Raquel Mosqueda*
Hace algunos días apenas, en el marco de la Jornada de Literatura Fantástica, ante un grupo de estudiosos del tema, sugerí la necesidad de repensar las a veces rígidas categorías utilizadas para analizar textos literarios cuyas característicasdesafían paradigmas; hablo de escritos que, con frecuencia, se rehúsan a ser encasillados en algún género o teoría de aquellas tan caras a los investigadores. Y recientemente, Elefanta Editorial publicó Caballería mutante, donde no existe este riesgo pues, sin lugar a dudas, lo que permea cada página de esevolumen no es lo fantástico, sino la fantasía misma. Los cuentos de esta antología crean un espacio de libre tránsito para que héroes, hechiceros, brujas, fantasmas, hipogrifos, ladrones, y demás seres maravillosos deambulen a sus anchas. Los antologadores, José A. Cantallops y Yoss, dividen los textos en siete subgéneros: fantasía heroica, fantasía de la tierra moribunda, fantasía épica realista, fantasía slipstream, fantasía Bangsian, fantasía erótica y fantasía urbana; explican con detalle las particularidades de cada subgénero, y ofrecen en cada apartado una lista comentada de otros autores y libros para encontrar aventuras semejantes. Los propios autores deCaballería mutante representan diversidad no sólo de asuntostratados, sino de estrategias narrativas empleadas, y dan cuenta de una imaginación que, a la manera del personaje de El mundo alucinante del cubano Reinaldo Arenas, rompe con toda atadura.
Es imposible mencionar todos los relatos de esta antología,pero destaco “El final de Rusko el rojo” [fantasía heroica] del mismo Yoss, donde un grupo de otrora intrépidos aventureros conformado por una arquera, un gigante, un hábil espadachín y una maga, todos liderados por el personaje que da título al relato, han decido vivir una vida apacible y “normal” … hasta que algo sucede. La segunda sección “Fantasías de la tierra moribunda” está conformada por un único cuento, pero es suficiente. El magnífico relato “Amarás a tu madre por encima de todas las cosas” de Elaine Vilar Madruga, consigue desestabilizar las certezas del lector al configurar un mundopostapocalíptico donde las madres, lejos del tan gastado estereotipo, devienen feroces depredadores que utilizan a sus crías como carnadas. En los relatos de la tercera sección “Fantasía épica realista” los héroes deben enfrentar no ya a poderosos hechiceros o a otros guerreros semejantes a ellos, sino a una realidad, quizá más temible, tal como acontece en “Leyenda empeñada” de José Alejandro Cantallops. El cuarto apartado “Fantasía slipstream” conjuga “Ciencia ficción, fantasía y horror, que en esta mezcla cabe de todo”. La quinta sección “Fantasía Bagsian” conformada por dos relatos “Trámite mío que estás en los cielos” de Amelia Martínez Apollinario y “Protocolo” de Leonardo Amado Molina, destaca por el tono humorístico. El sexto apartado “Fantasía erótica” lo ejemplifica el excelente cuento “La ruta de la sal” de Malena Salazar Maciá. La última subdivisión “Fantasía urbana” constituye la sección más numerosa de la antología, de acuerdo con Yoss y Cantallops, es éste el “subgénero favorito de los jóvenes autores cubanos”
Hay que asumir sin temor el salto a la Caballería Mutante. Literatura fantástica cubana, a dejar suelta a “la loca de la casa”, pues tal como advierte Bertold Bretch: “el divorcio entre la razón y la imaginación ha generado las peores pesadillas de la humanidad”, Caballería mutante se opone con verdadero empeño a este divorcio.
*Raquel Mosqueda es licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas e investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM. Emiliano Becerril la invita a propósito de la presentación de Caballería mutante en la UNAM