Rafael Toriz
Armado con sensibilidad de poeta, las obras del mexicano Iván Krassoievitch (1980) establecen un diálogo con el poema como forma, presentando con esta Poética Secreta (el título en español está tomado de los diarios manuscritos de Hélio Oiticica) una serie de piezas que dialogan de manera central con algunos poemas de autores brasileños (entre quienes se cuentan Mário de Andrade, Manuel Bandeira, Oswald Andrade, Arnaldo Antunes, Carlos Drummond de Andrade y Decio Pignatari); pero no sólo eso: Krassoievitch instaura un ejercicio de traducción del lenguaje verbal al lenguaje plástico que no es sólo un acto de interpretación, sino una transposición cultural que revela nuevas dimensiones de un texto, en el mismo sentido que Haroldo de Campos conceptualizó la traducción como un proceso de recreación y transformación.
Entendidas como un acto de creación en fuga, esta muestra teje un puente que trastoca la distancia natural entre un improbable texto original y su lector.
La relación entre la idea de la traducción de Haroldo de Campos, las piezas de Krassoievitch y la obra de Oiticica se manifiesta en la forma en que los artistas abogan por la transformación y la interacción como métodos para expandir el significado. Mientras de Campos se centra en la traducción literaria como un acto de reinvención, Oiticica aborda la transformación desde una perspectiva espacial y experiencial, mientras que Krassoievitch no invita, sino demanda entrar en los contornos de la forma poética abandonado una preconcepción racional: si un código permite explorar con mayor riqueza esta muestra no es otro que el de la práctica consciente y asumida de la sinestesia estructural.
Esta muestra busca entablar un diálogo con obras que también han explorado la noción de transformación y recontextualización, por ello Krassoievitch se distingue por su capacidad para reinterpretar y resignificar materiales y formas, bastante en el tenor en el que otro mexicano, Ulises Carrión, exploró los espacios apuntalados por Mallarmé y que en su caso se resolvieron en Montones de metáforas.
La convergencia de las ideas de traducción de Haroldo de Campos, la obra participativa de Hélio Oiticica y la práctica transformadora de Iván Krassoievitch demuestra una profunda interconexión entre la teoría y la práctica artística, pudiendo leer la obra del mexicano como una extensión de la teoría de la traducción de Haroldo de Campos, en la que cada obra se convierte en un nuevo idioma que necesita ser interpretado y experimentado por el espectador.
Tatuaje peregrino que explora los contornos del sentido bajo la forma del sonido congelado de la imagen, estos poemas sin palabras son la partitura de un concierto que ahora suena en otra parte.