Eso fue lo que corearon algunas de las asistentes a la sesión de ayer del Congreso. Se referían a la aprobación de la llamada “Ley 3 de 3” por la que se pretende impedir que deudores de pensión alimenticia, acosadores, violadores y agresores en el ámbito familiar, puedan contender por o acceder a un cargo público en cualquier orden o nivel de gobierno.
Nuestro estado es la entidad número doce de México en aprobar tal ley, distinta a la otra conocida coloquialmente con el mismo nombre y que obliga a los funcionarios públicos a presentar sus declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscal; ésta pretende rescatar el interés superior de la niñez y sancionar a quienes se desentienden de sus obligaciones familiares.
Una de las principales promoventes a nivel nacional es la morelense Yndira Sandoval, originaria de Ayala y fundadora de Las Constituyentes Mx Feministas quien, en el Congreso,atinadamente señaló que “no pueden ser representantes del Estado Mexicano quienes en lo privado o público violen un derecho humano”.
Sandoval afirmó que “la 3 de 3 contra la violencia no tiene dedicatoria, pero sí destinatarios y deberá quedar fuera del poder cualquier agresor, se trate de quien se trate”.
Por lo pronto, la nueva “3 de 3” ya es una ley local y, para ser nacional, aún requiere del voto aprobatorio de cinco congresos estatales más, la mayoría del Constituyente Permanente.
Indudablemente es una ley ejemplar que, por lo menos, impedirá que este tipo de personas -deudores alimenticios o violentadores de mujeres- se sigan escudando en el fuero o en algún cargo de importancia para seguir demostrando su poco valor moral, pero, como señaló María Trinidad Gutiérrez, integrante de la organización civil Género 33, aun falta que se aplique en realidad.
Aunque es ya parte de la normatividad con la que deberían desarrollarse los comicios en nuestro estado, ya sabemos que siempre hay quienes buscan darle vuelta a ley, pero no lo podrán hacer sin la complicidad de alguien más, como lo dijo la propia Sandoval: “es apenas un avance, aún habrá que dar la batalla para combatir el encubrimiento que en muchos casos se da utilizando las redes de corrupción y nepotismo”.
Así pues, habrá que estar vigilantes que nadie obvie su cumplimiento, lo que sucede, por cierto, en Morelos con el caso de la otra “3 de 3”, que muchos se obstinan en no cumplir cabalmente y que, por cierto, ya incluía algunas taxativas éticas que nadie se encarga de verificar.
