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Amenaza de la violencia

Isaías Alanís

Es inocultable que, desde hace décadas, el imperio de la violencia se ha posesionado de buena parte del territorio nacional. De los estados emblemáticos; Sinaloa, Tamaulipas, Sonora, ciudades de la frontera norte y sur; Veracruz, Jalisco, Guanajuato, Michoacán y Guerrero, con el surgimiento de un mayor número de cárteles, sub-cárteles y cuerpos especiales de las fuerzas armadas del sicariato, plantados en cada rincón de México, frente a las barbas de los policías, que hacen como que no los ven, o están fuertemente ligados a esas estructuras, lo que impide sean detenidos. Y la cara amable de los cárteles, realizan trabajo de base social producto del terror, detención y exterminio de ladrones; pago de impuestos a ellos y el control de la economía. Todo lo que se compra y vende, pasa por los contables del narco. Ante esta realidad, el estado es cómplice y tapadera. Los ayuntamientos son el eje del control de las fuerzas especiales del narco. Intimidan a alcaldes, los eliminan, los llaman a sus fuerzas, los amenazan con secuestrar, desaparecer a su familia e imponerles que se encarguen de la seguridad del municipio y el amplio control de los recursos del ayuntamiento y la ejecución de obras.

De esa célula brincan a las comunidades marginales y estratégicas; sierras, montañas, costas, cauces de ríos, ciudades emblemáticas con salida al mar, zonas desérticas y centros de turismo vip; Cancún, Los Cabos, Manzanillo, Xcaret, Huatulco, Ixtapa Zihuatanejo, Acapulco y Morelos. ¿Durante temporada alta, cuántas dosis de todo tipo de drogas se vende en esos lugares?

Los gobiernos de Fox, Calderón, EPN y AMLO, tuvieron su momento de crisis de violencia; pero lo acontecido el pasado 23 de abril es un hecho que debe ser tomado muy en cuenta por el gobierno de la 4T; en Michoacán, Jalisco, Guanajuato estallaron ataques a vías de comunicación incendio de camiones, organizados -quien sabe- si mediante una alianza estratégica por los cárteles; Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, Nueva Familia Michoacana y sus células de sicarios.

Trascendidos periodísticos aseguran que fue montado para evitar la detención del Mencho. Remember 1 de mayo de 2015, las fuerzas armadas no lograron su captura durante el gobierno de EPN.

Una lectura a vuela ojo, supone que los carteles han pasado a formar un ejército irregular para enfrentarse a la Marina, Ejercito Mexicano, Fuerzas Especiales, Guardia Nacional y Policías locales de tú a tu. El operativo realizado el 23 de abril, es una prueba de su capacidad de fuego, logística y de organización. Esta no fue una pelea entre ellos, como lo “supone” Harfuch, guardando en su cartera la verdad de este mega operativo de cuando menos tres carteles. ¿Fue para demostrar músculo o para proteger al Mencho? Está metido el gobierno de Trump, a través de la CIA y DEA para desestabilizar a una nación hundida en la violencia, control de territorios por delincuentes desde hace décadas?

Según datos de diciembre de 2007 al 2023, han sido asesinados en el cumplimiento de su deber, 320 soldados y oficiales. En el operativo del 6 de enero para detener a Ovidio Guzmán López, murieron 10 militares, incluyendo al Coronel Juan José Moreno Urzúa emboscado un día antes. El 20 de enero el Coronel de Infantería Héctor Miguel Vargas Carrillo y sus escoltas fueron emboscados en Coalcomán. Un blindado artesanal los arrollo, muriendo el coronel. Si a esa lista le sumamos, el asesinato de Directores de Policía, miembros de la Guardia Nacional, Marinos y policías municipales, la cifra se incrementaría. Y de las reyertas entre cárteles por control del trasiego y distribución de drogas, el gobierno no tiene datos exactos. Las matanzas en los “topones”, de grupos contrarios en la sierra, son filmadas y subidas a redes sociales. Durante campañas políticas han asesinado a candidatos, México es un país donde han ultimado a cientos de ecologistas y capital de feminicidios.

En enero de 2007 Calderón vestido de soldado, dio inicio a la guerra simulada contra los cárteles, la cifra de muertos ascendía a “350 mil y más de 72 mil desaparecidas de enero 2006 a mayo de 2021”. Actualmente la numeralia es incierta- “En México, hasta marzo de 2025, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNL) contabiliza 28,729 mujeres reportadas. Esto representa aproximadamente el 23% de las 124,987 desapariciones registradas en el país”. “Si en 2006 los soldados se convirtieron en policías, en este gobierno ya son también grandes constructores de obra pública, guardianes de puertos y aduanas, o muro contra migrantes. Los militares tienen contacto con civiles diariamente en 6,000 actividades. Cada vez es más común para un mexicano cruzarse con un militar sin que el Ejército haya cambiado en algo esencial: la opacidad para rendir cuentas” (Una guerra inventada y 350,000 muertos en México/ José Luis Pardo Veiras y Íñigo Arredondo/The Washington Post).

La violencia es imparable. Imposible salir a la calle en ciudades asediadas por el narco pese a vigilancia del ejército, Guardia Nacional, Marina, Policías locales. Ajusticiamientos entre cárteles, daño colateral; secuestros, cobro de piso, asalto en carreteras, huachicoleo, trata de personas, el negocio de los migrantes; asesinato y plagio de empresarios en la frontera norte. Y en el sur, la delincuencia dueña de localidades estratégicas que han desplazado a sus habitantes.

El asesinato de Javier Daniel Ramírez y su madre María del Carmen Morales integrante de Guerreros Buscadores en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, no es un hecho aislado, tampoco el de Marco Antonio Suástegui, opositor a la Presa La Parota, perpetrado en Acapulco durante la Semana Santa. Dos ejemplos que sugieren, que, pese a los resultados del gobierno actual, está muy lejano el día en que podamos vivir en paz los mexicanos. El desgaste de las instituciones es mayúsculo ante la amenaza diaria del presidente Trump, de los vaivenes internos por la guerra económica del fatuo mercader que sueña con dirigir el mundo desde la oficina oval. En el centro de esa diana se haya México, el flujo del fentanilo a USA, es otro pretexto para montar el asedio a Palacio Nacional y a los recursos de la nación.

La Jornada Morelos