

La Economía Social, Solidaria y Popular: un protagonismo femenino en Morelos
¿Podremos promover juntas iniciativas que garanticen la sostenibilidad de la vida? Con motivo de los encuentros y diversas manifestaciones en torno al pasado 8 de marzo, se han puesto de manifiesto los avances alcanzados hasta el momento y los grandes retos que aún persisten en el camino hacia la equidad de género.

Celebramos los logros que hemos conseguido hasta aquí, pero no podemos olvidar que seguimos enfrentando problemas graves como los feminicidios en aumento, desigualdades en el trabajo, brechas de género, y la invisibilización del trabajo de cuidados que las mujeres realizan de manera gratuita y sin reconocimiento. Además, convivimos con un patriarcado que no cesa en sus actitudes y tratos, y que, junto con otras discriminaciones por clase, procedencia o raza, perpetúa la violencia sexual que sufren miles de adolescentes y mujeres en nuestros territorios.
Las mujeres que fomentamos y realizamos acciones desde los espacios que nos brinda la economía social, solidaria y popular (ESSyP) reivindicamos los avances que cuestionan la falsa dicotomía entre lo productivo y lo reproductivo. Reivindicamos los cuidados y promovemos los liderazgos femeninos, especialmente en zonas rurales, como ejidos y comunidades de Morelos, donde se ha evidenciado un protagonismo destacado de las mujeres en los espacios de toma de decisiones.
En esta línea, en el Nodess Morelos Solidario y Cooperativo hemos avanzado proporcionando un marco teórico-conceptual y práctico que sistematiza el conocimiento colectivo desde la óptica de la ESSyP. Generamos propuestas en el ámbito de la vivienda, promoviendo y acompañando a grupos de personas mayores en proyectos de co-housing en Morelos, así como cooperativas de producción e iniciativas de turismo comunitario gestionadas por mujeres. Nuestra intención es continuar con esta labor de manera cotidiana, logrando organizaciones que pongan la vida en el centro y que generen procesos de cambio organizacional, participación en los espacios de decisión, comunicación inclusiva e implementación de planes de igualdad, entre otros dispositivos que respondan a las necesidades de nuestras comunidades.
La incorporación de una mirada más feminista y sustentable en nuestras acciones responde a las urgencias y retos sociales que sabemos constituyen una prioridad para la sostenibilidad de la vida. El enfoque de la ESSP promueve valores como la cooperación, la reciprocidad y la autogestión, desde una perspectiva transformadora que busca construir economías solidarias, feministas y sustentables.

Además, estos valores sociales y solidarios se enriquecen al observar las propuestas del feminismo. Si concebimos en la base de la economía solidaria la idea de construir una economía que cuide la vida, es fundamental poner los cuidados en el centro de nuestra propuesta. Esta es una idea que el feminismo ha reivindicado como un elemento central de su política. La confluencia con el movimiento feminista no solo nos alienta, sino que hace más evidente la idea de que la economía social, solidaria y popular cada día se vuelve más feminista. Esta sinergia nos facilita alinear propuestas y acciones bajo el paradigma de la sostenibilidad de la vida.
A pesar de los avances, aún enfrentamos importantes retos. La implementación de políticas que reconozcan y valoren el trabajo de cuidados sigue siendo insuficiente. Debemos trabajar en la creación de marcos legales que respalden a las mujeres en sus roles como cuidadoras, garantizando su derecho a un salario justo y a condiciones laborales dignas.
Asimismo, es crucial continuar fomentando la educación y la capacitación en liderazgo para mujeres en comunidades rurales. Esto no solo empodera a las mujeres, sino que también fortalece a las comunidades al permitir una participación más equitativa en la toma de decisiones.
Finalmente, la creación de redes de apoyo entre mujeres y organizaciones es esencial. Estas redes pueden ser un espacio seguro para compartir experiencias, recursos y estrategias que permitan enfrentar los desafíos comunes. La colaboración entre diversas organizaciones feministas y de economía social es una forma eficaz de amplificar nuestras voces y demandas.

El camino hacia una economía social, solidaria y popular más feminista en Morelos está lleno de desafíos, pero también de oportunidades. A medida que continuamos trabajando juntas, es fundamental que sigamos reivindicando el valor de los cuidados y la importancia de la equidad de género en todos los aspectos de nuestras vidas y economías. Solo así podremos garantizar la sostenibilidad de la vida y construir un futuro más justo para todas.
*Miembro del Nodes Morelos Solidario y Cooperativo. c.girardo@hotmail.com
