loader image

Víctor Manuel González

El gobierno mexicano anunció, hace unos días, elcumplimiento exitoso del proyecto de la vacuna “Patria”. También prometió que, a más tardar, a finales de este año, la vacuna estará disponible para su aplicación como refuerzo en la población. Sustentando esta información, un artículo publicado en la revista científica npj vaccines, presenta los resultados de los ensayos clínicos fase 1 de la vacuna NDV-HXP-S, conocida como vacuna “Patria” en nuestro país. El artículo, firmado por un equipo de 33 investigadores de 19 instituciones de México y Estados Unidos, mostró que la vacuna es segura e induce una respuesta inmune bastante buena en un grupo de 91 voluntarios. Se esperan aún los resultados de la fase 2, actualmente en proceso, que involucra un número mayor de voluntarios. 

El artículo, describe el potencial inmunogénico de la vacuna que, a diferencia de otras, sería posible administrarla nasalmente y no solo intramuscularmente. La respuesta inmune en la mucosa nasal tendría la ventaja de atajar el virus justo a la entrada del tracto respiratorio. Los efectos secundarios detectados tras la aplicación de la vacuna, si bien son similares a los de otras vacunas como las basadas en mRNA y adenovirus (Pfizer, Astra-Seneca), son de menorintensidad. Una de las limitaciones del trabajo, es la falta de evaluación experimental de los efectos neutralizantes de los anticuerpos generados con la vacuna contra otras variantes del coronavirus. Pero, sí la vacuna tiene la eficacia hasta ahora mostrada, no se ve alguna razón para no producir vacunas similares, específicas contra las variantes.

Explorando las entrañas científicas de la vacuna “Patria” sabemos que el conocimiento para hacerla procede de investigaciones realizadas por más de una década en los laboratorios de la Escuela Icahn de Medicina del Hospital Monte Sinaí en Nueva York. En este lugar, se han estudiado los virus de la influenza humana, aviar y el virus de Newcastle, con el fin de desarrollar vacunas. El virus de Newcastle lo han utilizado como vector recombinante para producir proteínas de otros virus, que funcionen como potentes inductores de anticuerpos. Sumado a este desarrollo, en la Universidad de Texas en Austin, un equipo de investigadores desarrolló la variante experimental Hexa-Pro de la proteína S (conocida como “spike” o espiga) de la superficie del coronavirus. La variante Hexa-Pro,corresponde a la estructura inmunogénica de la proteína S antes de unirse con el receptor celular. La configuración final de la vacuna “Patria” combinó el vector basado en el virus de Newcastle (NVD) con el gene codificador para la variante de Hexa-Pro de la proteína S. Para producir la vacuna, se inoculó el virus recombinante (NVD-Hexa-Pro) en huevos de gallina para reproducirlo y recuperar los viriones modificados para preparar la vacuna,inactivándolos. Esta última parte de la investigación se hizo en México en la compañía privada AviMex, receptora de la licencia de producción de la vacuna NDV-HXP-S. El estudio clínico en varias fases es llevado a cabo por investigadores mexicanos de varias instituciones públicas.

En contraste con el rigor científico del trabajo publicado, el proyecto de la vacuna “Patria” ha estado acompañado de la polémica desde su lanzamiento. Es dudoso decir que es una vacuna 100 % mexicana, pero es claro que demuestra que el conocimiento científico es universal al combinar los hallazgos de diferente procedencia. Algunos sectores políticos consideran que la vacuna “Patria” es una muestra de la eficacia de la nueva política científica encabezada por el Conacyt, lo cual es discutible. Al contrario, el desarrollo de esta vacuna confirma que la colaboración de entidades públicas y privadas, mexicanas y extranjeras resulta en soluciones tangibles. A la vez, revelala urgente necesidad de apoyar a los científicos mexicanos sin restricciones ni adjetivos, evitando quedar atrapados en ideologías infructuosas. 

Referencia:

Ponce de Leon, S., et al., 2023. Interim safety and immunogenicity results from an NDV- 

based COVID-19 vaccine phase I trial in MexicoNpjvaccines 8: 67, doi: 10.1038/s41541-023-00662-6.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *