer no solo afecta la salud, sino que genera estrés financiero y sufrimiento emocional en las familias, especialmente en aquellas que deben recurrir a servicios privados ante la falta de atención pública adecuada. Esto profundiza la brecha entre quienes pueden costear los tratamientos y quienes no.
Ante esta situación, es urgente reformar el sistema de seguridad social y garantizar el acceso equitativo a los tratamientos oncológicos. La desigualdad geográfica y socioeconómica no puede seguir siendo un obstáculo para la atención médica. El Día Mundial contra el Cáncer debe ser un llamado a la acción para fortalecer el sistema de salud y reducir las barreras que enfrentan los pacientes. Solo con un sistema más justo y accesible será posible luchar eficazmente contra el cáncer y salvar vidas.
*Doctorando del programa de Derecho y Globalización de la FDyCS de la UAEM.
**Profesora Investigadora de Tiempo Completo de la FDyCS de la UAEM.

