Juan Pablo Plata Martín* y Flora Guerrero Goff**
Todas las especies arbóreas en planeta proporcionan diversos servicios ambientales. Ningún árbol es nefasto o plaga.
El Ficus Benjamina originario Asia y Australia, es un árbol que puede alcanzar hasta treinta metros de altura en su estado natural y sin impedimentos para crecer. Es en sí, un árbol sumamente frondoso de rápido crecimiento.
Durante el gobierno del Dr. Lauro Ortega Martínez, en Morelos se generó un boom de plantación excesivo de Ficus Benjamina por todo el Estado y Cuernavaca no fue la excepción.
Por falta de conocimiento sobre árboles urbanos se ha ido creando un ambiente de repudio en contra de los Ficus Benjamina. Hay quienes los consideran “árboles de plástico que no proporcionan oxígeno, y, por lo tanto, son árboles nefastos que hay que exterminar”
Es necesario precisar que el problema no reside en los árboles Ficus Benjamina, sino dónde fueron plantados (banquetas, junto a muros, cisternas…) y la cantidad de árboles plantados que fueron miles en todo el Estado de Morelos. Cualquier especié arbórea, nativa o exótica,plantado en un lugar inadecuado, eventualmente se convertirá en un árbol problema y candidato a ser víctima de una poda severa o tala.
Al igual que todos los árboles, el Ficus Benjaminaproporciona importantes servicios ambientales. Una característica de estos árboles es que son perennifolios (todo el año tiene follaje), por lo tanto, metabolizan constantemente absorbiendo el dióxido de carbono, filtrando el aire contaminado y así generando oxígeno.
Un estudio científico en la ciudad de Guadalajara Jaliscollevado a cabo por el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias titulado “Respuesta fisiológica de Ficus benjamina a ambientes contaminados” publicó lo siguiente en la “Revista de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales”:
“Se realizaron mediciones in situ de gases tipo invernadero (CO2, CO, NO2, SO2), se determinó la asimilación neta de CO2 así como el contenido de clorofila. Los árboles de F. benjamina responden favorablemente a ambientes contaminados con mayores concentraciones ambientales de CO2, la respuesta fisiológica se relaciona con mayor eficiencia fotosintética y por lo tanto mayor captación de este gas de tipo invernadero”
Con esto se demuestra científicamente que el FicusBenjamina es un árbol beneficioso ambientalmente, lejos de ser una plaga o árbol de “plástico”
Actualmente algunos Ayuntamientos –incluyendo el de Cuernavaca- ya prohíben la plantación de Ficus Benjamina, lo cual, es correcto, no obstante, el calentamiento global y cambio climático nos exige conservar la mayor cantidad de árboles posible, entre los cuales deben estar los Ficus Benjamina. Al respecto, tanto arboristas y ambientalistas, como algunos Ayuntamientos de Morelos, coinciden en que los Ficus Benjamina tienen que ser remplazados paulatinamente por otras especies arbóreas, preferentemente nativas, pero siempre y cuando éstos ya hayan cumplido su ciclo de vida, se encuentren secos o en estado de enfermedad terminal, mientras tanto esto no suceda, deben ser conservados y cuidados de igual forma que las demás especies arbóreas que existen en nuestras ciudades y localidades.
La experiencia que nos arroja la excesiva plantación de Ficus Benjamina en Morelos hace más de tres décadas, es que la plantación de árboles en las ciudades tiene que ser dirigida por un arborista especialista en el área para no continuar cometiendo los mismos errores de antaño y que actualmente estamos pagando caro tanto quienes habitamos las diferentes ciudades de Morelos como los mismos árboles Ficus Benjamina al ser injustamente despreciados.
Fuente: Revista de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales
* Juan Pablo Plata Martín, biólogo
**Flora Guerrero Goff, Integrante del Consejo Directivo de la Fundación Biósfera del Anáhuac, A.C., Iniciativa Bosque de Agua, integrante del Comité Ejecutivo del Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial de Cuernavaca y Temixco, y directora de Guardianes de los Árboles, A.C
