Con el corazón en el teclado al escribir mi libro y estas líneas
(2da y última parte)
¡Qué bárbaro! qué preciosa estuvo la presentación de mi libro “Los Rostros de Guadalupe, con el corazón azteca dentro del suyo”. Evento que se efectuó la semana pasada en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca. ¿Y saben por qué fue un éxito queridos lectores? Porque todo lo que ha rodeado a este libro, desde que inicié las primeras investigaciones hasta llegar luego de varios años de estudio a su reciente presentación, fue hecho con el corazón. Hago patente mi enorme gratitud a todos aquellos que desde el siglo XVI aún en tiempos de la Conquista de México, impresionados por la enorme cultura que recién conocían, trabajaron en el rescate del México antiguo para que generaciones que ellos ya no verían, conocieran y sintieran el gran orgullo de saber quiénes somos y de dónde venimos.
Incluso en la organización del evento, recibí desde el apoyo del Director del Instituto de Cultura Municipal Dr. Juan Contreras de Oteyza, al que ya conocía de hace años como Director del Palacio de Cortés; antes que él ya me había dicho nuestro alcalde José Luis Urióstegui cuando supo hace más de un año que preparaba mi libro: “¡Lo presentas aquí!”. Gracias. Sentí también el apoyo de todos los amigos y conocidos que asistieron incluso llegados desde la CDMX algunos en autobús, y que con su presencia y entusiasmo dieron enorme vida al acto.
Les cuento que ese día fue un milagro que llegara tanta gente. Verán por qué: La ciudad estuvo paralizada con distintos bloqueos ciudadanos, también coincidió el mismo día y a la misma hora, la gran afluencia de morelenses al informe que por la tarde rindió nuestra gobernadora Margarita González Saravia por sus 50 primeros días como mandataria lo que dificultó la llegada de otros. Por cierto, desde aquí le envío una felicitación y mis mejores deseos de que su gestión sea un éxito, nos lo merecemos los morelenses luego del gris y ausente desempeño del anterior gobernante, el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco que su arribo al gobierno de Morelos, desató un aumento de violencia como nunca habíamos visto.
Regreso al evento del MUCIC, luego de la ceremonia prehispánica del saludo a los 4 vientos enviados por parte del Primer gobierno superior indígena en la Historia de Morelos, que iniciaron frente a los presentes, creo pertinente destacar que es una ceremonia sagrada de origen antiguo que la acostumbraban los nahuas del centro de México quienes incorporaron elementos a su cosmovisión y dirigieron el ritual a distintas deidades, así como a las fuerzas sobrenaturales. Y lo increíble es que a pesar del tiempo transcurrido desde su creación, la ceremonia ha pasado hasta nuestros días, sobre todo, a través de la más pura tradición oral. Y ese día pusieron a todos los presentes a seguirla.
Es importante recordar que en la historia de la humanidad, existen rituales y prácticas ancestrales que aún hoy en día nos resultan enigmáticas y plenas de misterio, esta ceremonia a los 4 vientos, es una de ellas. Y su presencia como inicio del evento, la sentí como un regalo pleno de simbolismo ya que se hablaría, entre otros aspectos, del origen indígena pero también sacro de Nuestra Señora de Guadalupe por todo lo que ella representa en ambas culturas, la indígena y la española fusionadas a partir de Guadalupe sin que ninguna de ellas desapareciera.
Y esa, no fue la única sorpresa, ese día hubo varias más, además del ritual indígena, estuvo la entrega de un reconocimiento que le hicieron a quien esto escribe el grupo Amigos de Cuauhnáhuac, en voz de su titular, el Ing. Antonio Miranda, luego de lo cual, comenzó la presentación propiamente del libro “Los Distintos Rostros de Guadalupe…”
No puedo dejar de mencionar y agradecer la asistencia e importancia de mis dos ponentes, uno el doctor en Historia, ensayista, narrador, escritor y periodista José N. Iturriaga. El otro, el sacerdote católico representante de la Teología de la Liberación, llamado con afecto Padre del Pueblo. Ambos estudiosos en el tema, cada uno expresó su punto de vista en cuanto a la enorme presencia de Guadalupe en la historia de México, el primero desde el punto de vista netamente histórico, el segundo al resaltar el crecimiento en el número de sus fieles, su expansión a otros países y su importancia espiritual.
Efectivamente creo que a este libro que explora las raíces del culto guadalupano, en el que tomé en cuenta todas las vertientes, lo hico con tanto respeto y corazón que ha sido el que más estudios y esfuerzos me significó, tanto, que les confieso, aquí entre nos, que cinco días antes de su presentación, sufrí una caída que casi ni la sentí antes del evento. Pero al terminar todo, no me podía ni mover: radiografías, traumatólogo, nada grave pero sí doloroso. Mucho. Consultada mi amiga la Dra. Reyna Bárcenas, me refirió ampliamente que es un fenómeno muy interesante y estudiado. Resumo para ustedes su amplia explicación: Resulta que estaba yo tan feliz por la inminente presentación de mi libro, que ese stress hizo rebasar las hormonas existentes con las relacionadas a la adrenalina, entre otras. Ya cuando pasó ese stress, de nuevo viví el regreso olvidado de mi percance. Qué tal ¿eh? Y aquí estoy, ya medicada y adolorida, pero feliz. Y hasta la próxima.
La gran asistencia congregó a distintos partidos, ideologías y creencias diferentes amigos todos, pero por encima de todo, y por encima de todo se destacó el respeto, el interés por conocer nuestro México Antiguo, el aplauso a los ponentes, y sobre todo la alegría de haber asistido. Como debe de ser. Imagen proporcionada a la autora por Eleonora Isunza de Pech.