15 de septiembre de 1830: otra historia en la heroica defensa de la sangrante patria.
“El jefe más conspicuo del ejército, el que gozaba lo mismo entre las legiones del Norte, que del Occidente ó del Centro de gran simpatía e incontestable ascendiente en el antiguo ejército de Oriente”, escribió el intelectual campechano Justo Sierra Méndez sobre el oaxaqueño José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, de quien su coterráneo y presidente de la República Benito Pablo Juárez García, “desconocía sus méritos y despreciaba sus servicios”.
Aunque un testimonio afirmó que nació, en Oaxaca, la noche del martes 14 de septiembre de 1830 ‒fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz‒, su registro bautismal ‒en el templo del Sagrario de Oaxaca‒ reconoce el día siguiente ‒fiesta de San Porfirio‒ como la fecha oficial del hijo de José de la Cruz Díaz ‒o José Faustino Díaz Orozco‒ y de María Petrona Cecilia Mori Cortés. Casi 85 años después, el viernes 2 de julio de 1915, falleció en París, Francia.
“Dígase lo que se quiera y oféndase quien se ofenda, el primer puesto en esa resistencia, donde un grupo de mexicanos se levantó desde el desprecio universal con que los veía la Europa hasta la altura colosal que tienen derecho á ocupar en la historia, pertenece á los combatientes”, sentenció el ingeniero y escritor Francisco Bulnes Rivadeneyra refiriéndose a quienes, Díaz Mori incluido, defendieron a México de la invasión francesa.
Triunfante en la batalla del 2 de abril de 1867, golpe magistral y contundente en contra del ejército extranjero, el general de división de 37 años se dirigió con sus fidelísimas tropas a la Ciudad de México, para tomar la plaza y esperar el arribo del errante presidente de la nación.
Juárez, sin haber estado nunca al frente de fuerza militar alguna entró a la capital del país, en triunfal desfile, el 15 de julio. Su envidia hacia Díaz lo obligó a no invitar a su paisano.
La ignorancia y la conveniencia han escamoteado a Díaz el reconocimiento como uno de los verdaderos salvadores de la patria en aquellos infaustos años. Su grandeza militar, su calidad de héroe, han sido diluidas en el estigma de la dictadura. Entre el 1 de diciembre de 1884 y el 25 de mayo de 1911 ‒con pausas‒ ocupó el cargo de presidente de la República. Juárez lo hizo entre el 21 de enero de 1858 y el 18 de julio de 1872. Un dictador y un medio dictador.
Díaz Mori fue candidato a la gubernatura del naciente estado de Morelos tres años antes de la muerte del guelataense. Su contrincante fue el jilotepequense Francisco Leyva Arciniegas. En una elección denunciada como fraudulenta, Juárez hizo que su incondicional candidato se impusiera ante su adversario político. En Puebla, Díaz Mori había dicho a sus soldados: “Habéis combatido desnudos y hambrientos, dejando a la espalda un rastro de gloria”.
El verdadero Juárez y la verdad sobre la Intervención y el Imperio; Francisco Bulnes; primera edición; Librería de la Vda. de Ch. Bouret; México; 1904; 876 pp.
Porfirio Díaz. Su vida y su tiempo. La guerra. 1830-1867; Carlos Tello Díaz; primera edición; Conaculta-Debate; México; 2015; 592 pp.
Estado de Morelos. Breve historia de su creación. 20 de abril de 1869; Jesús Zavaleta Castro; primera edición; Sociedad para el Patrimonio Cultural; México; 2019; 36 pp.
Imagen: Porfirio Díaz Mori (fragmento).