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Maximino Aldana*

En una colonia de una galaxia muy lejana, hay un restaurante llamado “Aquí te enfermas”, ampliamente conocido porque sus comensales se enferman de salmonelosis o tifoidea justo después de comer allí. Hay varias quejas documentadas ante la Autoridad Competente, pero el restaurante ha seguido operando por años. Por si esto fuera poco, es el único restaurante en toda la zona porque fue el único que obtuvo el permiso para operar por adjudicación directa. Así que las personas que viven o trabajan en esta colonia y no pueden preparar sus alimentos en casa, se ven obligadas a comer en Aquí te enfermas (o no comer). Ante las quejas y presión de los comensales, la Autoridad Competente decide dialogar con los colonos para llegar a una solución. La discusión se lleva a cabo así:

Autoridad: Buenas tardes damas y caballeros. Tenemos una excelente solución para el problema que ha sufrido esta comunidad por varios años. Hemos decidido, como parte integral de la política del bienestar planteada para esta zona, abrir una enfermería justo frente al restaurante Aquí te enfermas. De esta manera, las personas que ingieran alimentos descompuestos o contaminados en el ya mencionado restaurante podrán pasar rápida y directamente a la Enfermería Bienestar a comprar medicinas para atender la subsecuente infección. Más aún, si presentan el recibo de consumo emitido por el restaurante, en la enfermería se les hará un descuento del 5% en la compra de bolsitas para el vómito. 

Ciudadano: Disculpe usted, Sr. Autoridad Competente, tengo una pregunta. ¿No sería mejor asegurarse de que el restaurante cumple con las normas sanitarias nacionales e internacionales y de que no vende comida descompuesta o contaminada?  

Autoridad: ¿Quién es usted? ¿Qué periódico neoliberal lo envía? ¿Es usted un injerencista hablando de cosas internacionales, o es simplemente un provocador ignorante?¿Es esto un montaje? 

Ciudadano: Yo soy vecino de esta colonia, nadie me envía y tengo estudios universitarios en Derecho Internacional, con especialidad en Normatividad Médica y Sanitaria. 

Autoridad: ¡Uf, peor tantito! Seguro es de los que creen que lo saben todo. Pero usted no sabe nada. A ver… aquí me están pasando una ficha técnica con su información. Usted es el señor X al que se le enfermó su hijo de gripa el año pasado. Si en verdad supiera tanto, su hijo no se hubieraenfermado de gripa. ¡Ni siquiera sabe cuidar a sus hijos!¿Dónde estaba cuando a su hijo le dio gripa?

Ciudadano: ¿Pero eso que tiene qué ver?

Autoridad: Claramente usted es un provocador que quiere desestabilizar nuestro proyecto. Cada día, a las 6:00am,estudiamos el caso del restaurante Aquí te enfermas y nuestro grupo de expertos ha determinado que la mejor solución para contrarrestar las infecciones provocadas por la comida descompuesta es construir la Enfermería Bienestarjusto al otro lado de la calle. ¡Es una solución que el Pueblo ha estado esperando por años!  

Ciudadano: Señor Autoridad, disculpe, pero yo no veo que esto sea una solución. Por un lado, para llegar al otro lado de la calle hay que atravesar una autopista de alta velocidad, con ocho carriles y en la cual no hay cruceros ni puentes peatonales. Por otro lado, creo que lo mejor sería llevar a cabo inspecciones sanitarias y, en caso de que no se cumpla la ley en materia de salubridad, quitarle la licencia de operación al restaurante. 

Autoridad: ¡No me venga ahora con que la ley es la ley! Además, usted tiene cara de ser un corrupto violador de laley. Su cara refleja a un conservador, neoliberal, traidor a la patria. Usted sólo quiere mantener sus privilegios.

Ciudadano: ¿Cuáles privilegios?

Autoridad: No voy a discutir ese tema con usted para no dañar la investidura de autoridad que debo salvaguardar. Además, no sólo tiene cara de corrupto, también tiene manos de estrangulador. ¿No me diga que esas manotas las tiene sólo para trabajar? A ver… ¿En qué trabaja usted? ¿Cuánto gana? ¿A cuántas personas ha estrangulado? ¡Hagamos una consulta para saber si este estrangulador debe o no ir a la cárcel!

Lo anterior es un ejemplo típico de lo que se llama falacia ad hominem, en donde uno de los interlocutores, en lugar de discutir los argumentos que se presentan para resolver algún problema, se dedica a atacar e insultar a su interlocutor, ya sea por su apariencia, ideología, condición social, racial, étnica, sexual, económica, educativa, etc. La falacia ad hominem consiste en desviar la atención para no discutir el verdadero problema, sino hablar sobre los defectos (reales o imaginarios) del interlocutor. Esta técnica funciona porque los insultos divierten. Tenemos registro histórico, desde los romanos, de que al “pueblo sabio” le gusta el circo violento. Por lo tanto, una buena perorata llena de insultos es, para muchas personas, más divertida y cautivadora que una serie de argumentos bien presentados. En un debate, el que insulta más es el que gana. Esto lo han explotado políticos de todas las épocas, pero nunca en mi vida había visto el uso de la falacia ad hominem con tanto empeño y profesionalismocomo en los últimos cuatro años. ¡Aguas! 

*Investigador del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM en Cuernavaca

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