loader image

 

 

Un principio que nos permite fortalecer la lucha en defensa de los derechos humanos y laborales es avanzar en las coincidencias y debatir con respeto las diferencias que se presentan en el seno del movimiento sindical y social. Es lo que se verá en las calles éste viernes 31 de enero a partir de las 4 de la tarde, en la marcha que se llevará a cabo por las calles de Cuernavaca, iniciando en El Calvario y concluyendo con un mitin en las escalinatas del zócalo donde se encuentran las letras, con la participación de todas las organizaciones sociales y sindicales del Pacto Morelos por la Soberanía Alimentaria y Energética y los Derechos de las y los Trabajadores.

Durante años hemos logrado articular diversas luchas mediante acuerdos democráticos que se toman en las asambleas y reuniones que recuperan la memoria histórica del Primero de Mayo de 1974, cuando por primera vez se rompió el control del movimiento obrero y la columna independiente se negó a dar las gracias a los gobernantes que sometían política e ideológicamente a la clase trabajadora al sistema de dominación política priista del bonapartismo mexicano.

Por eso aceptamos y agradecemos la invitación que nos hizo el Sindicato de Telefonistas Sección 10 para asistir como invitados a la constitución de la Asamblea General de las y los Trabajadores que se realizó éste 25 de enero en el auditorio del Sindicato del Seguro Social en Cuernavaca, mismo día que se llevó a cabo el tercer taller sobre derechos indígenas a la justicia y los planes de justicia en Alpuyeca. Un día antes, en el Museo del Ex Convento de Tepoztlán, participamos en la exposición de fotos y testimonios sobre el genocidio del pueblo palestino en Gaza. Esta unidad en la lucha también se expresará en las calles éste 31 de enero a partir de las 4 de la tarde del Calvario al zócalo.

Hoy vemos cómo la crisis mundial se expresa en guerras y destrucción ambiental y avance de posiciones reaccionarias y de derecha, como la que expresa el triunfo de Donald Trump, su nuevo gobierno y la dinámica y amenazas que representa. Esta situación se ubica en la época de declinación del imperialismo US, sobre todo en el terreno económico, ante la competencia interimperialista sobre todo con China. EU mantiene la hegemonía imperialista militar, pero la competencia interimperialista lo coloca a la defensiva, en declinación.

Por eso el tema central de MAGA (Make America Great Again), amenazando y sugiriendo que incluso por la fuerza hará que EU sea nuevamente respetado y temido. Muchas de sus amenazas desde Groenlandia, acabar con el derecho de ciudadanía EU a hijos de inmigrantes nacidos en EU, imponer aranceles, etc., requieren procesos legales que no pueden imponerse inmediatamente, pero en la avalancha de amenazas en sus discursos iniciales estos días y firmando «órdenes ejecutivas», refleja el discurso ideológico que quiere imponer mostrando que habrá un gran cambio, «la era dorada de EU» porque recuperará su dominio en todos los terrenos, obviamente imponiendo concepciones reaccionarias, racistas, sexistas, de ultraderecha. Al mismo tiempo cuestionando los valores tradicionales del liberalismo estadunidense y mostrándose crudamente como el gobierno no de la «democracia americana» sino de la oligarquía. Obviamente todos los gobiernos del Estado capitalista representan a la burguesía. Pero a veces usan para eso a su «personal político», a sus partidos. En el caso de Trump es directamente la oligarquía, la élite más rica de los nuevos multimillonarios ligados, como Elon Musk, a las comunicaciones, fundamentales para la manipulación ideológica no sólo durante las campañas electorales y del electorado sino del pueblo en general y de la opinión pública internacional («global» como le dicen ahora).

A pesar del objetivo de imponer su discurso ideológico como hegemónico, su política efectivamente tendrá consecuencias concretas. Y a 10 días de su toma de posesión y pese a la importancia del movimiento de resistencia popular y de mujeres que está surgiendo en EU su imposición es por lo menos por los próximos 4 años. Y esto obviamente implica a México, no solo por la deportación de millones de migrantes con los que se amenaza.

El gobierno de Trump, incluso en medio de la guerra comercial con China y el papel del TMEC, tiende a afectar y desestabilizar a México y su gobierno.

Ante este tipo de amenazas se requiere fortalecer las luchas y los movimientos sociales de resistencia en todo el mundo, sin subordinarse a los gobiernos por más progresistas que se asuman, ya que no están verdaderamente dispuestos a defender los derechos de la clase trabajadora y, es lo que vemos en los pueblos y comunidades indígenas de Morelos que se unen para luchar en defensa de los derechos colectivos y logran superar las diferencias para ponerse de acuerdo en los objetivos comunes para ejercer su derecho a la autonomía y libre determinación. También participamos en los procesos donde se unen los sindicatos y organizaciones sociales para defender los derechos laborales frente a las políticas neoliberales.

Las amenazas de guerra en contra de pueblos que resisten nos deben alertar, sobre todo ahora que el genocidio en Gaza contra el pueblo palestino ha quedado evidenciado por el cese al fuego y tratan de regresar a casa cuando ya no hay casas donde habitar.

Escenarios complejos que requieren ser discutidos y analizados de manera amplia y profunda, como lo seguimos intentando realizar con las organizaciones sociales y sindicales del Pacto Morelos por la Soberanía Alimentaria y Energética y que daremos a conocer precisamente en la marcha del 31 de enero, por lo que convocamos al pueblo de Morelos a sumar fuerzas y voluntades para transformar la realidad que nos toca vivir.

Porque amamos, luchamos y gobierne quien gobierne, los derechos se defienden.

José Martínez Cruz y Marco Aurelio Palma Apodaca