
Estado Inmobiliario en la Ciudad de México. Despojo, desalojo, desplazamiento y desarraigo, 1982-2024 del Dr. Pablo Gaytán Santiago, editado este año por InterNeta, es un libro que revela el funcionamiento del capital inmobiliario y su vínculo con los gobiernos de la ciudad de México. En poco más de 40 años, se establecieron y consolidaron las políticas públicas que estrecharon la asociación gobierno e iniciativa privada y gestaron la hidra inmobiliaria. Una fuerza política autodefinida de izquierda llegó en 1997 al gobierno de la ciudad, pero la dinámica económica y socioespacial no tuvo interrupciones.
El texto nos llevará de la mano en la construcción del Estado Inmobiliario. Concepto que explica cómo la ciudad de México se insertó en una tendencia mundial en la que las ciudades se convirtieron en un espacio privilegiado para la inversión del excedente de capitales, sobre todo especulativo y financiero, que recorre el mundo desde la crisis económica mundial de la década de los setentas. Los programas de privatizaciones se aplicaron en la década de los ochentas y sentaron las bases del Estado Inmobiliario.

Gaytán advierte que, para los empresarios inmobiliarios, el suelo es el yacimiento a explotar en las ciudades. Lo que ocurre a través de la monopolización y definición del valor del suelo urbano por parte de las inmobiliarias que cotizan en las bolsas de valores, inventan juicios sobre inmuebles para expulsar a las personas y construyen proyectos de construcción en las zonas más valorizadas. A partir de los ochentas, las políticas estatales de reordenamiento urbano se desarrollaron mediante la creación de instituciones dedicadas al diseño de políticas en esta materia con la participación del capital privado.
De acuerdo con Gaytán, los planes de desarrollo, leyes, decretos, bandos de la ciudad se dirigen a los procesos de expropiación, es decir, de despojo, desplazamiento y desarraigo de miles de familias. Estas son las 4Ds de lo que el autor llama blanqueamiento por despojo. Se trata de un proceso histórico de larga duración.
El análisis de Gaytán sobre la ciudad viene de tiempo atrás. En 2004, en su libro El apartheid social en la ciudad de la esperanza cero, explicó que el proceso de privatización del espacio público, impulsado por el gobierno de AMLO, se efectuó en asociación con los empresarios. Son ejemplos la obra pública de movilidad, como el segundo piso y los distribuidores viales bajo la responsabilidad de la ahora presidenta y el programa de Tolerancia Cero, empujado por Ebrard como Secretario de Seguridad Pública. El gobierno local, afirma, diseccionaba socio-territorialmente a la ciudad para implantar el modelo de ciudad segregativa, vertical y patrimonial.
Gaytán sitúa los orígenes del cartel inmobiliario en la segunda década de este siglo, pero expresa que este concepto es limitado pues no se trata de un cártel en una alcaldía protegido por políticos específicos. Narra que encontró nombres y datos de la íntima relación entre la alta burocracia gobernante de Morena, en la Ciudad de México o alcaldías, y las élites empresariales inmobiliarias, y cómo sus miembros intercambiaban roles de gerentes de inmobiliarias a funcionarios encargados de la vivienda social o la movilidad urbana, y viceversa. Se evidencian las conexiones de intereses que a lo largo de los años han creado redes de base en las instituciones gubernamentales, en juzgados, la legislatura y en la dirección del partido.

Otro aspecto que analiza este libro, son los mecanismos de cooptación y desmovilización de los movimientos sociales que resisten el despojo y defienden sus territorios urbanos, mediante el diseño de procesos simulados de participación ciudadana. El mercado capitalista de la ciudad ha sido planeado por las inmobiliarias, la industria del turismo, las industrias culturales y las telecomunicaciones que no solo despojan del suelo y viviendas a los habitantes de la ciudad, también los sustraen de la política y de las instituciones estatales.
