loader image

Por Andrea Álvarez Sánchez 

Madame Andreyeva

«Te doy muchas gracias Santo Niño de Atocha por haberme salbado de morir aplastado yo y mi hija de aquel derrumbe del cerro pues nos encomiendamos a tu gracia y no nos morimos. Jose Emilio Durán y Angela Duran». Este es el texto de un exvoto al Santo Niño de Atocha que agradece haber salvado la vida en un deslave. 

Los exvotos o retablos son una tradición mexicana, que a pesar de ser bastante popular, poco se conoce sobre su origen que proviene de los marinos europeos del mar mediterráneo.

Conocí por primera vez los exvotos a través de mi madre y nuestro amigo Federico Serrano, experto en el tema. Una mañana Federico trajo a nuestra casa a un hombre de piel bruna con una bondadosa chispa en los ojos. Era don Alfredo Vilchis, pintor retablero. Traía a nuestro domicilio una serie de pequeñas pinturas sobre lámina, acompañadas con un breve texto lleno de faltas de ortografía que contaban historias increíbles y que agradecían distintos milagros a santos y vírgenes. Esas imágenes me hechizaron. Nos quedamos con algunas y después volví a visitar a don Alfredo en la Lagunilla donde exponía sobre la banqueta sus retablos.

Poco a poco me fui metiendo en el mundo de los exvotos y su origen. Tal fue mi pasión por el tema que hice una investigación y en 2005 y recibí un apoyo para realizar el documental Milagros Concedidos el cual codirigí con Luciana Kaplan y fue nominado al Ariel en ese mismo año. La película narra algunos casos de retablosy explica de dónde proviene la tradición y cómo llega a México. Hoy en día, la popularidad del exvoto ha ido menguando y aunque la fe continúa, las formas cambian. En los santuarios se ven exvotos en nuevos formatos y ahora hay hasta exvotos virtuales por correo electrónico y redes sociales.

​El tema del presente exvoto es el deslave de una montaña que cae sobre un poblado. Los deslaves pueden darse por terremotos, erupciones volcánicas, excavaciones o las fuertes lluvias de temporada. El suelo recibe grandes cantidades de agua, la tierra se ablanda y entonces se desprende el lodo que se precipita pendiente abajo. Si encima el suelo está deforestado es todavía más propicio a derrumbes, pues queda desprotegido sin el arraigo de las raíces de los árboles que sirven de amarre a la tierra, regulan la cantidad de agua en el suelo y esto ayuda a que el agua no forme flujos de lodo.

No es propicio construir con materiales pesados en terrenos débiles. Como medidas de prevención se recomienda no comprarterrenos en pendientes pronunciadas y sobre todo en sitos donde ha habido previamente deslizamientos. La naturaleza da ciertas señales a las cuales hay que estar atento: deformaciones, agrietamientos e inclinación de los árboles.

A lo largo de la historia ha habido muchos deslaves y este exvoto representa la tragedia que implica para el humano uno de ellos: el peligro de ser aplastado por una avalancha de lodo y morir sepultado en una ladera.

​Tal ha sido mi gusto por los exvotos que en la actualidad tengo un taller de retablos, los cuales, ideo, diseño y junto con pintores locales, realizo. 

​Muchos de los retablos ya no son peticiones particulares de una persona, pero son representativos del subconsciente colectivo y por eso nos identificamos tanto con ellos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *