

Efectos previsibles del trumpismo en la economía morelense
En el 2023, el 64.8% de las exportaciones de Morelos fueron a los Estados Unidos; una proporción que resultó de ventas por 817 millones de dólares de los mil 261 millones que significó la exportación de productos morelenses a destinos comerciales en los cinco continentes.

No siempre fue así, en el periodo de 2007 a 2013, las exportaciones a Estados Unidos rondaban el 40% de las totales, con un mínimo de 27% en el 2008 y un máximo de 45.7% en el 2012. Sin embargo, debe decirse, la reducción de la proporción en las exportaciones a los Estados Unidos en aquel periodo constituyó siempre parte de una baja general en las exportaciones de Morelos a otros países. El vecino del norte ha sido siempre el principal receptor de las exportaciones morelenses, de donde viene la preocupación por las sanciones comerciales que el gobierno de Donald Trump impondrá en la forma de aranceles en una medida criticable desde cualquier perspectiva.
Aunque no necesariamente el establecimiento de impuestos adicionales a las importaciones significa una caída relevante en el consumo, y por consiguiente en el volumen de las exportaciones; la experiencia enseña que en la mayoría de los casos la imposición de cuotas arancelarias inhibe las exportaciones afectando los ingresos que las naciones reciben por el comercio internacional.
El problema del comercio internacional Morelos, en todo caso, es que ha tenido políticas bastante mediocres en los últimos veinte años para colocar sus productos en otras naciones, resultando en una enorme dependencia de los Estados Unidos.
Mire usted si no, en el 2006 Alemania representaba el destino del 41.3% de las exportaciones de Morelos; solo un año después, el comercio con esa nación significó apenas el 5.56%; 5.3% en el 2007; en el 2018 era apenas 1.3%; y en el 2023, representó el 1.1%.

Según la última cifra disponible (la del 2023), España es el segundo destino mayor para los productos morelenses y apenas significa el 6.95% del total de las exportaciones; aún con ello es una cifra mucho mayor que el 2.4% del 2021.
Los datos son similares con el resto de las naciones que reciben productos morelenses, alrededor de 15 en África; 2 en Oceanía; una veintena en Asia; otros tantos en Europa; y también casi 20 de Norte y Centroamérica y el Caribe. Y aunque no es la primera vez que las exportaciones morelenses sufrirían por medidas proteccionistas norteamericanas, llama la atención lo poco que los gobiernos y el empresariado morelense han aprendido sobre la inconveniencia de, por decirlo en el argot, poner todos los huevos en una sola canasta.
Si salimos de la perspectiva catastrofista a la que les encanta llevarnos a los grupos políticos similares en discurso y objetivos al que hoy domina la política en los Estados Unidos, el trumpismo si es que se puede hablar de una cosa tal, puede representar una gran oportunidad en materia de comercio exterior para Morelos y otros estados cuya dependencia de los Estados Unidos supera las dos terceras partes de su comercio exterior (una lista bastante larga). Es tiempo de explorar y consolidar nuevos mercados a través de rutas comerciales sólidas y duraderas que exploten las ventajas competitivas de Morelos.
Preocupación aparte son las remesas que los migrantes morelenses envían a sus familiares en el estado y que significan alrededor de mil cien millones de dólares, una cifra casi igual a la del total de las exportaciones totales del estado y 34% mayor de las que se hacen a los Estados Unidos. Las sanciones anunciadas a migrantes podrían mermar significativamente la proporción de remesas provenientes de los Estados Unidos y con ello impactar de forma significativa la economía local.

En total, alrededor de dos mil millones de dólares anuales que ingresan a Morelos por la vía del comercio internacional y las remesas que significan en pesos algo así como 41 mil 365 millones de pesos, es decir, 8% más de todo el gasto gubernamental programado en el estado para el 2025.
Por todos esos datos se vuelve extraordinariamente relevante lo que los gobiernos municipales, estatal y federal puedan hacer para replantear la política económica en la que ya llaman algunos medios norteamericanos la Era Trump. Reforzar el turismo internacional, explorar y consolidar nuevos mercados, y generar las condiciones para dar oportunidades económicas en Morelos a los cientos de migrantes extranjeros y a los cientos de miles de morelenses (alrededor del 45% de los trabajadores) que perciben ingresos menores a la línea de bienestar, deben ser prioridades en materia económica.
Una buena noticia es que, por lo menos en el papel, la administración de Margarita González Saravia, las de los municipios de la zona conurbada de Cuernavaca, y buena parte de las oficinas del gobierno federal, parecen tener esos objetivos en la mira incluso antes de las elecciones en los Estados Unidos y algunos de los proyectos se echaron a andar desde antes de las órdenes ejecutivas de Trump respecto de los aranceles, y la migración.
Por supuesto que el tiempo que tardarán los resultados de la implementación de estas políticas (si se hace correctamente) hará que la economía local quede expuesta, por lo menos durante varios meses, a los efectos del trumpismo. Es tiempo de trabajar más y tener cautela.

En cuanto a nuevos mercados, el gobierno de Margarita González Saravia parece apuntar a Europa como una opción importante, otros destinos son Canadá y la región del pacífico asiático.
@martinellito / martinellito@outlook.com
