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Regular internet (segunda parte)

Antulio Sánchez*

La adquisición de otras empresas que hacen estos gigantes, no solo es para evitar tener competidores en sus segmentos sino para ampliar su poder y alcance sobre grandes áreas de la población mundial. El poder de estas empresas va más allá de lo estrictamente económico, para llegar a ejercer una influencia sobre los consumos de las personas gracias a que las mismas plataformas están diseñadas para conocer los gustos y hábitos de sus usuarios. Esto se refuerza porque las autoridades lo permiten, y porque también los mismos usuarios lo alientan con su actitud de rendir pleitesía a líderes empresariales que sostienen que el monopolio es bueno porque «impulsa el progreso» y «la competencia es para los perdedores». 

La última ley antimonopolio en Estados Unidos fue la de Modernización de la Competencia de 2021, aprobada por el Congreso y firmada por Joe Biden en diciembre de 2021(t.ly/SbT6). Una ley que se dijo busca mejorar la competencia en los mercados digitales, aunque no se sanciona a ninguna empresa; en los últimos años diversas empresas tecnológicas han sido objeto de investigaciones antimonopolio pero han llegado a acuerdos con las autoridades reguladoras, como ha sido el caso de Google, Facebook y Amazon (t.ly/mLvm).

Como dice Tim O’Reilly (t.ly/EU8O), las propuestas para regular a los gigantes de Internet «no  dan en el blanco ya que, o bien son tan draconianas que nunca podrán ser implementadas, o bien no se ajustan a las preferencias de los consumidores a los que se supone que se quiere proteger. Y es que la mayoría de usuarios de Alphabet (Google) o de Facebook preferirían ceder sus datos a cambio de un acceso gratuito a servicios valorados en cientos de dólares y soportar la publicidad personalizada que esa cesión conlleva, antes que perder el acceso a tales servicios o tener que pagar por ellos». 

En diversos países se han tomado medidas con el fin de frenar ese apetito desmedido de las grandes firmas. La Unión Europea, por ejemplo, sancionó en 2017 a Google con 2.800 millones de dólares por sus resultados de compras nada neutrales; en 2018 le aplicó otra multa por 5.000 millones de dólares por usar Androidpara promocionar sus propios servicios (t.ly/Iek3s).

Una de las leyes recientes e interesantes es la aprobada en la Unión Europea en octubre de 2022. La Ley de Mercados Digitales tiene como objetivo garantizar mercados digitales justos y abiertos, evitar que los denominados gatekeeper (agentes de enlace o gestores de los portales de Internet)impongan condiciones injustas a las empresas y los consumidores, ya que son las intermediarias entre las mismas empresas y las personas; se les exige que ofrezcan la interoperatividad de determinados servicios considerados clave, y facilitar a los usuarios la cancelación o suscripción o darse de baja de dichos servicios y pasarse a la competencia. También seprohíben las medidas de autopreferencia (la clasificación de sus propios productos o servicios por encima de los de sus competidores), reutilizar los datos personales de un servicio en otro, o que los desarrolladores de aplicaciones estén obligados a incluir en sus tiendas de aplicaciones los servicios del gatekeeper (t.ly/EU8O).

Las denominadas GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), como se les clasifica en Europa, y sus homólogos chinos, Baidu, Alibaba, Tencent y Xiaomi (las llamadas BATX) usan esas estrategias. Con todo, el poder relativo de las mismas es hoy mucho mayor que el que tenían Standard Oil o AT&T cuando fueron divididas. 

Una medida sensata para los GAFA, aunque difícil de implementar en Estados Unidos porque los vientos antimonopolio no se dan ahora muy bien, es impulsar lo que tanto Tim Wu como Jacques Attali han referido: dividir a estas gigantes de la siguiente manera: dividir Google al menos en 4, separando su buscador, su sistema operativo Android, publicidad y otros negocios; Amazon al menos en 3, separando su negocio en comercio electrónico, publicidad y nube; Facebook al menos en 4, separando su Messenger, WhatsApp e Instagram; Apple al menos en 2, separando sus negocios de hardware y software, y prohibirle ingresar a negocios de video streaming y música.

* Periodista especializado en nuevas tecnologías, @tulios41.

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