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He visitado escuelas en recientes semanas y por casi todos lados veo que decrecen las poblaciones del alumnado: ya no quieren tener hijos las jóvenes parejas, y como en otros países, los educables que quedamos, somos las y los adultos y los jóvenes que no se han ido.

Garbancito Lechuga es el pseudónimo de una madre adulta de Morelos, quien desde el 2020, decidió con su marido Brian O´Neil, formarse en pintura, para expresarse como desde joven lo hace él, pero a su propio estilo. De inmediato, notamos sorprendentes resultados en su formación: Lilí era desde tiempo atrás, depositaria y cultivadora de riquísima imaginería, que estaba urgida de brotar con exuberante colorido, sobre cualquier material, el que tuviera a mano. Con el apoyo de Brian, fue aprendiendo técnicas varias, materiales, estilos, y también muy pronto encontró el suyo, auténtico, inigualable: el naif, sin pretensiones, con sus libres perspectivas, con sus colores alucinantes.

Ella, siendo prácticamente abuela, descubrió que tiene recursos expresivos ricos para destacar en pintura y lo está logrando en cada obra, haciendo uso de su derecho, como el tuyo/tuya, lector, de pintar, de expresarnos plásticamente o corporalmente, dando flujo a nuestros sentimientos y necesidades, expectativas, dolores y gozos. Ese descubrimiento debiera ser no sólo derecho de nuestros infantes, sino de cualquier joven y adulto que no tuvo oportunidades en su momento, de contar con colores y papel, con plastilina y barro, con una mínima guía o facilitador/a de la expresión artística.

Por suerte que Brian ha estado ahí con ella, diligente, ensanchando sus límites, visualizando nuevas posibilidades, animándola y acompañándola al coautorar algunas obras como la que aquí les presentamos, encauzando ese poder de Lilí.

Ustedes pueden visitar su perfil en facebook (Garbancito Lechuga), y podrán seguir su veloz trayectoria pictórica desde el 2020, identificando y valorando sus avances, y seguramente, algunas de sus constantes: el recuerdo de los ancestros, madre y abuela, de su entorno doméstico infantil, de aquellos enseres que caracterizaban las alcobas y espacios íntimos familiares y de las mujeres de casa. En sus pinturas parece todo ubicado en primer plano, signos, símbolos, recuerdos, seres amados, juguetes infantiles y detalles que evocan infancias idas y traídas a estos días gracias a su memoria y representación, de mano de Lilí.

Lilí no sólo sube sus obras a facebook, para gozo nuestro. Además, de vez en cuando expone, sin prisa, y sí, vende, vende sus obras por el gran atractivo que producen en quienes las vemos y observamos. No era su objetivo inicial, pues sus referencias continuas plasmadas en las pinturas son familiares, tan cercanas a su corazón, y siempre puede ser difícil desprenderse de ellas. No puede evitarlo, seguido hace homenajes implícitos a la abuela, a la madre, a su hija y nieto, a su familia extensa, al amor.

En el sistema educativo se plantea no sólo formar artistas, sino especialmente, brindar oportunidades para valorar las artes, apreciarlas, ejercitarlas, en un proceso educativo que nos lleve a descubrirnos como seres no sólo verbales, sino manifestantes por múltiples vías, entre ellas las artísticas. Ese es también nuestro derecho, hay que ejercerlo, a cualquier edad.

Miguel Á. Izquierdo S.